Estos son los siete aeropuertos más peligrosos del mundo (si tiene miedo a volar)

Existen muchos tipos de miedo pero hay uno que causa verdaderos estragos a aquellos que lo padecen y, en muchas ocasiones, no tienen otra opción que hacerle frente.

La aerofobia o miedo a volar es un tipo de sensación que provoca un rechazo irracional a realizar un viaje en avión. Esta, se suele manifestar por diferentes motivos y puede tener uno o varios tipos de fobia. Ahora, además, tras la reapertura de fronteras progresiva la aviación espera volver a mover millones de viajeros.

Aunque este no siempre implica el pensamiento a que el medio vaya a caer o sufrir un accidente mortal, muchos de los que lo experimentan sufren verdaderos problemas para poder subirse a un avión.

Aunque la fobia se puede manifestar por si sola, también otro tipo de miedos pueden influir y agravarla. Tanto la claustrofobia, el miedo a espacios cerrados, y la agorafobia, rechazo a situaciones y espacios donde es difícil escapar, pueden estar detrás.

El miedo a las alturas, incluso, puede ser otro de los motivos que nos provoque esta negatividad y rechazo a la hora de coger un avión por el motivo que sea. Aunque estas se puedan tratar, en muchos pacientes cuesta años y dedicación poder dejarlas atrás.

Cuando alguien con algún tipo de fobia se atreve a coger un avión para desplazarse lo ideal sería que el viaje sea lo más placentero posible. Aún así, esto en ocasiones no ocurre, ya puede ser por motivos meteorológicos o algún fallo.

Así las cosas, si que podemos ayudar a este tipo de personas o ellas mismas esquivar disgustos innecesarios evitando, por ejemplo, aeropuertos peligrosos. Estos, suelen causar estragos a pasajeros e, incluso, a los pilotos más experimentados.

Los aeropuertos más peligrosos del mundo

Aunque muchos son los factores que pueden provocar la peligrosidad de un aeropuerto destacan cuatro por encima del resto. Pistas cortas, una gran altitud, ser un lugar con condiciones meteorológicas complicadas y estar entre montañas son los principales inconvenientes de estos lugares.

Estas, provocan que incluso los mejores pilotos del mundo deban ponerse manos a la obra cuando llegan a ellas, pues un mínimo error puede causar una catástrofe. Aunque no existe una lista oficial, si que entre las blogs de especialistas hay unas que siempre aparecen y causan auténticos estragos.

La lista, une a diferentes lugares de alrededor del mundo y, si usted tiene, o conoce alguien con miedo a volar será mejor evitar los que puede leer a continuación:

• Aeropuerto Internacional Toncotín (Tegucigalpa): Inaugurado en 1934, recibe casi un millón de viajeros al año. Su estrecha pista y cercanía a las montañas lo pone en lo más alto de esta lista debido a sus problemas para aterrizar. Niebla, casas y una pista de menos de 2km hacen este aeropuerto uno de los más accidentados del mundo con una decena en toda su historia. Uno de ellos, incluso, provocó la muerte de 131 personas.
• Aeropuerto de Madeira (Santa Cruz): Este aeródromo portugués suele ser uno de los más complicados para aterrizar en el mundo. Su pista principal se encuentra rodeada de acantilados que, junto a los terrenos elevados cercanos provoca unos cambios de aire muy bruscos.
• Altipuerto de Courchevel (Francia): Su principal problema se encuentra por estar construido en la meseta de una montaña. Este aeródromo a más de 518 metros de altitud provoca que la pista sea descendiente y los pilotos deban tener gran precisión al operar en el.
• Aeropuerto Princesa Juliana (San Martín): Este aeropuerto es uno de los más famosos del mundo debido a su cercanía a una playa en Maho. Los aviones pasan muy raso de los bañistas debido a que la pista no tiene más espacio para crecer.
• Aeropuerto de Wellington (Nueva Zelanda): Su única pista de 2.500 metros parece tener el final en medio del agua y, junto a las montañas muy cercanas provocan unas rachas de viento muy complicadas para los pilotos.
• Aeropuerto Juancho E. Yrausquin (Isla de Saba): Cuenta con una de las pistas para aterrizar más cortas del mundo de la aviación con solo 396 metros. Esto, consigue que los pilotos deban operar quirúrgicamente para no cometer errores.
• Aeropuerto de Paro (Bután): Aterrizar aquí es una autentica odisea. Una pista rodeada de montañas con más de 5.500 metros y con 2.000 de longitud solo permite operar durante el día. Tanta es su dificultad, que existen solamente 17 pilotos en todo el mundo autorizados para operar en ella.