La imparable fuerza del turismo de calidad

España es una potencia turística de máximo nivel. El patrimonio, la envidiable oferta de sol y playa, la gastronomía o las buenas temperaturas son sólo algunos de los argumentos que juegan a nuestro favor, pues a eso se suma, además, el esfuerzo constante de las instituciones provinciales y las empresas públicas y privadas para consolidar un liderazgo que cada vez resulta más rotundo y que este año promete superar todos los récords.

Consciente de la importancia que supone este sector para nuestro país, LA RAZÓN celebró ayer el Foro «La fuerza del turismo: tres modelos de éxito», un acto que reunió a grandes expertos en la materia y que contó con la presencia de autoridades como Vicente Azpitarte, delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Madrid. «La recuperación del turismo tras la pandemia ya es imparable y nuestro límite debe ser el cielo», aseguró Francisco Marhuenda, director de LA RAZÓN, durante sus palabras de bienvenida.

Para desgranar las claves del éxito del modelo turístico español, la primera mesa redonda del Foro contó con la participación de tres grandes destinos que estuvieron representados por Francisco Salado, presidente del Patronato de Turismo de la Costa del Sol y presidente de la Diputación Provincial de Málaga; Conrado Íscar, presidente de la Diputación de Valladolid, y José Mancebo, director del Patronato de Turismo de la Costa Blanca. Los tres ponentes coincidieron en afirmar que España es un destino turístico de máximo prestigio internacional y las cifras no dejan lugar a dudas: «Hablamos de la industria más importante de nuestro país», aseguró Salado.

De hecho, si todo va según lo previsto, el turismo volverá a ser en 2023 la gran locomotora económica de España. «Después de una Semana Santa excepcional, tenemos muy buenas perspectivas para la temporada alta con una ocupación media por encima del 80%», avanzó Salado. Y así lo confirmó también Mancebo, quien auguró que «superaremos las cifras prepandemia de 2019 y este puente de mayo ya nos está dando buena cuenta de ello». Por su parte, el turismo de interior tampoco se queda atrás e Íscar reconoció que «la Semana Santa ha logrado un lleno absoluto en Valladolid y esto implica un gran impacto económico en las zonas rurales, lo que nos impulsa a seguir trabajando en busca de un turismo de calidad, pues la buena conectividad y estar a apenas una hora y media de Madrid nos convierte en un destino ideal para una escapada». Y es que no hay que mirar solo a los mercados internacionales, ya que todos coincidieron en que «si algo bueno nos ha traído la pandemia es que ha servido de escaparate para que los españoles nos visiten y conozcan», aseguró Íscar. De hecho, según Mancebo, «hemos logrado un aumento del turista nacional del 20%». Y algo similar ha ocurrido en la provincia de Málaga, donde «los españoles han descubierto que somos mucho más que sol y playa y que tenemos un interior de gran riqueza», insistió Salado.

Mirando al futuro, los tres participantes aseguraron que apostar por la desestacionalización y dar prioridad a la sostenibilidad resultan imprescindibles para lograr un modelo turístico de calidad. «Hay que apostar por la calidad más que por la cantidad y romper la estacionalidad nos permite seguir creciendo», aseguró Salado. Y para lograrlo resulta imprescindible innovar, tal y como está haciendo la provincia de Valladolid con productos turísticos innovadores como la creación de «la milla de oro del vino, algo que hacemos de la mano del sector privado». Y es que, según apuntó Mancebo, «sería un error hablar de techo turístico; la clave está en la gestión que se haga del éxito, pues, tal y como dice el alcalde de Benidorm, Antonio Pérez, ‘‘el único turista malo es el que no viene’’. La tecnología puede ayudarnos a enfrentarnos a estos retos, aunque otro desafío del sector es la falta de mano de obra cualificada».

En la constante andadura de consolidar a España como un referente turístico internacional, el buen hacer de los destinos no basta, ya que es necesario aunar fuerzas con el sector público y también con la empresa privada. Por ello, el segundo panel del Foro, moderado por Pepe Lugo, delegado de LA RAZÓN en Andalucía, contó con la participación de tres protagonistas que han puesto su granito de arena para convertir en un ejemplo a seguir a la Costa del Sol, a la Costa Blanca y a la provincia de Valladolid: Inmaculada Toledano, presidenta de Sodeva, la Sociedad Provincial de Desarrollo de Valladolid, Fernando Garijo, director general del Grupo Marjal, prueba de que la empresa familiar es motor de la economía en territorios como la provincia de Alicante, y Juan Carlos López, controller corporativo de Soho Hoteles, cadena especializada en alojamientos boutique con acento andaluz.

Dado que la innovación es una de las herramientas para ser atractivos de cara al viajero, Toledano destacó el proyecto de la denominada «playa de Valladolid, bañada por las aguas del río Pisuerga. Es solo un ejemplo de que la colaboración público-privada en este sector es esencial». Por su parte, Garijo reconoció que parte del éxito de Grupo Marjal reside en «haber cogido un modelo que ya quedaba obsoleto, como el del camping clásico, y reconvertirlo en un producto moderno dándole comodidad y servicios propios de un resort». Y algo similar ofrece Soho Hoteles, cuya pócima mágica se basa en «atender a un segmento muy concreto, que es el hotel boutique en el que el huésped se siente en casa por la espontaneidad y trato de sus trabajadores, y con una operativa muy sencilla que nos permite haber crecido exponencialmente», reconoció López.

El broche de oro a esta cita corrió a cargo del chef Ignacio Carmona, encargado de realizar una demostración gastronómica con productos de la provincia de Málaga que fueron bien acompañados de Cervezas Victoria y de vinos blancos y rosados de la Denominación de Origen Alicante. Un ejemplo más de la gran riqueza de nuestro país que nos convierte en un destino único en el mundo, líder en materia turística.