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Breve guía práctica para conocer a los dioses hinduistas

Aunque conocer las divinidades hinduistas requiere una vida, este pequeño manual te ayudará a acercarte a ellos

Breve guía práctica para conocer a los dioses hinduistas
Breve guía práctica para conocer a los dioses hinduistasKarma Sonam

Nos ocurre que en ocasiones buscamos una aventura muy lejos y nos perdemos un poco. Terminamos por chocar contra culturas milenarias (es decir, que llevan milenios desarrollándose hasta alcanzar una complejidad exquisita) y nosotros reconocemos, mitad derrotados, la otra mitad confusos, que en unos pocos días de vacaciones no comprenderemos siquiera un ápice de ellas. Nos rodea un huracán de ritos, ceremonias, sangre y sacrificios que nos aturde. Pero que no cunda el pánico. Es lo normal. Y si señalamos con la planta del pie a un musulmán o estrechamos la mano izquierda a un hinduista podemos ofenderles sin saber exactamente en qué nos equivocamos, pero es normal, nosotros somos extranjeros, forasteros en su tierra, y tenemos esa excusa para equivocarnos alguna vez.

Sin embargo siempre podemos investigar un poquito antes de zambullirnos en este batiburrillo cultural que nos sorprende. Bendito Internet. Entonces si tienes pensado visitar la India en un futuro (cuando se tranquilice el asunto del coronavirus) y quieres ir adelantando los deberes, o tienes simple y llana curiosidad por conocer un poquito más la religión hinduista, aquí tienes el listado de sus dioses más importantes. Así sabrás a quién rezar cuando quieras que se detenga el viento, que tu fuego arda sin peligro o que tus seres queridos puedan alcanzar sin muchos problemas el Suarga, el más allá.

Brahma

Dios Brahma.
Dios Brahma.Khwaneigqdreamstime

Brahma está considerado por la amplia mayoría de los hinduistas como el dios creador. Él fue la esencia de todas las cosas al comienzo de los tiempos, incluyendo el propio tiempo (era algo así como la energía concentrada en el instante previo al Big Bang) y, después de dedicarse durante millones de años a la meditación, consiguió imaginar cómo debía ser el Universo. Se puso manos a la obra para crearlo. Sin embargo, al poco tiempo se dio cuenta de que al ignorar realmente cómo sería el Universo una vez empezara a fluir, su primera creación no fue otra cosa que el reflejo de su ignorancia. Cogió una especie de goma de borrar divina y al pasarla por esta primera creación, dio forma a la primera oscuridad, y con esa oscuridad vino la noche, y con ella los demonios. Miles, cientos de miles de demonios malignos y descontrolados. Entonces Brahma no tuvo otra que crear la luz, el sol y los dioses hinduistas para contrarrestar el efecto negativo de la oscuridad y traer el balance al Universo. Entre estos dioses nuevos creó a Vak (la palabra) y tras aparearse con Vak un puñado de veces, al más viejo estilo de los dioses antiguos, pues engendraron a todas las especies vivas de la Tierra.

Suele ser representado con cuatro caras, una barba puntiaguda, el pelo enmarañado y los ojos cerrados por encontrarse ejercitando la meditación. Por lo general aparece también con un cuenco de agua sujeto por una de sus cuatro manos, porque según la religión hinduista toda la creación procede del primer elemento que es el agua.

Vishnú

Representación del dios Vishnú.
Representación del dios Vishnú.Jayk67dreamstime

Considerado uno de los tres grandes dioses hindúes, junto con Brahma y Shiva, la tarea de Vishnú corresponde a la del preservador y sustentador del mundo. Interacciona habitualmente con los seres humanos en los momentos de crisis, bajando a la tierra camuflado bajo distintos avatares que le permitan “arreglar” los estropicios que causen algunos de los demonios que nacieron la oscuridad. Si ocurre un terremoto, una guerra o un desequilibrio en las estructuras sociales, Vishnú es el dios adecuado al que pedir su divina intercesión. Según la tradición ya ha descendido a la Tierra bajo la forma de nueve avatares, entre los que destacan Vamana (un enano muy astuto) para enfrentarse al demonio Bali, Parashurama (un guerrero excepcional) para evitar que la casta de los chatrías domine el mundo, Matsya (un pez) para recuperar los textos sagrados que robaron los demonios durante el Diluvio Universal, Kurma (una tortuga) para sujetar el monte Meru y echar una mano a los dioses en varias aventuras, Krishna (un excelente orador y guerrero que hoy se adora como un dios aparte) para derrotar al maquiavélico rey Kamsa... y Buda (sí, el mismo que creó la religión budista) para alejar a los demonios de los dioses.

Es representado con la piel de color azul y tiene cuatro o más manos. Por lo general aparece portando sus dos símbolos más característicos: la rueda que representa la mente universal y los poderes de creación y destrucción que forman el universo giratorio; y una caracola que simboliza el origen de su existencia por la forma espiral y su relación con el agua.

Shiva

Estatua de Shiva.
Estatua de Shiva.sarangibpixabay

Nació de un falo gigante que apareció envuelto en llamas cuando Brahma y Vishnú discutían sobre quién debía gobernar el Universo, y cuando los dos dioses primigenios se percataron de su inmenso poder, decidieron que gobernarían el Universo entre los tres, formando así la tríada de los grandes dioses hindúes. Shiva quizá sea uno de los dioses más profundos y complejos del hinduismo. Su nombre significa “auspicioso” y simboliza la reconciliación entre contrarios, ya que se le atribuyen los poderes de la destrucción pero también de la regeneración de lo destruido. Crea y destruye a partes iguales. Y no conviene enfadarle. Cuenta la leyenda que, después de que su esposa Sati se suicidara como respuesta a una ofensa que le hizo el dios Daksha, Shiva cogió el cuerpo chamuscado de su esposa y comenzó a bailar con ella la “danza de la muerte”, que una vez concluida daría paso a la destrucción de todo el universo. Solo fue una suerte para nosotros que Vishnú resucitase a Sati bajo la nueva forma de la diosa Parvati y consiguió detener esta danza destructora.

Aparece representado con tres ojos (el tercero viene situado en su frente y solo se abre cuando procede a realizar algún acto de destrucción) y con el río Ganges pendiente sobre su cabeza. Está completamente desnudo a excepción de una piel de tigre que lleva atada a la cintura, y sus cuatro brazos suelen sostener un tridente, un reloj de arena, un antílope y un hacha. También puede llevar colgado alrededor del cuello un collar de calaveras, ya que lo consideran el dios responsable de las cremaciones.

Durga

Representación de Durga (en el centro) junto con otras deidades.
Representación de Durga (en el centro) junto con otras deidades.Soumen Tarafderdreamstime

La diosa femenina más importante del panteón hindú es tremendamente complicada de entender. Todo comenzó cuando Mahisha, uno de los demonios cuyo origen ya conocemos, alcanzó un gran poder por medio del ascetismo severo. Desde su posición poderosa pidió a Brahma que le concediese el regalo de la inmortalidad, a lo que Brahma se negó, entonces le exigió que su muerte solo pudiera ser a manos de una mujer, a sabiendas de que no había una deidad femenina capaz de enfrentarse a él. La tríada accedió, Mahisha atacó de inmediato a todos los dioses riendo a carcajadas y, como eran muy astutos, Brahma, Vishnú y Shiva crearon a la diosa Durga para que aniquilara al incómodo demonio. El combate entre Durga y Mahisha fue apoteósico y la nueva diosa tuvo que adoptar un puñado de formas diferentes para enfrentarse al demonio a lo largo de todo el mundo y derrotarlo. Finalmente Mahisha fue derrotado y Durga se convirtió en la deidad femenina más poderosa del Universo.

Siguiendo la idea de que Durga tuvo que adoptar diferentes formas para enfrentarse al demonio, todavía hoy se representa según diez formas diferentes (adoradas como deidades separadas) que son conocidas como “las diez Mahavidyas”. Entre las que se encuentra la archiconocida diosa Kali, diosa de la muerte y portadora de un terrible poder destructor.

Otros dioses

El panteón hindú contemporáneo es abrumador. Son miles, decenas de miles de dioses, algunos tan genéricos y poderosos como los mencionados en esta pieza, otros pueden ser deidades inferiores que solo adoran pequeñas aldeas al sur del país. Harían falta varios libros para describirlas todos con precisión. Pero quizá convenga saber que Surya (dador de vida) es el dios del sol, fuente de luz y sabiduría y el vigilante del mundo durante el día. Que Varuna es el legislador de los dioses y quien especifica las normas que rigen los sacrificios, así como el dios encargado de controlar las estaciones y el ciclo anual de siembras. Que Agni representa al fuego en cualquiera de sus formas, desde el fuego que provoca el rayo hasta el fuego de los rituales, y que suele aparecer representado sobre un carnero. Que Indra es el dios del trueno y de la lluvia. Que Vayu es el dios de los vientos y que se lleva a morir con Garuda, el rey de las aves. O que el río Ganges depende directamente de la diosa Ganga.

Nosotros desde España difícilmente podemos comprender la complejidad de la religión hindú. Sin embargo siempre podremos admirar su belleza, indagar en ella hasta que nos duelan los ojos, empaparnos de sus ritos y sacrificios que colorean de sangre las aguas sagradas del Ganges.