Turismo
Estepona, el jardín urbano abierto al Mediterráneo
La localidad se sitúa a la vanguardia de la sostenibilidad gracias a un ambicioso proyecto que comenzó hace 12 años
Estepona ha logrado situarse a la vanguardia de las ciudades sostenibles que apuestan por la calidad de vida, el bienestar de los ciudadanos, el medioambiente y los amplios espacios para el peatón. En este contexto, el Ayuntamiento de Estepona ha impulsado en los últimos 12 años proyectos pioneros que han revitalizado el municipio y su economía.
El proyecto de naturalización de la ciudad de Estepona quizás sea una de las transformaciones conceptuales más sólidas que se hayan podido dar en un medio urbano en nuestro país. El Ayuntamiento de Estepona ha llevado a cabo el redescubrimiento de un auténtico centro histórico tradicional y popular en sintonía con la protección, la puesta en valor y el respeto al medioambiente. En cifras, este proyecto ha supuesto, hasta el momento, la remodelación de infraestructuras y restricción del tráfico rodado de 130 calles y plazas públicas, que suponen una intervención en 19 kilómetros lineales de vías y unos 70.000 metros cuadrados de superficie urbana pública; la revegetación y embellecimiento floral de todo este entorno y la renovación de todas las infraestructuras subterráneas de saneamiento, abastecimiento y otros servicios.
Excelencia urbana
Además de la regeneración física sobre el espacio urbano, la intervención del Ayuntamiento de Estepona ha ido dirigida a lograr un modelo de excelencia urbana y turística. Así las cosas, la transformación urbana mediante este proyecto ha supuesto una eclosión de la actividad turística, comercial y de restauración que complementa la tradicional oferta hotelera de sol y playa, propiciando que los viajeros se adentren en un segmento que rompe con la estacionalidad.
Por otro lado, el Ayuntamiento de Estepona ha ejecutado recientemente otro proyecto de sostenibilidad urbana dirigido a abrir el «jardín urbano» al mar Mediterráneo. De esta forma, el municipio ha unido su núcleo urbano y el corazón de su actividad económica y social con el atractivo turístico que comporta el mar y con la consiguiente revitalización de todo este enclave estratégico. Esta iniciativa ha supuesto la peatonalización de la antigua N-340 para convertirla en un lugar de transición entre la ciudad y el mar, con un espacio más agradable, tranquilo, seguro, abierto al peatón y donde predomina la naturaleza. En definitiva, un gran bulevar peatonal de más de un kilómetro de longitud, que ha creado uno de los mejores paseos marítimos de España. Además, este nuevo espacio, en su zona más próxima al puerto, se ha complementado con la creación de un balcón al mar Mediterráneo y la reurbanización de una amplia zona pública que dota la ciudad de un nuevo emblema turístico con una singular torre-mirador. Este faro cultural del sur de Europa en el que se ha convertido el icónico Mirador del Carmen, inaugurado el pasado marzo, sobresale dentro este proceso de revitalización urbana y continúa dando luz al arte como uno de los emblemas del progreso urbano que protagoniza la ciudad de Estepona.
En definitiva, no cabe duda de que con todo ello Estepona sigue avanzando hacia una ciudad moderna, dinámica, atractiva y que genera empleo y riqueza; situándose además a la vanguardia de la planificación urbanística sostenible y abundando en el modelo de ciudad ejecutado durante la última década, que ha demostrado ser una planificación urbana de éxito, empatía y aceptación por parte de la ciudadanía.
Un mirador convertido en cita artística
El Mirador del Carmen ya es un referente del ámbito artístico. Una selección de medio centenar de piezas de arte español de la colección Carmen Thyssen-Bornemisza, con obras de artistas españoles de primer nivel como Joaquín Sorolla, Julio Romero de Torres o Mariano Fortuny, abrió las puertas de este espacio diseñado para el arte, la música y la literatura. Más de 30.000 personas contemplaron durante este verano esta selecta muestra de pintura. Manteniendo el nivel artístico, en estos momentos, la sala expositiva del Mirador del Carmen alberga otro conjunto de piezas trascendentales de la pintura española: la colección de la Fundación Mapfre «Goya. Los desastres de la guerra», con 80 grabados que el pintor aragonés realizó para expresar el dolor y la angustia que sentía ante los acontecimientos bélicos y sus consecuencias en la población civil durante la Guerra de la Independencia. La muestra puede visitarse hasta el próximo 10 de marzo de 2024.
La modernidad de la que hace gala Goya a la hora de representar una guerra y sus consecuencias está hoy plenamente vigente. Se trata del primer artista que lo hace sin ensalzar la heroicidad de uno u otro bando, sin tomar partido. Por el contrario, muestra el dolor y la barbarie de un suceso como este, y al hacerlo, lo universaliza. Goya plasma lo acontecido durante la Guerra de la Independencia, pero en realidad podría tratarse de cualquier guerra.
‘Los Desastres de la guerra’ de Goya son el primer ejemplo en la historia de la pintura donde hechos como la guerra y sus consecuencias quedan reflejados no como actos heroicos, sino como el desastre y la barbarie que realmente son: miedo, terror, hambre y pobreza. Goya representa la guerra casi como si de una crónica se tratara y los hechos son de tal crudeza, que al tiempo que denuncian, parecen exclamar un fuerte grito por la paz.
A diferencia de otras estampas de la época, donde lo que se destacaba era la heroicidad de los contendientes y el fragor de las batallas, el artista aragonés se centra en el punto de vista de las víctimas, algo inédito hasta el momento dentro de la historia de la pintura. Las víctimas y su sufrimiento, pero también la crítica política son las protagonistas de estas láminas, lo que incita al espectador a reflexionar. Parecería así que Goya no sólo ha plasmado los hechos acaecidos durante la Guerra de la Independencia, sino que anuncia y nos llama la atención sobre todas las guerras y su barbarie, aquellas que habrían de venir, que suceden y siguen sucediendo en distintos lugares del mundo.
Actualmente se conservan siete ediciones de ‘Los Desastres de la Guerra’. La cuarta, que es la que forma parte de las Colecciones Fundación MAPFRE, fue realizada en 1906 en la Calcografía Nacional. La tirada se limitó a 275 ejemplares, en papel crema verjurado de calidad y tinta negra de tonalidad muy oscura.
Para el alcalde de Estepona, José María García Urbano, este espacio cultural posiciona a la ciudad en el circuito artístico nacional, confiere un valioso impulso para la promoción turística y contribuye a fortalecer el tejido social del municipio.
No hay que perder de vista que este moderno edificio cultural supone el colofón a la gran transformación que ha experimentado esta ciudad malagueña en la última década, donde sobresale, precisamente, el proyecto que ha conseguido crear un gran bulevar peatonal paralelo al mar, que ha abierto la ciudad al Mediterráneo y ha generado uno de los mejores paseos marítimo del país.
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