De Arousa al río Ulla, la emocionante travesía del Camino del Mar

A medio camino entre la leyenda y la historia, de ahí su magnetismo para los peregrinos, la Ruta del mar de Arousa y río Ulla rememora, según la creencia, las últimas millas navegadas por la barca de piedra que trasladó desde Palestina hasta tierras gallegas el cuerpo sin vida del apóstol Santiago tras ser martirizado, el cual fue enterrado por sus discípulos en la que hoy es la ciudad de Santiago de Compostela.

Conocida como la Traslatio, esta ruta es considerada por muchos el origen de todos los caminos de Santiago. Lo cierto e innegable es que este itinerario —de unas 40 millas por mar y río hasta Padrón, y desde allí, 25 kilómetros por tierra hasta la Catedral de Santiago— está cargado de simbolismo y ofrece una experiencia maravillosa e inolvidable se sea o no creyente. La razón principal de que esta ruta sea tan especial es que la ría de Arousa esconde preciosos parajes en los que el peso de la historia y leyenda sorprenden y emocionan al peregrino. A esto hay que sumarle que esta zona atesora playas de arena fina y espacios naturales de indescriptible atractivo, todo ello conforma un irresistible paisaje marino dominado por bateas y labores de pesca, algo que aumenta aún más su encanto y autenticidad.

La primera puesta en valor de esta ruta se remonta a 1965, impulsada por el arzobispo de Santiago, Fernando Quiroga Palacios, y a la creación de la Fundación Ruta Xacobea do mar de Arousa e Ulla. Comenzaban así los remontes en barco conmemorativos de la ruta, defendida desde la Fundación como «el germen de todos los Caminos de Santiago». De esa época data también la colocación de cruceros de piedra en la ría donados por la Iglesia, ayuntamientos, instituciones y empresas, constituyendo un exclusivo viacrucis marítimo fluvial a lo largo de la ribera.

Espiritualidad por mar, río y tierra, la esencia de este Camino

Esta ruta tiene dos posibles puntos de partida: uno situado en el puerto deportivo de Pedras Negras en San Vicente do Mar y otro en en el puerto de Ribeira. Hay que hacer un inciso de que ambos están ubicados en la ría de Arousa, flanqueando su comienzo, uno enfrente de otro. Como punto de llegada de este trayecto acuático se establece en el puerto fluvial del río Ulla en Padrón.

Si partimos del puerto de Pedras Negras, iremos viendo en la orilla las localidades de Meis, Cambados, Ribadumia, Vilagarcía de Arousa, Illa de Arousa, Vilanova de Arousa, Catoira, Valga y Pontecesures, a partir de aquí el peregrino debe continuar por tierra hasta Padrón, desde donde se une al Camino Portugués, y ya juntos, peregrinos de uno y otro Camino, hasta Santiago. Si por el contrario decidimos comenzar desde Ribeira, pasaremos por las costas de A Pobra do Caramiñal, Boiro, Rianxo, Dodro y, por último, la de Padrón, donde, como ya hemos indicado, se une al Camino Portugués hasta su destino final: la tumba del Apóstol, en la Catedral de Santiago.

En el trayecto de la ría de Arousa, si partimos del puerto de Pedras Negras, podremos ver una de las islas más famosas de esta ría e incluso de España, la Illa da Toxa, que se caracteriza por sus balnearios y sus aguas medicinales, un lugar perfecto para el descanso. En el centro de la ría, nos encontraremos con la Illa de Arousa, un paraíso natural de Galicia que creemos que merece la pena conocer si se dispone de tiempo. Declarada reserva natural, tiene 36 kilómetros de costa, de los que once son de playa con arena fina y blanca. Sus lugares de imprescindible visita son el Faro de Punta Cabalo, que se yergue entre las rocas en un paisaje de incomparable belleza; el islote Areoso, que en realidad no está en la isla, pero se encuentra muy cercano y es una zona natural protegida de casi nueve hectáreas, estar constituido casi por completo de arena fina le confiere una impresionante apariencia de duna surgida del mar; y, por último, aunque toda la isla en sí es muy especial, el Parque Natural de Carreirón, un lugar considerado internacional para la protección de aves con playas de arena salpicadas de cantos rodados, además de pinares y marismas donde habitan aves zancudas de bonitas formas y colores que las hacen espectaculares de contemplar.

Después de cruzar el puente de acceso a la Illa de Arousa, nos encontraremos localidades costeras muy importantes tanto por sus puertos pesqueros como por su atractivo turístico, y otra de las islas del Parque Nacional Marítimo-Terrestre das Illas Atlánticas, Illa de Cortegada, que alberga el bosque de laurel más grande toda Europa. Una vez dejemos la ría de Arousa nos adentraremos en el curso del río Ulla, el segundo río más grande de Galicia después del río Miño. Notaremos un cambio en el paisaje de nuestro viaje, dejaremos atrás el agua con sal para navegar por agua dulce, con el cambio que esto supone en términos de fauna y flora.

Lo que más llama la atención de este precioso tramo fluvial es el viacrucis que vemos con cruceiros a ambos lados del río, y, cómo no, las famosas Torres de Oeste, conocidas también como Torres de Catoira. Estas torres fueron declaradas Monumento Nacional y exhiben su grandeza cuando se celebra la Romería Vikinga que recuerda el pillaje de los guerreros normandos sobre los pueblos costeros de la ría de Arousa.

Son muchos más los motivos, además de por la belleza y el simbolismo que hemos podido describir en este pequeño artículo, por los que hacer la Ruta del mar de Arousa y río Ulla es una experiencia única para cualquier peregrino. Es, sin duda, la más singular de las rutas xacobeas, y es, por tanto, ideal para sentir en toda su grandeza la esencia del Camino: autenticidad. ¡Buen Camino, peregrino!

Más información en la web oficial El Camino de Santiago.