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Fuerteventura: un tesoro en el Atlántico

Las más de 150 playas de Fuerteventura hablan por sí solas. Unos 340 kilómetros de costa, océano turquesa de aguas cristalinas, arena blanca y suaves temperaturas de entre 23 y 25 grados 365 días al año. Más de 3.000 horas de sol, y luz, mucha luz.

Espacios protegidos, paisajes desérticos, zonas volcánicas, malpaíses y una rica variedad de especies singulares hacen de Fuerteventura el lugar perfecto para quién busca una escapada al son de la naturaleza. Esa situación, unida a la consolidación de Fuerteventura como un destino de primer orden, se ha visto reforzada por la apertura de nuevos mercados y la diversificación de una oferta ya de por sí excelente, sin abandonar su posicionamiento consolidado durante décadas como destino de ‘sol y playa’. El envidiable clima que envuelve la Isla, sus increíbles condiciones y espacios naturales, junto con las más modernas instalaciones y años de experiencia que justifican la profesionalidad de sus servicios, son motivos más que suficientes para hacer de ella un destino turístico excelente en cualquier época del año. 

 

Una isla responsable

Fuerteventura, declarada Reserva de la Biosfera para todo el territorio insular, cuenta con más de 48.000 hectáreas de superficie protegida donde perderte. Monumentos naturales, parques naturales, parques rurales y paisajes, testigos vivos de sus orígenes volcánicos como los malpaíses, donde habita una variedad interminable de plantas y una fauna autóctona de incalculable valor que se protegen con empeño mediante los muchos proyectos medioambientales. Algunos ejemplos de ello son la reintroducción de la tortuga caretta-caretta o los planes de avistamiento de pájaros y conservación de especies. Elige tu manera para descubrir estos parajes únicos: a pie por la red de senderos que recorre la isla de punta a punta, con una mountain bike, sobre el lomo de un camello… o simplemente déjate llevar, porque cada rincón es un tesoro.

Naturaleza, negocios y placer

En Fuerteventura puedes descubrir los contrastes de un entorno único donde se unen el lujo y lo natural, los negocios y el placer, la aventura y la calma. Hoteles de máxima categoría en emplazamientos inimaginables, congresos y reuniones con vistas al mar, campos de golf abiertos todo el año o la gran variedad de spas y thalassos donde renovar la mente y el cuerpo confeccionan el lado más lujoso de la Isla. 

Fuerteventura es el lugar ideal para celebrar todo tipo de congresos y convenciones con las más modernas instalaciones y las últimas tecnologías en un entorno único. El Palacio de Formación y Congresos y la opción de ir a un lugar de encuentro con playas, volcanes y barrancos se combina con una alta gama de hoteles de cuatro y cinco estrellas, ideal para organizar conferencias y viajes de incentivos para empresas en la isla.

Villas, bungalows, apartamentos, alojamientos rurales con magníficas vistas y resorts de golf con las fiestas más exclusivas completan el amplio abanico de posibilidades que garantizan servicios de calidad.

Los centros de talasoterapia también sacan el máximo provecho de los beneficios del clima, el mar y la flora autóctona como el aloe vera, reconocido mundialmente como una fuente de salud para unos excelentes cuidados, donde renovar la mente y el cuerpo confeccionan el lado más lujoso de la Isla. Profesionalidad, experiencia y un clima agradable durante todo el año en una ubicación única son las mejores garantías para los visitantes.

En Fuerteventura puedes descubrir los contrastes de un entorno único donde se unen el lujo y lo natural, los negocios y el placer, la aventura y la calma.

Turismo familiar

La isla de Fuerteventura acoge con los brazos abiertos a los más pequeños de la familia. Desde preciosas playas seguras y hechas con cariño por la naturaleza, donde los más pequeños pueden vivir en libertad, hasta una oferta de ocio y diversión para disfrutar con ellos una aventura nueva cada día. La isla cuenta con actividades pensadas para los más jóvenes: parque acuático, paseos en barco o a bordo de un submarino, baño con leones marinos, paseo en camello, aprender tu deporte favorito, excursión en tierra (a pie, caballo, quad, motocicleta..). Además, la oferta alojativa de Fuerteventura, joven y moderna, está preparada para ofrecer a los más pequeños todas sus necesidades de actividad y diversión.

Turismo activo

Fuerteventura ofrece una perfecta combinación entre el disfrute de la naturaleza y la práctica del deporte. Las condiciones meteorológicas de la isla hacen de ella un punto de encuentro ineludible para todo tipo de actividades al aire libre los 365 días del año, ideal para la práctica de deportes náuticos como windsurf, surf, vela, buceo, kitesurf, pesca… Las innumerables escuelas hacen estas actividades practicables para cualquier edad, pero también el sitio idóneo para practicar un sinfín de actividades en los mejores ambientes fuera del mar, sendas por las que perderse en paisajes singulares, paseos en camello, equitación, senderismo, mountain bike, quad…

La isla cuenta cuenta con complejos hoteleros especializados en entrenamiento de alto rendimiento para profesionales de máximo nivel, equipados con la última tecnología y una excelente atención al cliente de instructores profesionales. Sede de grupos y equipos completos de ciclismo, balonmano, vóley playa, triatlón y natación, entre otros, que se entrenan o preparan para la siguiente temporada en las condiciones más favorables.

Cultura y gastronomía

Siente una cultura centenaria que pervive en cada rincón de Fuerteventura. Desde vestigios de antiguos pobladores, como los grabados en la enigmática Montaña de Tindaya, la hasta arquitectura de siglos pasados que albergan preciadas obras de arte, artesanía, fiestas populares y antiguas tradiciones que convergen con la época moderna. La isla cuenta con una red de museos que ofrece la oportunidad de viajar en el tiempo a través de una historia que te acerca al conocimiento del pueblo majorero.

En cuanto a gastronomía, los platos Fuerteventura saben a sal, a mar y al pastoreo de las cabras majoreras. Pescados en todas sus formas, gofio, papas arrugadas, pero sobre todo, su famoso queso majorero, con denominación de origen desde 1996 y reconocido internacionalmente con numerosos galardones. Unos sabores únicos, donde de la misma tierra que salía el tomate, en la actualidad, se cosechan uvas y olivos con las que se obtienen vinos y aceites de reconocido prestigio. La cocina de vanguardia se entrelaza con la tradición de platos tan arraigados a las raíces majoreras como el popular puchero o carne de cabra compuesta.

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