Top 10
Los monumentos naturales de España que no te puedes perder
Un recorrido por diez sorprendentes paisajes nacionales donde la naturaleza, en cualquiera de sus formas, es protagonista. Tanto que incluso hay espacios y áreas protegidas que la Unesco ha distinguido como Patrimonio de la Humanidad
No solo esculpe la mano del hombre. E incluso podría decirse que tampoco lo hace mejor. Conviene, si no, dar una oportunidad a los asombrosos monumentos naturales que pueden visitarse en España, aquellos que se han constituido a través de formaciones físicas y biológicas y que han acabado dando como resultado un paisaje de un valor universal excepcional desde el punto de vista estético o científico.
En España, están inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial como sitios naturales los parques nacionales de Garajonay (Santa Cruz de Tenerife), El Teide (Santa Cruz de Tenerife) y Doñana (Huelva), así como dos ubicaciones mixtas (naturales y culturales), las de Pirineos – Monte Perdido (Huesca) y la isla de Ibiza.
Todos ellos son, quizás, los espacios naturales más célebres de España y, desde luego, los que cuentan con más planes de protección. Pero ni mucho son los únicos, puesto que hay bastantes otros lugares donde quedarse boquiabierto con el espectáculo de la naturaleza.
Ojo Guareña (Burgos)
Ojo Guareña, al norte de la provincia de Burgos, constituye un conjunto de cavernas de importancia internacional. Se trata del segundo complejo kárstico más extenso en cuevas de la Península Ibérica y uno de los diez mayores del mundo. Pero este monumento natural no sobresale únicamente por su indiscultible interés espeleológico, ya que, además, en su interior se han localizado varios santuarios prehistóricos y numerosas especies de invertebrados cavernícolas, de los que varios son nuevas descripciones.
En Ojo Guareña es posible seguir con claridad la evolución histórica desde el Paleolítico Medio hasta nuestros días, un complejo puzzle del que aquí encontramos todas las piezas para disfrute de los visitantes
Playa de Las Catedrales (Lugo)
La playa de Las Catedrales, situada en la costa de Lugo y a pocos kilómetros de Asturias, forma parte de la Red Natura 2000 como Lugar de Interés Comunitario (LIC) y ha sido catalogada como Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Su visita debe realizarse en bajamar para contemplar todo el esplendor de la multitud de arcos esculpidos con calma por el paso de los años, debido a la acción de las olas del mar.
La afluencia masiva de público a esta playa para deleitarse con tan espectacular belleza hace que, en determinadas épocas del año, sea necesario solicitar una autorización previa, como puede ocurrir si decidimos visitarla en verano.
Ciudad Encantada (Cuenca)
Situada en la localidad pedánea de Valdecabras, en pleno corazón del Parque Natural de la Serranía de Cuenca y rodeada de inmensos pinares, la Ciudad Encantada es sin duda uno de los parajes más espectaculares de nuestro país. Inmejorable lugar para conocer el proceso geológico del karst y admirar sus caprichosas formaciones.
Su origen se remonta a hace 90 millones de años, cuando la Ciudad Encantada formaba parte del fondo del mar de Thetis. Se trataba de aguas tranquilas, lo que propició la deposición de sales, en especial carbonato cálcico.
Al final del Cretácico y como consecuencia de la orogenia alpina, el mar se retiró y el lecho marino, compuesto de piedra caliza, emergió a la superficie. Miles de años de acción del agua, del viento y del hielo hacen que hoy podamos contemplar este impresionante fenómeno geológico en el que niños y adultos disfrutarán de un mágico entorno donde dejar correr la imaginación.
Cueva de los Murciélagos (Córdoba)
La Cueva de los Murciélagos, en el municipio de Zuheros (Córdoba), es arqueológicamente conocida en toda Europa como uno de los yacimientos neolíticos más importantes de Andalucía. Declarada Monumento Natural y Bien de interés Cultural, posee merecida fama por la belleza de sus formaciones calizas, pinturas rupestres y restos humanos.
Las características físicas de su recorrido la hacen una de las cuevas turísticas más singulares de España, ya que se descienden 65 metros, se caminan 415, y hay en torno a 700 escalones (mitad de bajada y el resto de subida). Destaca también por la formación de estalactitas y estalagmitas debido a la erosión de las aguas subterráneas.
Gredas de Bolnuevo (Murcia)
Las Gredas de Bolnuevo son un relieve sometido a continua transformación. Su perfil ha sufrido un desgaste por la acción erosiva del viento y el agua, pero este no ha sido uniforme debido a que sus materiales presentan distintos niveles de resistencia. Se encuentran en un enclave de excepción al pie del espacio natural protegido de la Sierra de las Moreras.
La rareza y belleza de su caprichoso modelado, lo sitúan entre los lugares de mayor interés paisajístico, cultural y científico de la Región de Murcia. Afloran particulares y caprichosas formas geomorfológicas que alcanzan hasta los 10 metros de altura. El contraste y la variedad de formas que ha producido la erosión alveolar en “nido de abeja”, le han hecho recibir el nombre de “Ciudad Encantada de Bolnuevo”, conformando un conjunto ambiental de especial interés paisajístico, gran valor ecológico y extraordinaria importancia geológica y paleontológica.
Bardenas Reales (Navarra)
Las Bardenas Reales, declaradas Reserva de la Biosfera por la UNESCO en el año 2000, son un extenso territorio (41.845 hectáreas) semidesértico y despoblado, situado en el sureste de Navarra. Ofrecen un paisaje característico, de relieve abrupto, lleno de cabezos, planas y barrancos encajados.
Se pueden diferenciar tres zonas. La Bardena Blanca es la depresión central, de suelos a menudo blanquecinos y desnudos y de aspecto desértico. El Plano es una terraza aluvial elevada casi llana, con suelos procedentes de los aportes del río Aragón. La Negra se caracteriza por la existencia de grandes planas, provocadas por estratos horizontales de caliza; los taludes cubiertos de pinos y coscojas y su tierra oscura han dado lugar al topónimo.
Arrecife barrera de Posidonia (Almería)
El arrecife barrera de Posidonia es un arrecife natural situado en la costa del municipio de Roquetas de Mar (Almería), con una superficie de unas 108 hectáreas. Fue declarado monumento natural en 2001. Tiene la particularidad que en algunas de sus partes las hojas de la posidonia llegan a emerger por encima de la superficie del agua.
La gran oxigenación de las aguas debida a la fotosíntesis de estas plantas origina gran cantidad de alimentos aprovechados por multitud de especies marinas. En este singular paraje protegido podemos encontrar más de 800 especies animales distintas, entre las que se cuentan numerosas con gran valor pesquero como doradas, lubinas, meros, salmonetes o sargos.
Este enclave además, al tratarse de una playa virgen, ofrece la posibilidad de la prácticas de deportes marinos como el submarinismo, ofreciendo singulares imágenes de gran espectacularidad.
Mallos de Riglos (Huesca)
En Aragón se llaman ‘mallos’ a estas extraordinarias formaciones geológicas de color rojizo características de la Hoya de Huesca. Los mallos de Riglos, situados a orillas del río Gállego y junto a la localidad del mismo nombre, son los más famosos, pero en esta misma zona se hallan los de Agüero, Vadiello, Murillo de Gállego y el Salto de Roldán, entre otros
Estas impresionantes moles de piedra que llegan a alcanzar los 300 metros de altura. Nacieron fruto de la creación de la cordillera pirenaica y la posterior erosión de morrenas glaciares.
Los Mallos de Riglos están formados principalmente por conglomerados del Mioceno, sedimentos con cantos rodados cementados por grava y arena. Por tanto, este impresionante enclave natural es una auténtica huella del pasado más arcaico.
Timanfaya (Lanzarote)
El Parque Nacional de Timanfaya es el único parque nacional de la Red Española de Parques Nacionales eminentemente geológico y representa una muestra del volcanismo reciente e histórico en la Región Macaronésica. Las erupciones volcánicas ocurridas entre 1730 y 1736, y en 1824, dieron lugar a numerosas estucturas geomorfológicas de elevado interés vulcanológico. La ausencia de un manto de vegetación, la extrema rugosidad de las formas y la variedad de colores presentes, rojos, pardos, ocres, negros y naranjas, junto a la silueta de los volcanes y la abrupta costa confieren al parque una extraordinaria belleza.
En el Timanfaya se funden el fuego, la ceniza y la roca. Suele decirse que sus paisajes podrían pasar por ser los del planeta Marte. Inalterado por la mano humana, ni la vegetación ni el clima han tenido tiempo de modificar la belleza pura de esta tierra roja y azabache incluida en una Reserva de la Biosfera de la Unesco.
Las Médulas (León)
Situadas en El Bierzo (León), al noroeste de los Montes Aquilanos y al lado del Valle del río Sil, Las Médulas son un impresionante entorno paisajístico español formado como resultado de las explotaciones auríferas romanas.
Considerada la mayor mina de oro a cielo abierto de todo el Imperio Romano, el trabajo de ingeniería que se realizó para extraer el oro alteró considerablemente el medio ambiente de la zona, dando como resultado un inusual paisaje de arenas rojizas cubierto de castaños y robles.
Los grandes movimientos de tierra que se sucedieron conformaron llanuras artificiales que sirven como vías de acceso a otras zonas como el Lago Carucedo, formado a su vez por el taponamiento de un valle con los residuos de la mina, y considerado humedal protegido.
Este entorno fue declarado “Bien de Interés Cultural” en el año 1996 debido a su interés arqueológico. En el año 1997 la Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad, en el año 2002 se le galardonó con el título de “Monumento Natural” y en el año 2010 “Espacio Cultural”.
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