Arte y champagne
Conversaciones con la naturaleza entre Ruinart y ARCO
El artista Henrique Oliveira llega de Londres a Madrid para la feria de ARCO, alumbrado con el mejor champagne
El más antiguo, el más sorprendente, el más especial… Su producto estrella ha estado reposando hasta diez años; y hasta cuatro millones de burbujas han cabido en una botella. Hablamos de Ruinart, la prestigiosa marca reconocida por su excelencia en la producción del champagne.
Su historia, que comprende numerosas aristas, tiene mucho que ver con la naturaleza y la conversación con el entorno. «Dar voz a la flora y a la fauna que nos rodean», diría su chef de cave, Fréderéric Panaïotis. Por ello, para explicar su vínculo con la tierra y el arte, Maison Ruinart ha desvelado su Carte Blanche 2024, creada por un colectivo de artistas. Entre ellos, conoceremos la obra de Henrique Oliveira, quién expondrá en ArcoMadrid el próximo 6 de marzo.
Durante casi tres siglos, Ruinart ha cultivado una relación íntima con la naturaleza, reflejada en la Carte Blanche 2024. Al dedicar tiempo a observar, escuchar y comprender la naturaleza, la Maison de champagne más antigua cosecha los frutos que dan forma a cada cuvée. Con un enfoque meticuloso, arraigado en un conocimiento ancestral, se respeta el equilibrio ecológico en cada botella, donde, como indican desde la marca, el champagne emerge como una manifestación del ciclo perpetuo de las estaciones, impregnado de la tierra, el agua y la luz. «Ruinart ha seleccionado a un grupo de artistas comprometidos con el medio ambiente para iniciar un diálogo colectivo con la naturaleza».
Esta iniciativa, presentada en ferias de arte internacionales y culminando en una exposición permanente en los jardines históricos de Ruinart en Reims (rue des Crayères, 4), no solo busca despertar emociones y conciencia sobre la belleza y fragilidad de nuestro planeta, sino también inspirar acciones frente a los futuros desafíos. Con artistas provenientes de los cinco continentes, la Carte Blanche 2024 da voz al arte contemporáneo y a diversas perspectivas sobre los problemas ambientales en el mundo. Sus obras, presentadas en diversas ciudades desde Nueva York hasta París, no buscan concluir un debate, sino amplificar las diversas voces de la naturaleza y fomentar un diálogo inclusivo y universal con todos los seres vivos. Henrique Oliveira y sus espectaculares esculturas reúnen plantas y otros elementos orgánicos, toda una declaración de intenciones en estas conversaciones a las que hacíamos referencia.
Reims, Londres y Madrid
Así es: estará presente en la Maison de Ruinart, tiene su galería en el centro de Londres y viaja hasta Madrid para exponerse ante la gran feria del arte, ARCO.
En el año 2020, Henrique Oliveira estableció su estudio en Londres, desde donde desarrolla proyectos in situ en diversas partes del mundo, con especial énfasis en Europa. Su obra abarca tanto pinturas que revelan una profusión orgánica de color como esculturas que recrean raíces emergentes de entornos urbanos. Estas últimas están compuestas por tablones de madera contrachapada reciclada (tapumes), evocando las vallas que son símbolo del constante proceso de demolición y reconstrucción en la ciudad de São Paulo.
Sensible a las preocupaciones medioambientales, Oliveira se inspira en la dimensión parasitaria de estas construcciones urbanas, mientras enfatiza la importancia de un uso moderado de los recursos naturales. Su trabajo ha sido presentado en prestigiosas instituciones como la Bienal de São Paulo (2006), la Smithsonian Institution en Washington (2011), el Palais de Tokyo en París (2013), el Museo de Bellas Artes de Gifu en Japón (2018), Un Été au Havre (2019) y en el Jardin des Tuileries como parte de Paris+ durante Art Basel (2023).
Desnatureza 6, en ARCO
El proyecto de Carte Blanche de Henrique Oliveira se materializa en una escultura exenta del tamaño de un árbol real, elaborada con madera contrachapada reciclada y papel maché reforzado por una estructura metálica interna. Esta escultura se erige en el Cour d’Honneur de la sede histórica de Maison Ruinart en Reims, destacando la importancia del reciclaje. Su forma evoca ramas entrelazadas, creando un laberinto de raíces que recuerda la red subterránea de pozos de tiza donde Ruinart envejece su champán.
Impresionado por esta red subterránea, Henrique Oliveira nos invita a reflexionar sobre la historia del paisaje de Champaña, formado en gran parte por tiza sedimentada hace millones de años. Esta tiza, explotada por artesanos desde la Edad Media, proporciona un entorno ideal para el crecimiento de la vida.
A partir de un diálogo inclusivo y universal con la naturaleza, el artista brasileño ha plasmado su vínculo con nuestras raíces en ferias internacionales y en la presentación de Ruinart. Sin miedo, y entre las luces y las sombras de sus creaciones, pone foco a la importancia del arte para contar historias que duran para siempre.
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