Portugal

Un paraíso en el Algarve llamado Bela Vista

Abrir las ventanas de la habitación para ver un amanecer sobre el Atlántico o irse a dormir mientras los últimos rayos del sol parecen esconderse bajo las aguas del inmenso océano, son experiencias que no se olvidan fácilmente.

Edificio principal de Bela Vista Hotel & Spa desde la piscina (fotografía cortesia del hotel)
Edificio principal de Bela Vista Hotel & Spa desde la piscina (fotografía cortesia del hotel)La Razón© Francisco Nogueira / www.fran

Mencionar “Bela Vista” en Portimao (Portugal) es hablar de un hotel en mayúsculas. Posee esa envidiable cualidad, por tantos alojamientos deseada, de conjugar dos de las mejores marcas que pueda el huésped y el comensal imaginarse en un mismo lugar. Me refiero a Relais & Châteaux y Estrella Michelin.

Así es, sólo con sugerir estos dos nombres nos hacemos una idea del fantástico universo que nos espera.

Un hotel de los que, ya a primera vista, impresiona por multitud de aspectos: su situación dominando un promontorio rocoso sobre la conocida playa de Rocha, la arquitectura de este edificio, la historia de este palacio de principios del siglo XX (fue inaugurado en 1918), las personalidades (jefes de Estado, famosos actores, importantes políticos, conocidos cantantes, etc.) que se alojaron en sus estancias, las panorámicas impagables que ofrece, el cuidado interior de este palacete donde el pasado (a través de artesonados, suelos, muebles, pinturas, azulejos, vidrieras, esculturas y escaleras) parecen relatarnos a cada paso su densa historia.

Detalle de una de las estancias de la planta baja (fotografía cortesia del hotel)
Detalle de una de las estancias de la planta baja (fotografía cortesia del hotel)La Razón© Francisco Nogueira / www.fran

Así es, un pequeño paraíso dentro de otro gran paraíso llamado Algarve. Abrir las ventanas de la habitación para ver un amanecer sobre el Atlántico o irse a dormir mientras los últimos rayos del sol parecen esconderse bajo las aguas del inmenso océano, son experiencias que no se olvidan fácilmente.

Pues bien, junto a una preciosa piscina al aire libre, un más que recomendable spa, un pequeño jardín o unas terrazas para saborear el momento mientras tomamos el sol, la apuesta de Bela Vista por la gastronomía es del más alto nivel.

Su restaurante, llamado Vista (no podía ser de otra forma cuando se conoce), posee desde hace años una estrella Michelin. Sin duda, uno de los más acreditados del país vecino.

Aquí el comensal disfrutará y se dejará asombrar por el trabajo de estas cocinas. Comandadas por el chef Joâo Olveira al mando de un joven equipo, nos transporta a un viaje gastronómico donde el pescado es el hilo conductor de su menú degustación en el que, por pequeño que sea un detalle, se cuida al máximo cualquier circunstancia para hacer la experiencia inigualable.

Impecable presentación de un plato en el restaurante Vista (fotografía cortesía del hotel)
Impecable presentación de un plato en el restaurante Vista (fotografía cortesía del hotel)La Razón

Finura en el trabajo, delicadeza, originalidad, técnica, innovación, mucho respeto al producto y sorprendentes presentaciones. Un magnífico trabajo con excelente materia prima, acompañado de un impecable servicio y un más que recomendable maridaje con vinos portugueses –de los mejores que he probado en los últimos tiempos- logran la excelencia en un local en el que las cálidas tonalidades azules y blancas que decoran sus paredes nos recuerda que estamos en territorio costero y que el mar, junto con una estudiada iluminación, serán parte del escenario de esta extraordinaria cena.

Juventud, con un toque de osadía y vanguardia, y profesionalidad de la mano. Hay mucho, pero mucho trabajo, detrás. Los reconocimientos no vienen porque sí. Llegan por el esfuerzo, la dedicación y la ilusión de un equipo, tanto en cocinas como en sala. Mi sensación es que aún no han tocado el límite. Pueden llegar a galardones más altos. El tiempo lo dirá.

No hay duda que es justificado merecedor de la estrella más famosa que otorga la guía de gastronomía más acreditada en el mundo. ¿Quizás merece más? Razones, a mi entender, hay para, en un futuro no lejano, ascender a más altas cumbres del gran libro rojo de la gastronomía.

En definitiva, mucho con lo que disfrutar en un hotel único. Recuerden este nombre: “Bela Vista Hotel & Spa” (www.hotelbelavista.net). Un tándem ilusionante y perfecto de dos marcas a nivel mundial ensambladas a la perfección. Dos emblemas a los que se une una tercera vertiente, L´Occitane, para el spa y los amenities.

Leí, en un comentario sobre este magnífico escenario del que escribo, estas irrebatibles palabras: “Um sonho de hotel e de restaurante”. ¿Hay mejor forma de acabar estos párrafos?