Escapadas
Enoturismo en Madrid, de ruta por los viñedos de la región
La Comunidad de Madrid cuenta con seis itinerarios culturales del vino y 52 bodegas con D. O. Vinos de Madrid
Ahora que el verano da sus últimos coletazos y el otoño está a punto de arrancar, ya huele a uva pisada, a mosto y a vendimia, una actividad que también encuentra su hueco, y cada vez con mayor éxito, en la Comunidad de Madrid, donde existen diferentes bodegas y zonas turísticas visitables que invitan al viajero a disfrutar de una escapada apasionante y entretenida a partes iguales.
Una cata de vino acariciada por los atardeceres madrileños suena, cuanto menos, como un plan redondo para un fin de semana otoñal diferente. Las opciones resultan de lo más apetecibles, pues la región cuenta con un total de seis itinerarios culturales del vino a lo largo de las cuatro secciones o subzonas de la región: Arganda del Rey, Navalcarnero, San Martín de Valdeiglesias y El Molar.
En los últimos años, la región ha destacado como destino ideal para el enoturismo, con más de 8.000 hectáreas de viñedos, 52 bodegas con D.O. Vinos de Madrid y alrededor de 110 marcas de vino. Conocer esta rica variedad resulta muy sencillo y apetecible, ya que muchas de sus bodegas se encuentran a menos de una hora de la capital.
Uno de los itinerarios más sugerentes es el que nos lleva hasta la parte del suroeste de la región, donde nos espera el atractivo municipio de San Martín de Valdeiglesias, famoso por sus majestuosos paisajes y por sus vinos desde el siglo XII. El paisaje en esta parte de la Comunidad está conformado por una extensa área de enclaves rurales con una belleza natural que alberga un gran patrimonio cultural y arqueológico, diverso en gastronomía y tradiciones. Concretamente, la subzona de San Martín de Valdeiglesias, la más occidental de la región madrileña, abarca nueve términos municipales sobre los que se distribuyen 18 bodegas inscritas en la D.O. Vinos de Madrid. Todas ellas agrupan el 22% del viñedo inscrito con el 25% de la producción total anual elaborada por no más del 15% de los productores.
Experiencias únicas
Una de las experiencias más exclusivas que encontraremos en esta zona es «el viaje del vino» en Bodega Valleyglesias. Este establecimiento se encuentra en medio de la naturaleza (en la cima de un cerro), por lo que solo subir hasta él ya merece la pena. Sin embargo, la experiencia se complementa, además, con la posibilidad de recorrer los viñedos en bici eléctrica, una aventura que finaliza con una degustación de su mejor producción y una lección de enología ideal para los amantes del vino.
Otro buen plan es la visita al viñedo y a la Bodega de las Moradas de San Martín, que este año ha recibido la máxima distinción del «Gran Bacchus de Oro» para su vino «Las Luces Libro 11», primer vino de la D.O. Vinos de Madrid que recibe este prestigioso galardón. Esta bodega nace en 1999 para recuperar los viñedos centenarios de garnacha tinta, que vienen siendo cultivados en esta villa desde el siglo XII. Las Moradas es el título del último libro que escribió Santa Teresa, pues el vino de esta zona es citado por los más importantes escritores en el Siglo de Oro español.
Tampoco defrauda la experiencia denominada «Tierra Calma Experience», donde el viajero puede entender la filosofía de la Bodega Tierra Calma y el proceso de elaboración y crianza de sus vinos naturales. Aquí se puede visitar el paraje de La Nava, donde se encuentran sus viñas centenarias de agricultura ecológica, descubriendo, de esta manera, lo que es el alma de la tierra.
La aventura enoturística no tiene por qué significar renunciar a una escapada en familia, tal y como demuestra la propuesta de la Bodega Cenicientos, que ofrece una experiencia de catas comentadas y visitas guiadas a viñedos, con diversas sesiones apropiadas para disfrutar en familia o con amigos. Para quienes prefieran degustar el vino con un poco de picoteo, Bodega 4 Monos viticultores brinda la oportunidad de sentir el mundo del vino con pasión, desde la perspectiva de cuatro jóvenes que han logrado captar el concepto del vino con una mirada distinta.
Por su parte, para los amantes de la caballería y el vino, la escapada turística puede combinar, a la vez, una ruta a caballo con una visita guiada y cata de dos vinos de la mano de la Bodega Cristo del Humilladero, que desde la Sierra de Gredos nos regala una vista inolvidable de un paraje inigualable de belleza y pureza. Los vinos de la bodega proceden de los viñedos de garnacha de cepa vieja que se cultivan en el pueblo de Cadalso de los Vidrios, en la Sierra de Gredos, desde mediados del siglo XX.
Bodegas de tradición
Al emprender esta ruta en busca de los mejores vinos de la Comunidad de Madrid, son muchas las opciones, por lo que merece la pena dedicar un par de días y dormir en alguno de los alojamientos con encanto de la región.
Una de las bodegas con mayor solera que pueden encontrarse en la Comunidad y que bien merece la pena visitar es Bodega Cardeña que, desde 1925, realiza un mimado trabajo de elaboración del vino, manteniendo el mismo cariño por la uva y la dedicación de antaño. Asimismo, la viticultura ecológica Ca’ di Mat (Casa de Locos en el dialecto piamontés, zona de la que es originario uno de los fundadores)muestra su mejor producción con respeto, paciencia y trabajo duro con viñedos viejos, plantados en pequeñas parcelas de suelo granítico.
Por su parte, la Bodega Miguel Santiago es una pequeña bodega familiar que, en sus 20 hectáreas produce vinos tintos de uva garnacha y vino blanco de albillo real. Desde hace cinco generaciones han tratado la uva con el mayor cuidado y el trabajo, tanto en los viñedos como en la bodega, se realiza de la forma más natural posible para dar paso a vinos que son fiel reflejo de la tierra que los alimenta.
Pero si hablamos de tradiciones, Bodega Virgen de la Poveda, situada en Villa del Prado, encarna una gran historia. Elabora vinos desde el siglo XIII, pero no es hasta 1963 cuando se construye la bodega actual, en la que se incluye la más moderna tecnología para la elaboración y crianza de los vinos, por lo que resulta perfecta para empaparse bien de la historia de esta actividad.
Parece evidente que la pasión por el vino está cada vez más extendida y la oferta se ensancha cada vez más en la Comunidad de Madrid, que empieza a destacar como destino ideal para el enoturismo. Los paisajes del Vino de Madrid nos trasladan a experiencias únicas por vivir y por sentir.
✕
Accede a tu cuenta para comentar