Viajes

La magia de Buenos Aires en helicóptero, a vista de pájaro

Los tours en helicóptero conectan al viajero con el destino de una manera profunda y única

Es una experiencia en la que se visualiza la inmensidad, contrastes y pasión que caracterizan a la capital de Argentina
Es una experiencia en la que se visualiza la inmensidad, contrastes y pasión que caracterizan a la capital de ArgentinaArchivo Fly Aeroblue

Sí, el turismo en helicóptero abarca el gran nicho en el que los viajeros priorizan cada vez más las experiencias memorables y Buenos Aires es un destino perfecto para esto.

Recorrer la fascinante capital argentina desde el cielo regala una perspectiva sublime en la que sus monumentos más icónicos pasan a un segundo plano convirtiéndose en parte del paisaje urbano. Esto permite conocer la identidad y la esencia de la urbe en toda su globalidad, algo que es extraordinario.

La Casa Rosada, la Plaza de Mayo, el Obelisco, Puerto Madero, El Rosedal o, entre otros muchos puntos emblemáticos, las famosas canchas de fútbol porteñas. Sin duda, experimentar cómo se «siente» Buenos Aires en helicóptero va mucho más allá de la emoción de subir a un mirador o de conocer su cielo a través de las impresionantes imágenes de un dron. Volar en helicóptero resulta una vivencia muy seductora en la que se visualiza la inmensidad, contrastes y pasión que caracterizan a la capital de Argentina.

A tan solo 25 minutos por autopista desde CABA se inauguró hace apenas cuatro meses un helipuerto, Helinorth, que destaca por su infraestructura de alto nivel y por los interesantes tours aéreos que parten de sus pistas. Aquí, los pilotos y hermanos Simón y Mateo García, fundadores de Fly AeroBlue, declaran que los tours en helicóptero en Buenos Aires llegaron hace unos años para quedarse.

«Existe una tendencia creciente hacia experiencias únicas. Día tras día observamos que nuestros pasajeros buscan emocionarse, como por ejemplo sobrevolando Buenos Aires en la mítica Golden Hour o en el comienzo de la noche, en la famosa Hora Azul. En ambos tours percibimos que es para ellos algo muy especial», afirma Mateo.

«Los paseos en helicóptero», continúa diciendo Simón, «se están integrando cada vez más con otros servicios turísticos como gastronomía, rutas enológicas o deportes de aventura para mejorar la propuesta. Por ejemplo, nosotros ofertamos un vuelo con almuerzo en el Delta o un día de campo con una de las mejores parrillas de la zona. A esto hay que sumarle la gran demanda de vuelos personalizados, algo que atestigua que volar en helicóptero cumple muchos sueños. Y eso nos encanta».

Vuelos de «bautismo», helitours por los principales atractivos turísticos porteños, escapadas de un día a los alrededores como islas y pueblos, volar en la hora dorada así como en los primeros momentos de la noche, sin olvidar los vuelos a medida. Todo es posible con empresas como Fly AeroBlue, que ofrecen al viajero conectar con Buenos Aires de una manera profunda y descubrir su magia a vista de pájaro.