Barceló Funchal Oldtown, paraíso de tradición y modernidad en el corazón de Madeira

Ubicado en el corazón histórico de Funchal, Madeira, el hotel Barceló Funchal Oldtown se erige como un testimonio de la fusión entre la tradición y la modernidad. Este establecimiento de cinco estrellas no es solo un lugar de alojamiento, sino una experiencia inmersiva que conecta a los visitantes con la esencia de la isla portuguesa. Instalado en seis edificios centenarios rehabilitados, el hotel conserva la arquitectura original del siglo XVII mientras incorpora comodidades contemporáneas.

El proceso de restauración del Barceló Funchal Oldtown fue meticuloso, preservando estructuras originales e integrando vestigios históricos descubiertos durante las excavaciones.

Las 111 habitaciones del hotel reflejan una armoniosa combinación entre diseño vanguardista y tradición artesanal. Cada espacio está decorado con detalles inspirados en la artesanía local, como la cestería de mimbre y los bordados tradicionales de Madeira, elementos que aportan calidez y autenticidad.

Uno de los puntos más destacados del hotel es su terraza con piscina infinita, situada en la azotea. Desde allí, los huéspedes pueden disfrutar de vistas panorámicas al Océano Atlántico y de la ladera de Funchal, un escenario idóneo para relajarse con un cóctel en mano y contemplar los espectaculares atardeceres dorados que caracterizan la isla.

La situación estratégica del Barceló Funchal Oldtown, junto a la Catedral de Funchal y la Avenida do Mar, permite a los visitantes sumergirse en el bullicio y la riqueza cultural de la ciudad. Sus calles están llenas de comercios, restaurantes y una vibrante atmósfera vacacional. Además, el hotel alberga parte de la historia del vino de Madeira, ya que uno de sus edificios pertenecía a la familia Blandy’s, pionera en el comercio de esta reconocida bebida, y otro de ellos fue la sede de la fábrica Oliveira Bordados Enmaderienses.

Pero Madeira es mucho más que su casco histórico. La isla ofrece actividades para todos los gustos, desde la subida en teleférico de Funchal para obtener vistas panorámicas de la ciudad, el color verde tropical de la isla y el Océano Atlántico como telón de fondo, hasta la visita al Jardín Tropical Monte Palace, un paraíso botánico donde se fusionan naturaleza exótica, arte oriental y arquitectura.

Para los amantes del senderismo, las famosas levadas de Madeira ofrecen rutas a través de exuberantes paisajes naturales con más de 2.200 kilómetros. Estos canales de agua, de 50 cm de profundidad y solamente un 1% de pendiente, suficiente para que el agua recorra más distancia, más lentamente, fueron construidos para abastecer el sur de la isla, llevando agua a plantaciones y aldeas, una verdadera obra de ingeniería. Hoy, además de cumplir su función hidráulica, se han convertido en espectaculares senderos que combinan naturaleza, historia y paisajes impresionantes, consolidándose como uno de los mayores atractivos de la isla.

Mientras tanto, los más aventureros pueden experimentar la tradición de los “Carreiros do Monte”, deslizándose a toda velocidad por empinadas cuestas en cestos de mimbre impulsados por sendos “carreiros”.

El Barceló Funchal Oldtown también destaca por su compromiso con la artesanía y la sostenibilidad. En colaboración con Bailha, el proyecto del diseñador madeirense David Oliveira, el hotel ha desarrollado una colección exclusiva de servilletas artesanales, inspiradas en el Océano Atlántico y elaboradas con materiales naturales. Estas piezas, bordadas a mano por dos bordadoras con más de 40 años de experiencia, con técnicas del siglo XIX, representan la conexión entre la historia y la artesanía moderna. Al “hilo” de esta colaboración, el hotel ha creado una carta “bordada” de cócteles inspirados en los diferentes elementos del bordado madeirense, como tipos de puntos o colores utilizados habitualmente como el “anil”, toda una oda a la artesanía de la isla.

Hospedarse en el Barceló Funchal Oldtown no es solo una experiencia de lujo, sino una oportunidad para conectar con la esencia de Madeira. Ya sea disfrutando de su piscina infinita, con una “poncha” en la mano (bebida típica madeirense a base de aguardiente de caña de azúcar, melaza y zumo de limón), explorando su historia a través de la arquitectura y la decoración, o sentado en el restaurante Noz Café, deleitándose con la gastronomía local, viendo pasar a los transeúntes, este hotel se convierte en un punto de partida ideal para descubrir la isla.

En definitiva, el Barceló Funchal Oldtown representa un equilibrio perfecto entre sofisticación, tradición y compromiso con la sostenibilidad, ofreciendo una experiencia inolvidable en uno de los destinos más fascinantes del Atlántico.