Viajes
Chicago: pistas para una escapada a la ciudad de los vientos
La icónica urbe de los rascacielos y el lago Michigan resulta un destino perfecto para exprimir la Navidad
«Parece haber un Chicago diferente en cada esquina…, digan lo que quieran, Chicago casi desafía interpretación». Estas palabras del reconocido profesor de historia y escritor chicagüense Dominic A. Pacyga recogen la esencia de Chicago, célebre por sus majestuosos rascacielos, su impresionante lago, su extraordinaria gastronomía y por ser considerada cuna del jazz, blues, góspel y la música house. Por todo lo que ofrece Chicago al viajero y la convierte en una «Chicago diferente en cada esquina», esta ciudad es un destino ideal si ya está pensando en su próximo viaje.
En esta ocasión, vamos a hablarle de Chicago en una de sus temporadas más bonitas, en su temporada de frío. En estos meses, desde finales de noviembre hasta principios de marzo, curiosamente los de menos lluvias, merece la pena planear un viaje a esta gran urbe, pues se transforma en un refugio acogedor para los amantes de la belleza que trae consigo los últimos retazos del otoño y el frío del invierno. Disfrutar de uno de sus muchos restaurantes y degustar la deliciosa gastronomía local mientras se contempla un skyline nevado es, por ejemplo, una de las experiencias más encantadoras que Chicago ofrece, así como poder patinar sobre hielo en el Millennium Park o disfrutar de una gran variedad de actividades navideñas.
Chicago en invierno
Según avanza el mes de noviembre, buena parte del mundo se sume en los preparativos para recibir las fiestas más mágicas del año, y Chicago no es una excepción: desde encantadores mercados navideños hasta impresionantes espectáculos de luces, pasando por otras muchas atracciones navideñas. Ya desde la segunda quincena de este mes podrá perderse en el Christkindlmarket; está inspirado en los tradicionales mercados navideños de Alemania, por lo que, además de comprar objetos de artesanía, tendrá la oportunidad de degustar comida y bebida típica del país germano. Otro plan que también le recomendamos, especialmente si va con los pequeños de la familia, es montar en el tren Polar Express, una experiencia que va acompañada de chocolate caliente y pequeños espectáculos cortesía de los ayudantes de Papá Noel.
Por otro lado, la Magnificent Mile, la zona más lujosa de compras y uno de las mayores reclamos turísticos de Chicago, se viste de gala con más de un millón de bombillas iluminando sus emblemáticos rincones y con unos escaparates dispuestos para la ocasión y seguir contagiando el espíritu navideño a todos aquellos que posan sus miradas en ellos. Solo en esta avenida hay más de 450 tiendas, hoteles y sitios históricos, entre los cuales destaca la Torre del Agua, hoy en día convertida en una galería de arte y símbolo del antiguo Chicago al ser uno de los pocos edificios que sobrevivieron al gran incendio de 1871. En Magnificent Mile no faltan propuestas gastronómicas; en algunos de sus restaurantes, ubicados en lo alto de rascacielos, podrá degustar una deliciosa comida con unas impresionantes panorámicas, como en el NoMI Kitchen, que aúna gastronomía estadounidense de vanguardia con técnicas culinarias francesas.
No se pierda tampoco el espectáculo de luces del Zoológico de Lincoln Park, aquí verá iluminaciones de animales, se adentrará en un bosque encantado y en un laberinto lleno de magia y luz. Todas estas experiencias, unidas a los atractivos con los que ya cuenta Chicago, harán que viva una de las Navidades más especiales de su vida.
Imprescindibles en la Ciudad de los Vientos
Tanto para los que quieran verlos envueltos en la actual atmósfera navideña como para los que se decanten por conocer Chicago más adelante, hay una serie de imprescindibles que no pueden pasar por alto. Uno de ellos es el Millenium Park, ubicado en Grant Park. Aquí le esperan obras de arte y esculturas públicas, incluyendo la icónica Cloud Gate del artista indobritánico Anish Kapoor.
Justo al lado del Millennium Park, se encuentra el museo más importante de toda la ciudad: el Instituto de Arte de Chicago, parada imprescindible para admirar cuadros tan conocidos como el American Gothic de Grant Wood o Noctámbulos de Edward Hopper, así hasta una colección de más de 300 000 obras. Para los apasionados de la historia y la ciencia, el Museo Field es una visita esencial. En él hay desde un esqueleto completo de un Tiranosaurio Rex hasta momias y otros objetos que narran historias con más de diez mil años de antigüedad.
Por otro lado, si no teme a las alturas y busca una perspectiva espectacular de Chicago, suba a la Torre Willis, la tercera torre más alta de toda América. En su piso 103, se despliega un mirador que ofrece vistas panorámicas de 360 grados. Esta y la famosa de 875 North Michigan Avenue, también con una plataforma de observación, ejemplifican magistralmente cómo la arquitectura se erige como la firma distintiva de esta impresionante urbe.
Por último, no puede despedirse de Chicago sin visitar el Navy Pier, un muelle histórico con diferentes atracciones: una noria gigante, un acuario y diferentes restaurantes y bares. Desde este punto, salen barcos que le brindan la oportunidad de navegar por el lago más grande de Estados Unidos, el Míchigan, una experiencia absolutamente recomendable. Le permitirá apreciar desde la perspectiva de las aguas del lago sus rascacielos más altos y emblemáticos, una forma diferente de admirar la belleza arquitectónica que sobresale por encima de todo en esta metrópoli.
En definitiva, la «Ciudad de los Vientos», como se le conoce popularmente, es uno de esos destinos que ningún viajero debería dejar de conocer, porque de hacerlo se perdería una experiencia única en el corazón de Estados Unidos. Chicago le espera con los brazos abiertos y con un sinfín de interesantes propuestas.
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