Hotel
Deseando volver a Tivoli Avenida Liberdade
Pasar una noche en este icónico hotel es una fantástica experiencia difícil de olvidar
“Estamos en uno de los grandes hoteles de Lisboa y de Portugal. No exagero ni un ápice”. Con estas palabras concluían los comentarios de un huésped que pernoctó en este emblemático alojamiento. Imposible resumirlo mejor.
Así es, mencionar Tivoli Avenida Liberdade es aludir a la excelencia hotelera; es mencionar a una referencia en el mundo de los alojamientos. Uno de los grandes de esta preciosa ciudad.
Situado en esta céntrica arteria urbana arbolada de la capital portuguesa (entre el parque Eduardo VII y la plaza de los Restauradores y punto de conexión de la Baixa y la zona moderna), por su inmejorable ubicación y por sus insuperables prestaciones se posiciona, con fundados argumentos, en el podio de los mejores hoteles lisboetas.
Sus noventa años de historia (fue inaugurado en 1933) han dado mucho de sí. Cabezas coronadas, jefes de Estado, primeros ministros, cantantes o actores de fama internacional pusieron sus ojos en este hotel para alojarse. Por mencionar algunos, el ex-primer ministro británico Tony Blair, el actor estadounidense Henry Fonda o la cantante de ópera María Callas. Sin duda, un icono y una referencia entre los cinco estrellas de lujo.
Todo, pero todo, está pensado para el deleite y confort del huésped. Desde que entramos por ese imponente hall/recepción (con una gran cristalera como techo para dar luminosidad natural a este emblemático espacio) el cliente tiene la sensación de estar en un alojamiento muy especial.
Habitaciones amplias, detalles de bienvenida, amenities de primera calidad, servicio de apertura de cama, magníficos centros de flores por doquier, un imbatible desayuno buffet que sobrepasa la mayoría de los que conozco, gimnasio, spa con el sello Anantara (con diferentes salas para tratamientos relajantes, de salud y belleza), piscina exterior, varios bares, dos muy recomendables restaurantes (Seen y Cervejaria Liberdade), polivalentes salones para eventos y algunas sorpresas que no desvelo, conforman esta propuesta de primer nivel. Todo ello, apoyado por la perfecta fusión de unas modernas instalaciones que no olvidan el pasado y el glamour que envuelven este edificio.
Pasar una noche en Tivoli Avenida Liberdade es una experiencia difícil de olvidar, a la que hay que añadir la posibilidad de disfrutar de algunas de las vistas más impresionantes de la ciudad: Lisboa desde lo alto de la Avenida de la Libertad.
Así es, en la última planta del hotel (donde se ubica el restaurante Seen, del famoso y polifacético chef portugués Oliver da Costa) disfrutaremos de un ambiente único.
Esa afamada novena planta es punto de encuentro de moda de muchas celebrities en la capital. Un espacio donde quedar con amigos, donde ver y ser visto. Buena gastronomía con el indudable encanto del entorno que nos rodea. En definitiva, un lugar especial preparado para el disfrute del comensal en el que, además de suculentos manjares, espectaculares panorámicas, buen ambiente y mejor música, se pueden beber unos magníficos cócteles de autor.
No hay duda. Es mucho el trabajo que hay detrás, realizado por parte de un amplio y profesional equipo multidisciplinar, para que todo este engranaje sea perfecto. Sin mácula, sin fallo alguno.
Eso significa Tivoli: la búsqueda de la perfección, de la excelencia y el compromiso para que la estancia de huésped sea algo especial. Ese fue mi caso.
Me pregunto cómo podría acabar estas líneas como resumen final de mi experiencia en Tivoli Avenida Liberdade. Creo que con apenas dos palabras podría abarcar ese cúmulo de positivas sensaciones: “deseando volver”.
Web: www.tivolihotels.com
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