La gran fiesta de la fresa en Nemi, provincia de Roma

Nemi es un pueblo encantador. Es una localidad que pertenece a la provincia de Roma con mil novecientos setenta y ocho habitantes. Las colinas Albanas y el lago del mismo nombre le dan un aire especial. Esta ubicación, a quinientos veintiún metros sobre el nivel del mar, cuenta con un microclima, que es perfecto para el cultivo de la fresa.

Los habitantes de la región son amantes de las fresas y como tal, cada primer domingo de Junio, celebran la fiesta de este rico y vistoso fruto. La banda del pueblo recorre las calles principales del pueblo y las mujeres denominadas Fragolare, desfilan con el traje típico: un peto negro, camisa blanca, falda roja y una cuna de encaje en la cabeza (mandrucella). El festejo dura una semana. En los caminos rurales los comerciantes ofrecen una enorme variedad de fresas, fresitas del bosque, licores, mermeladas, licor de fresas, vino espumante con sabor a fresa y lo más original, ofrecen en los sitios clásicos, el arroz con fresas. Las fresas de ven por todos lados.

El corteo que lo encabezan los más pequeños del pueblo, con atuendos alegóricos al fruto y marchan al ritmo de los tambores y trompetas de la banda. El alcalde del pueblo, en la plaza de pueblo, se dirige a los asistentes con un breve discurso y la marcha continúa.

Es genial el momento en el que muchos de los participantes, que portan cestos con fresas frescas, deciden empezar a comerlas. Primero las comparan entre ellos y una vez elegidas las mejores, las comen emocionados. De repente puede aparecer en medio del desfile un repartidor de fresas saludando al policía del pueblo, que por lo que se ve es su amigo y después de un muy afectuoso saludo, el policía encantado también come fresas.

En la distancia, el color predominante ese dia en el pueblo, es el rojo. En el mercado, que está no a muchos metros de la plaza principal, venden todo tipo de artículos con la fresa como protagonista, vestidos, mandiles, llaveros, pendientes, cuadros, lámparas, manteles, llaveros, porta retratos, todo siempre con una o varias fresas.

No sólo llama la atención el despliegue de fresas como alimento o como decoración ese dia en Nemi. En la otra parte del pueblo, hay un camino repleto de arreglos florales, algunos con fresas naturales pero no la mayoría, el motivo de estos arreglos es la celebración del trescientos cincuenta aniversario del Crucifijo de Nemi que coincide con la fiesta de la fresa.

El 24 de Agosto del año 2006, el Papa Benedicto XVI visitó, sin previo aviso y con su hermano Georg, el convento en dónde se encuentra el famoso crucifijo.

La figura de este crucifijo es bellísima por su estructura, pero especialmente por su dramatismo. Hace tres siglos y medio que el artista Vincenzo da Bassiano talló esta obra. Cual será su fuerza que 10 Papas han ido a visitarlo: el Papa Clemente XI, Benedicto XIV, Clemente XIII y Pío VI que recuerdan que rezó delante de él más de una vez para venerar el “sacro legno” Pío VII y Gregorio XVI, otras tantas veces lo hizo Pío IX. En su tercer centenario fue el Papa Paolo VI que presidió los festejos y así lo han hecho cada uno de los Pontifices.

Este impresionante crucifijo fue expuesto por primera vez en mayo de 1669 . La obra hay que admirarla desde diferentes ángulos, en cada uno de ellos se podrán encontrar diferentes expresiones, desde la tragedia de la agonía hasta una expresión de auténtica paz.

Nemi es un pueblo que hay que ir a descubrir, a pasar el dia de paseo por el pueblo y sus calles, siempre con el fondo del lago y después es super recomendable, hacer pocos kilómetros desde las alturas para llegar al lago. Almorzar al lado del agua es un placer.

Salir de Roma y descubrir sus pueblos es casi obligatorio, sólo así se descubren las tradiciones italianas que son muchas y variadas.