Teruel
Fundada en el siglo XII, Teruel alberga en su casco antiguo una sorprendente y hermosa arquitectura mudéjar —declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1986—, que se mezcla con algunos edificios modernistas y con placas de forja en cada una de sus calles; en ellas, pueden leerse fragmentos de una trágica historia de amor. Podría decirse de esta ciudad que es única, especial e inolvidable por sus imponentes torres, por los aljibes que en ella se esconden, por sus restos de murallas medievales y, sobre todo, porque en su centro un mausoleo guarda los restos de dos amantes. Cuando las medidas restrictivas impuestas por la pandemia se suavicen, cuando el turismo nacional se active, y cuando busques un destino que te emocione, visita Teruel y disfruta de todo lo que ofrece.
Mausoleo de los Amantes de Teruel, el corazón turolense
El conjunto de los amantes va más allá de la sala donde se explica su historia; de las esculturas de alabastro bajo las que reposan sus restos; de la iglesia, llamada San Pedro, donde se descubrieron sus cuerpos hace siglos; de su torre que se eleva, siendo la más antigua de las torres mudéjares de Teruel; de su peculiar ándito… El conjunto de los amantes es algo más que arquitectura, historia o arte, es un sentimiento de amor que envuelve y estremece. Un romance imposible el de Isabel de Segura y Diego de Marcilla allá en el siglo XIII, un amor con un dramático desenlace. Si quieres saber qué aconteció, recorre el Mausoleo de los Amantes; si quieres emocionarte, mira de cerca las esculturas que representan a Isabel y Diego, que por deseo de la ciudad yacen uno junto al otro en su lecho de muerte, y observa cómo sus manos no llegan a tocarse para que nadie olvide que, aun amándose, a veces se sufre y se muere.
Es tal el peso de esta historia en los turolenses que, desde hace más de veinte años, la ciudad celebra durante tres días en el mes de febrero Las Bodas de Isabel recreando de forma teatralizada —a través de más de 60 actos— el destino de estos amantes. Este año 2021, del 18 al 21 de febrero, se emitirá online para evitar aglomeraciones.
La ciudad de las torres
Como si custodiaran el cielo de Teruel, se alzan las torres del Salvador, San Martín, San Pedro y la de la Catedral de Santa María. Aunque en la de San Martín no se pueda acceder a su interior, ya hay un proyecto para hacerlo posible; la de San Pedro se visita en el tour guiado del conjunto de los amantes del que antes hemos hablado; y la Torre del Salvador, por otro lado, ofrece la experiencia de descubrir los secretos del arte mudéjar y la leyenda que la rodea de misterio. Además, hay varias salas con interesantes exposiciones, y tras subir todos sus peldaños, un campanario con arcos apuntados y de medio punto nos descubre unas vistas inigualables. Por estas cuatro torres, por la belleza de su estructura y su fascinante decoración, Teruel, además de ser conocida como la ciudad del amor, también lo es como la ciudad de las torres.
Una exaltación de la ciudad y de su historia: la Escalinata del Óvalo
Todo sorprende en Teruel: su legendaria Plaza del Torico, la conservación de sus murallas, sus aljibes medievales, el acueducto que forma parte del paisaje urbano…, pero, sobre todo, la Escalinata del Óvalo, una de las construcciones más emblemáticas pese a tener solo cien años. Se trata de una obra funcional para salvar el desnivel existente entre la estación de ferrocarril y el centro de la ciudad, en la que se manifiestan elementos arquitectónicos y ornamentales extraídos de la tradición mudéjar local y del modernismo. Como se ha indicado, esta distintiva construcción constituye una exaltación de la ciudad y de su historia, patente en su imponente altorrelieve de los amantes con la escena del beso y la muerte de Isabel.
Teruel, en definitiva, cuenta con un encanto tan especial que consigue despertar sentimientos profundos en todos aquellos que la visitan. A pesar de ser una ciudad pequeña, recorrer sus calles permite descubrir grandes «tesoros».
Pasividad ante la tragedia