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Canfranc Estación, a Royal Hideaway, un regalo para el viajero

En pleno corazón del Pirineo aragonés este exclusivo hotel es un destino en sí mismo

Canfranc Estación Royal Hideaway Hotel
Vista del espectacular hall del alojamientoLa Razón

Hay hoteles, y Hoteles, en mayúsculas, porque algunos son mucho más que un simple alojamiento en el que dormir y descansar, hasta el punto de que se convierten en destinos en sí mismos, cargados de experiencias para el huésped que tiene el privilegio de adentrarse en ellos. Y eso es lo que ocurre, precisamente, en Canfranc Estación, a Royal Hideaway Hotel 5* GL, donde el viajero puede disfrutar de una experiencia de lujo y bienestar rodeado de paisajes únicos, entre montañas nevadas.

Visitar esta localidad oscense en invierno resulta una excelente idea, especialmente para aquellos que buscan un destino único y lleno de encanto en pleno corazón de los Pirineos, teñidos de blanco en esta época del año. De hecho, para los aficionados de la nieve y del esquí esta comarca resulta ideal para combinar deporte, cultura, aventura y deliciosa gastronomía.

Pero lo cierto es que si se llega hasta aquí, también es para sacarle todo el jugo a Canfranc Estación, a Royal Hideaway Hotel, pues cuenta con todo lo necesario para disfrutar de una escapada sin necesidad de salir de él. Quienes decidan alojarse en este hotel 5* GL tendrán la sensación de revivir la época dorada del ferrocarril de principios del siglo XX, fruto de un minucioso proceso de rehabilitación de esta antigua estación. Es el caso del lobby, uno de los espacios más singulares de este hotel de lujo, que ha recuperado parte del suelo original y ha mantenido las antiguas escaleras de acceso a la estación.

Armonioso y con mucho encanto, el alojamiento es un regalo histórico para el huésped y cada rincón merece ser descubierto, ya que se trata de un impresionante patrimonio histórico y arquitectónico convertido en hotel.

El alojamiento cuenta con 104 habitaciones de distintas tipologías repartidas en dos plantas, todas ellas con vistas al Pirineo Aragonés. En el diseño de las habitaciones reina la sensación de confort y el dinamismo. Destacan, por ejemplo, los rastreles de madera en paramentos y techos que van conformando la estética de la habitación y guiando al huésped.

Estrella Michelin

La oferta gastronómica del hotel tampoco se queda atrás, tal y como demuestra la reciente primera estrella Michelin que ha logrado su restaurante Canfranc Express, el original proyecto de los directores gastronómicos Eduardo Salanova y Ana Acín que propone la emulsión de sabores en un espacio único, inspirado en la estética del emblemático tren Orient Express y de los vagones restaurantes que atravesaban Europa en los años 20.

La biblioteca es también una de las estancias más especiales del hotel, ya que recuerda a los cafés de tertulia parisinos, espacios donde permanecer horas conversando o leyendo. Es, además, un espacio abierto al exterior en el que rebosa la luz natural.