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Uruguay: diversión en Montevideo y relax en Canelones

El país suramericano no defrauda a quienes buscan aunar cultura y shopping con playas y naturaleza.

Vista panorámica de la capital de Uruguay, repleta de opciones de ocio y cultura
Vista panorámica de la capital de Uruguay, repleta de opciones de ocio y culturaDreamstime

Pequeño, pero con infinidad de atractivos que lo convierten en un gran destino. Así podría definirse Uruguay, un país que cautiva por su discreto encanto, la hospitalidad de los lugareños y una bella naturaleza plasmada en verdes praderas, grandes dunas, aguas termales y playas vírgenes.

Lo cierto es, que quizás lo más conocido de Uruguay por los viajeros sea su bonita y pintoresca capital, Montevideo, la cual hemos descrito varias veces en anteriores artículos. Por ello, en esta ocasión, nos vamos a centrar en todo lo que ofrecen sus alrededores a aquellos que, en su visita a Uruguay quieran vivir la experiencia de sumergirse, en un solo viaje, en el famoso, vibrante y bohemio ritmo montevideano así como conectar con la naturaleza más auténtica y salvaje de este fascinante y diverso país .

La primera excursión para aquellos que buscan tranquilidad y conectar con la naturaleza en algún momento de su estancia en la capital uruguaya debería ser la Costa de Oro, en el departamento de Canelones. Por su cercanía con Montevideo, a menos de una hora, este conjunto de ciudades balneario, entre las que destacan Neptunia, Pinamar, Las Toscas o Atlántida, son un destino tradicional en las vacaciones de familias uruguayas, y se caracterizan por conservar aún ese aire familiar antiguo y tranquilo tan apreciado por los viajeros que priorizan el descanso en sus viajes. Nos pararemos, por todos sus atractivos, en Atlántida, considerada por los locales como la capital turística de la Costa de Oro. Cabe destacar que tiene un paisaje más urbano que Las Toscas y sobresale por sus restaurantes, que ofrecen extraordinarias experiencias gastronómicas; sus múltiples negocios y tiendas, ideales para hacer turismo de compras; su zoológico; su miniparque de diversiones con videojuegos y atracciones; y por las ferias de artesanos que suelen organizarse en el centro de la ciudad. También es muy recomendable visitar la Iglesia del Cristo Obrero, declarada Monumento Histórico Nacional, y cuyo diseño arquitectónico en ladrillo sorprende por sus techos curvos y porque no hay presencia de ninguna columna o viga de apoyo. Aunque un poco más al norte, merece la pena desplazarse hasta la rambla Dr. Miguel Perea, muy célebre por su Paseo de las Esculturas, sus antiguas casonas y por la celebración en enero de la Noche Blanca, un evento en el que se puede disfrutar de exposiciones, actuaciones, propuestas gastronómicas, cine, danza y espectáculos tecnológicos, como un mapping gigante, el cual se proyecta sobre el icónico edificio del antiguo Hotel La Floresta.

Sin abandonar la Costa de Oro

Sin duda, merece la pena conocer Ciudad de la Costa, situada entre los arroyos Carrasco y Pando, también en el departamento de Canelones. Sus playas, el atractivo principal de esta zona, son una opción estupenda para todos aquellos que amen ver preciosos atardeceres y descansar contemplando un mágico telón de fondo. Entre algunas que podemos destacar están la playa de Barra de Carrasco, la de San José de Carrasco, la de Shangrilá —inspirada en la mítica tierra Shangri-La, un paraíso de paz y hermosos paisajes que aquí se hacen realidad— y la de El Pinar, cuyo nombre se debe a que está rodeada de pinos. Otro espacio muy especial de imperdible visita es el parque Roosevelt; limita con la playa de Shangrilá y es el primer parque estatal creado en Uruguay. Como curiosidad, en este parque desde 1976 durante la Semana de Turismo, en abril, se celebra un festival folclórico llamado Criolla del Roosevelt. En él se disputan competiciones jineteadas gauchas con participantes de Argentina, Brasil y Uruguay, al mismo tiempo que hay espectáculos de música folclórica y canto popular, así como muestras artesanales y ferias gastronómicas. Es una maravillosa experiencia que solo un lugar con tanto encanto como este y un país tan singular como Uruguay puede brindar a sus visitantes. Por otro lado, en Ciudad de la Costa, todos aquellos a los que les encante el turismo de shopping encontrarán en la Avenida Giannattasio una parada casi obligada, pues aquí, además de numerosos restaurantes, hay un sinfín de tiendas muy especiales en las que, entre otras cosas, se pueden adquirir prendas representativas de la moda local.

Vista de la plaza de la Independencia, corazón de Montevideo
Vista de la plaza de la Independencia, corazón de MontevideoDreamstime

Las Piedras y Santa Lucía, enoturismo y tranquilidad

Continuamos nuestro recorrido por los alrededores de Montevideo deteniéndonos en la ciudad de Las Piedras, también en el departamento de Canelones, que ofrece un amplio abanico de lugares que visitar: el Museo Julio Sosa —dedicado a un cantante de tango local—; el Parque Nacional Artigas Batalla de las Piedras, declarado Monumento Histórico Nacional; y el Anfiteatro «A don José», así como el Museo de la Uva y el Vino. En este punto conviene recordar que Uruguay es también un destino muy atractivo para los amantes del enoturismo, ya que pueden realizar la ruta «Los Camino del Vino», que agrupa las mejores bodegas familiares de Canelones, Montevideo, Maldonado y Colonia, por lo que incluso sin desplazarte del departamento de la capital y del de Canelones, podrás visitar un buen número de bodegas cuyos vinos te sorprenderán.

Para concluir esta particular ruta, no podemos dejar de mencionar Santa Lucía, uno de los lugares menos turísticos de Uruguay, por lo que si eres de los que prefieren huir del turismo de masas, considerarás visitar esta ciudad como algo ineludible. A su belleza natural, se suma que en el río Santa Lucía, el cual baña su costa, se pueden practicar divertidos deportes acuáticos, como kayak o paddle surf. Aquí también resulta muy interesante conocer Quinta Capurro, un jardín histórico, también Monumento Histórico Nacional, cuyo valor patrimonial se encuentra en las casas originales y las especies vegetales llevadas desde Europa y Asia por el que fuera su propietario y fundador, Federico Capurro; la paz detrás de sus rejas y muros de ladrillos resulta cautivadora. Otro lugar de interés es el Centro Cultural Museo José Enrique Rodó, un Monumento Histórico Nacional que consta de una casona de estilo morisco-español, y que es muy célebre por haber pertenecido al escritor que le da nombre.

Nos hemos centrado, por su proximidad con Montevideo, en el departamento de Canelones, pero lo cierto es que los atractivos cercanos a la capital van mucho más allá, y que las palabras de un artículo no bastarían para describirlos; esto es tan solo una mínima muestra de todo aquello con lo que los alrededores de esta hermosa urbe pueden sorprender al viajero. Espectaculares paisajes naturales y experiencias inolvidables son los dos principales ingredientes con los que cautiva a quienes deciden conocerlos.