Vacaciones

Malta, un oculto pueblo religioso

Malta, un oculto pueblo religioso
Malta, un oculto pueblo religiosolarazon

Famosa por ser un destino ideal de vacaciones, se desconocen algunos de sus secretos como su arraigada tradición de salir a las calles en Semana Santa para recordar la pasión, muerte y resurrección de Jesús.

Cuando nos hablan de Malta, rápidamente nos viene a la memoria la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, más conocida como la Orden de Malta. De igual manera, uno de nuestros primeros pensamientos suele relacionar este país isleño con un destino ideal de vacaciones donde disfrutar de su historia y de las cristalinas aguas del mar Mediterráneo.

Sin embargo, normalmente desconocemos la arraigada tradición de un pueblo religioso, mayoritariamente católico, que sale a las calles en Semana Santa para recordar la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Concurridas procesiones, casas con cruces iluminadas, banderas a media asta, balcones engalanados, peregrinajes nocturnos, comidas familiares, visitas a las iglesias, decoración de algunas capillas o representaciones de la Pasión son parte de estas tradiciones religiosas. La solemne procesión del Viernes Santo de Zebbug (donde acuden también numerosos turistas extranjeros) o la celebración del Domingo de Resurrección en Birgu son ejemplos muy representativos.

En definitiva, una forma de canalizar ese sentimiento religioso, visible por la gran participación de sus vecinos, tan enrraizado en el pueblo maltés que se sumerge en el pasado de este país y que tiene mucho que ver con la historia de estas islas situadas en un lugar estratégico.

«Wirja» es una de sus tradiciones religiosas en la que se representa la pasión de Cristo en unos locales preparados al efecto, en ocasiones, contiguos a las iglesias. Pequeñas figuras, esculpidas en diferentes materiales, van mostrando diversas escenas en distintos conjuntos escultóricos con un gran realismo. Un didáctico recorrido por una parte de la vida de Jesucristo a base de figuras que son verdaderas obras de arte. Recuerdan, en cierta forma, a los pasos y tronos de España pero, obviamente, en dimensiones mucho más pequeñas.

Rememorando el luto de esos días las habitaciones donde se encuentran las «wirjas» suelen estar decoradas con fondos de terciopelo con tonalidades oscuras o negras. Dentro de esta tradición maltesa, sus habitantes no sólo participan en su preparación sino que es costumbre visitar varias de ellas.

Malta, a pesar de ser un país de pequeñas dimensiones, atesora muchos encantos, a veces desconocidos, que justifican un viaje. Gastronomía, historia, ocio, compras, relax, celebraciones, eventos, tradiciones, buen clima, etc. Argumentos turísticos que no son incompatibles entre sí. ¿Acaso no es posible descubrir de la belleza de su capital por la mañana mientras vemos una procesión al anochecer? ¿Y si disfrutamos de un paseo por la monumental localidad de Mdina y, además, apreciamos cómo están decoradas las iglesias estos días? ¿Qué le parecería dedicar la mañana a bañarnos en el mar para, tras comer unos buenos pescados, hacer un itinerario por diferentes «wirjas»? ¿No sería una buena idea, tras celebrar el Domingo de Resurrección, reservar un buen restaurante donde disfrutar de la gastronomía maltesa? Eso es Malta, variedad y diversidad al alcance de la mano. Pero Malta es, sobre todo, un pueblo cercano y hospitalario que acoge al viajero con las manos abiertas.

Pastizzi

En Semana Santa es típico regalar huevos de Pascua y elaborar un bollo relleno de almendra y recubierto de azúcar llamado «figolla» que recomiendo probar. Por cierto, si usted es goloso, una de las pastelerías más conocidas es Elia (www.elia.com.mt) donde tendrá la posibilidad de degustar una gran variedad de postres típicos de estas fechas.

Sin embargo, mi consejo gastronómico es comer unos «pastizzi». Se trata de unos pastelillos salados, rellenos normalmente de crema de guisantes o requesón, que se han convertido en el más claro estandarte culinario de este país. Cualquier fecha del año es buena para probarlos. Su textura, obviamente, depende del horno donde se cocinen y son francamente baratos. Imposible comer sólo uno. Créanme. Hay un lugar emblemático donde, afirman los entendidos, se elaboran los mejores «pastizzi» de Malta. Su nombre es Crystal Palace y se encuentra en Rabat, una localidad muy cercana de Mdina. Si pueden, acérquense. Les gustará.

Como detalle curioso, según el viajero va acercándose a sus pueblos y ciudades descubre, ya a lo lejos, grandes banderas (normalmente de Malta o del Vaticano), sujetas por enormes mástiles, ondeando en lo alto de los edificios. Es una curiosidad difícil de encontrar en otros lugares. Más información en www.visitmalta.com