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Una Almería cultural, histórica y artística por descubrir este invierno

►La provincia cuenta con un rico patrimonio que atestigua el paso de civilizaciones y pueblos por unos parajes con castillos y monumentos que deslumbran al visitante

Castillo de Vélez Blanco, Almería
Castillo de Vélez Blanco, AlmeríaDreamstime

Con el arranque del nuevo año resulta inevitable imaginar los nuevos planes por hacer. En esa lista de deseos no puede faltar viajar, pues se trata de uno de los grandes placeres de la vida, y lo cierto es que no hay que irse muy lejos para disfrutar de grandes experiencias, tal y como brinda la provincia de Almería.

Hay muchas formas de mirar, sentir y vivir Almería, casi tantas como visitantes. El destino «Costa de Almería» puede presumir de un rico patrimonio cultural, histórico, etnográfico, artístico y arqueológico. A través de este es posible acercarse al paso de distintas civilizaciones, pueblos y culturas por una provincia que, además, es conocida en todo el mundo por un arte universal como el cine. De hecho, los escenarios del Desierto de Tabernas, que conforman el plató de cine más grande de Europa, dan fe de que hay una Almería con una gran riqueza cultural. Tan solo hay que explorarla y descubrirla, como ya lo ha hecho la Academia del Cine Europea otorgándole el premio de «Tesoro de la Cinematografía Europea», que sólo ostentan 12 destinos de todo el continente.

El Desierto de Tabernas es un escenario de película que ofrece al visitante el atractivo lúdico de sus parques temáticos, en los que merece la pena pasar una jornada inolvidable en familia o entre amigos, ambientados por completo en el salvaje Oeste, y donde ver en acción a verdaderos actores y especialistas. Se puede, además, recorrer muchos de los lugares que fueron en su momento platós al aire libre de míticas películas. Y para los amantes del deporte, sobre todo del trail, la BTT y el senderismo, el desierto más meridional y casi único de Europa es un destino imprescindible para ser recorrido.

Polo artístico

Hay una Almería volcada con la cultura al más alto nivel, y especialmente un punto en la provincia de obligada visita para todos aquellos que persiguen la belleza artística. Se encuentra en el Valle del Almanzora: Olula del Río se ha convertido en el polo artístico más importante del sureste peninsular gracias en gran medida al talento y el empeño del artista Andrés García Ibáñez, impulsor de un anillo museístico conocido como Ciudad de la Cultura, y en el que junto a la del propio Ibáñez está también la impronta de otros dos grandes artistas en diferentes campos, como Antonio López y Carlos Pérez Siquier, amén de una indispensable colección de arte almeriense e indaliano.

La última instalación inaugurada lleva el nombre del afamado fotógrafo almeriense, el primer espacio dedicado en España a uno de los grandes clásicos y en el que se custodia el legado de Pérez Siquier. El Museo Ibáñez, germen de todo, cuenta con 25.000 metros cuadrados y 18 salas de exposición, donde apreciar la extensa obra del propio García Ibáñez, reputado pintor figurativo. Y es ya todo un icono de la comarca la imponente estatua La Mujer del Almanzora, obra del renombrado Antonio López, compuesta por 280.000 kilos de mármol blanco Macael y que preside un entorno en el que también se puede disfrutar de un jardín botánico y gliptoteca con estatuas clásicas grecorromanas.

Un viaje por las comarcas

El culto por la belleza está muy presente en el interior de Almería. Si es al pequeño pueblo de Terque, en la confluencia de los ríos Andarax y Nacimiento y que no llega a 400 habitantes, entonces habremos puesto el pie en una Almería que cuida de sus tradiciones y su legado cultural, que los mima y los expone para el conocimiento de las generaciones actuales, que los guarda como tesoro etnográfico de la memoria colectiva y rural. Los Museos de Terque suponen un complejo formado por cinco instalaciones: Museo Etnográfico, Museo Provincial de la Uva del Barco (cultura parralera almeriense), La Modernista (tejidos y vestimenta) y el Museo de Escritura Popular, además de la Cueva de San José, un espacio dedicado a exposiciones, conferencias y conciertos.

Interior Museo Etnográfico de Terque
Interior Museo Etnográfico de TerqueMARIAN LEON

Más al norte, en la comarca de Los Vélez, la más septentrional de Almería, se encuentra otro foco de gran atractivo turístico por el rico patrimonio artístico que atesora. En Vélez-Blanco se erige una joya del Renacimiento español que mandó construir a principios del siglo XVI y sobre los restos de una alcazaba árabe el Marqués de Los Velez, Pedro Fajardo Chacón: el Castillo Palacio de Vélez-Blanco. Esta construcción forma parte de la extensa nómina de castillos, fortalezas y baterías militares que se conservan en la provincia de Almería de épocas pretéritas. Otros ejemplos son el Castillo del Marqués de los Vélez (en Cuevas del Almanzora), el Castillo de Tabernas, el Castillo-Torre de Macenas (Mojácar), los restos de la Muralla de Adra, o la amplia red de baterías y torres costeras defensivas medievales que salpican el litoral.

Tampoco defraudan las construcciones religiosas en pueblos como Dalías o la Iglesia de Santa María de Ambrox. Y en Vélez-Rubio deslumbra una de las iglesias más atractivas y de mayor valor patrimonial y artístico de la provincia. Construida en 1753, cuenta con elementos del Barroco y el Neoclásico y dos características torres, así como vidrieras y una figura esbelta y a la vez majestuosa. Las dos torres están también presentes en la Iglesia de la Anunciación de Berja o la de Nuestra Señora de la Asunción de Huércal-Overa, otros templos almerienses de gran belleza. Sin olvidar otros edificios levantados como iglesias-fortaleza, como la Catedral de la Encarnación de Almería, aunque también existen en Adra o en Vera, construcciones ambas que, curiosamente, también son llamadas de la Encarnación.

Y la provincia de Almería está también en vanguardia nacional de las recreaciones históricas, eventos de calado para los pueblos, con la participación de un altísimo porcentaje de vecinos que cada año se vuelcan en la puesta en escena de acontecimientos que marcaron el pasado de sus localidades y que se mantienen vivos, atrayendo a su vez a numerosos visitantes.