Viajes
Los edificios más altos a lo largo de la Historia
Damos un repaso a los 12 edificios que han ostentado el honor de ser los más elevados de la historia del ser humano
Desde casa, como nos ha tocado vivir desde hace un puñado de meses, podemos buscar nuevos métodos de viaje que, antes del coronavirus, no eran posibles. Lo bueno de viajar es que aquí resulta sencillo aplicar el dicho de “a falta de pan, buenas son tortas”, al contrario de otros aspectos de la vida, cuando al escuchar la frasecita resabiada nos entran ganas de murmurar “una torta es lo que te daba yo a ti, majete”. Pero con viajar se pueden probar nuevas aventuras desde el sofá, aunque suene repetitivo, y hete aquí que en medio de las visitas virtuales a museos al otro lado del mundo, los libros excelentes que podamos leer para galopar ese mundo sin fronteras que llaman imaginación y tantos otros medios que se han puesto a nuestro alcance, aquí salta uno nuevo: ¿por qué no ser turistas en el tiempo?
Porque ahora que tenemos tiempo (valga la redundancia), viajar a través de él puede ser una forma excelente de comprender ciertos destinos antes de visitarlos realmente o, por qué no, conocer destinos que simple y llanamente ya no existen y jamás podremos visitarlos más allá de las palabras. Descubriríamos que algunos de los edificios más altos de su época, tan ostentosos como eran, ahora andan desaparecidos, son polvo, reducidos al tamaño de diminutas partículas invisibles.
La gran pirámide de Guiza (2500 a.C - 1300 d.C)
Todos conocemos la única de las Siete Maravillas del mundo antiguo que sigue en pie. 146,62 metros compuestos por enormes bloques de ladrillos y cuyo interior alberga la tumba de los faraones, mitad hombres y la otra mitad dioses de Egipto. Los misterios que la rodean se cuentan a puñados. Dicen que Julio César entró en ellas poco antes de convertirse en el mayor general de Roma, y también Napoleón durante su campaña en Egipto; dicen que las construyeron los alienígenas, dicen que están hermanadas con las pirámides de Sudamérica. Pero uno de sus datos más apasionantes quizá sea uno que podemos comprobar, y es que se trató del edificio más alto del planeta durante la friolera de 3.800 años. Y quizá un poco más.
Catedral de Lincoln (1300 - 1549)
A lo largo de la Edad Media, el podio del edificio más alto del mundo se convirtió en una competición constante, cuyo epicentro mismo pasó del norte africano a Europa y, en especial, a Inglaterra y Francia. Fue una competición caracterizada por los derrumbes, los incendios y las largas agujas de... las catedrales medievales. Así podríamos decir que la Antigua Catedral de San Pablo (Londres) consiguió ser el edificio más alto del mundo durante un glorioso lustro, aunque rápidamente sustituida por la Catedral de Lincoln y sus 159,7 metros de altura.
Iglesia de Santa María (1549 - 1569) (1573 - 1647)
La espiral de la Catedral de Lincoln terminó por derrumbarse y ocupó su codiciado primer puesto esta bonita iglesia situada en la ciudad alemana de Stralsund. Fue algo así como una victoria por eliminación, ya que esta iglesia medía nada más que 151 metros, casi nueve menos que el campeón anterior. Pero resulta todavía más curioso que tras la construcción de la Catedral de San Pedro en Beauvais, la Iglesia de Santa María fue relegada a un segundo plano, desde 1569 hasta 1573, cuando la torre de su contrincante también se derrumbó y volvió a posicionarse, otra vez por eliminación, como el edificio más alto del mundo.
La Gran Pirámide de Guiza (1647 - 1874)
Es sorprendente pero cierto. Cuando el campanario de la Iglesia de Santa María se derrumbó durante un incendio, el siguiente edificio más alto del mundo fue la pirámide, y lo fue durante doscientos años más. Seguida de lejos por la Catedral de Estrasburgo, cuya altura máxima nunca llegó a superar los 142 metros.
Iglesia de San Nicolás (1874 - 1876)
Esta preciosa iglesia gótica que todavía hoy podemos encontrar en Hamburgo fue la más alta del mundo durante dos años breves, superando en apenas 30 centímetros a la Gran Pirámide. La estructura original estaba hecha de madera y reformada con piedra en el siglo XIV, pero no sería hasta que un terrible incendio la destruyó en el siglo XIX, y tuvo que ser reconstruida, cuando logró incluirse en la lista de los edificios más altos de la Historia.
El Monumento a Washington (1880 - 1889)
Tras otro brevísimo periodo donde la Catedral de Colonia fue considerada el edificio más alto del mundo, los Estados Unidos arrebataron la hegemonía arquitectónica a Europa con su famoso obelisco dedicado al primer presidente del país. 169 metros de altura que todavía se tienen en pie, coloreados todo de blanco, los cuales son posibles de subir en un ascensor colocado en el interior. Las vistas desde allí son excelentes, capaces de abarcar la capital estadounidense al completo.
La Torre Eiffel (1889 - 1930)
Guy de Maupassant la calificó como “Esta pirámide alta y flaca de escalas de hierro, esqueleto gigante falto de gracia, cuya base parece hecha para llevar un monumento formidable de Cíclopes, aborto de un ridículo y delgado perfil de chimenea de fábrica”, aunque esto no la libró de ser el edificio más alto del mundo con 300 metros de altura. Hablamos de una torre hecha con puro hierro cuyo peso en bruto llega a las 10.000 toneladas pero, aquí encontramos un dato curioso, ha sido repintada tantas veces que las capas de pintura añadida suman a día de hoy 350 toneladas.
Empire State Building (1931 - 1972)
Después de que el Edificio Chrysler sostuviera durante un único año el cetro de las alturas, Nueva York comenzó a asombrar al mundo con la construcción del Empire State, el edificio más alto hasta la fecha que marcó el comienzo de la era de los rascacielos. Rasca, rasca a 381 metros de altura, dejando definitivamente atrás la romántica época de las pirámides y las catedrales.
World Trade Center (1972 - 1973)
Antes de ceder el cetro a otras ciudades, Nueva York estiró sus capacidades durante un último año gracias a las hoy desaparecidas Torres Gemelas. Con 417 metros de altura, resultó en un nuevo salto de la arquitectura, y aquí invito al lector a reflexionar. Desde el inicio de los tiempos hasta 1889, el ser humano no había conseguido traspasar la barrera de los 200 metros en sus construcciones y, es asombroso, en menos de cien años se consiguió superar la barrera de los 200, los 300 y los 400. Convirtiendo a las Torres Gemelas en un icono, si no de la ciudad de Nueva York, del mundo entero.
Sears Tower (1973 - 1998)
Todavía en Estados Unidos, esta vez en la ciudad de Chicago, esta impresionante torre de 442 metros de altura consiguió ser la más alta del mundo durante más de dos décadas, todo un récord en los tiempos que corren. Recuerdo haberla visitado en su día y todavía puedo escuchar la voz del guía, cuando nos decía que el ascensor para subir a su punto de observación era el más rápido del mundo, y todos asentíamos embobados, entusiasmados. Y es verdad que los oídos se me taponaron un poco a medida que subíamos.
Torres Petronas (1998 - 2004)
Atención al dato. Vimos que la mayor civilización de la Antigüedad, Egipto, construyó la edificación más alta de su tiempo. A continuación entró Europa en la competición, encajando los años de altura con aquellos que más poderío ostentó sobre el mundo. Con la irrupción de Estados Unidos en el panorama internacional, fueron ellos quienes consiguieron alcanzar las alturas más desorbitadas. Y ahora, lo que resta de lista, serán los países asiáticos quienes cojan el relevo, empezando por las Torres Gemelas de Petronas en Kuala Lumpur, con 451,9 metros de altura. Así suponen un claro ejemplo del crecimiento asiático que se lleva dando las últimas dos décadas.
Taipei 101 (2004 - 2010)
Con 509,2 metros de altura, este edificio situado en la ciudad taiwanesa de Taipei consiguió romper la barrera de los 500 metros y ostentar el récord durante seis provechosos años. Pueden contarse varias curiosidades sobre este magnífico edificio, pero quizá resulte sorprendente saber que sus ascensores alcanzan una velocidad de 60 km/h, siendo capaces de llegar desde el quinto piso hasta el octogésimo noveno en nada más que 37 segundos.
Burj Khalifa (2010 - presente)
Después de veinticinco siglos triturando piedra, dibujando planos, inyectando dinero y sudando a chorros para conseguir superar los 500 metros de altura, el 4 de enero del 2010 la ciudad de Dubái asombró al mundo hasta alcanzar alturas desproporcionadas: 828 metros. Para hacernos una idea del colosal tamaño de este edificio, deberíamos saber que sería necesario superponer todos los edificios más altos del mundo hasta el Monumento de Washington, y todavía quedaría espacio para colocar la mitad del obelisco blanco, hasta lograr su misma altura. Supone 163 plantas a las que habría que añadirle los pisos subterráneos de aparcamiento y su base. Que pueden traducirse como una barbaridad.
✕
Accede a tu cuenta para comentar