Paradisíaca y auténtica. Así es Riviera Nayarit, uno de los destinos mejor valorados para 2024

La define su naturaleza desbordante así como sus pueblos de incontables colores que provocan amor a primera vista. Riviera Nayarit es playas idílicas, yacimientos arqueológicos, pueblos mágicos y reservas ecológicas, salpicado todo ello por valles y montañas. El conjunto es una irresistible promesa que cautiva a cualquier viajero que se precie: la posibilidad de hacer cada día algo nuevo y diferente y que ningún día sea igual a otro.

Este litoral casi virgen de hermosas olas e imponentes puestas de sol se extiende a lo largo de más de 300 kilómetros en microdestinos acariciados por las aguas oceánicas del Pacífico. Al estar lejos del turismo masificado, y por méritos propios, regala la experiencia de sumergirse en la auténtica esencia de México. Tradiciones y cultura aderezadas con la alegría innata de sus gentes. Sin olvidar que su agradable clima cálido es ideal durante todo el año. No hay duda, Riviera Nayarit merece estar en cualquier lista de «destinos perfectos para 2024».

Sus pueblos son muchos, y maravilla que cada uno de ellos posea una fuerte identidad propia nacida de su historia. Esto es algo que los hace únicos. De ahí que cada día en la Riviera Nayarit pueda ser algo nuevo y diferente, ya que la distancia que separa sus poblaciones es muy corta, por lo que es posible explorar en un mismo viaje varias de ellas. Resulta muy difícil elegir cuáles visitar en una escapada a este paraíso, pero hay tres que son imprescindibles si no se conocen, son San Pancho, Sayulita e Islas Marietas.

San Pancho invita a la conexión íntima con la naturaleza

Como punto emblemático ideal para descubrir este Edén se presenta, por la diversidad de su oferta, el pintoresco pueblecito de San Francisco, conocido cariñosamente como San Pancho. Rodeado de selva y colinas y bordeado por el ya mencionado Pacífico, San Pancho se caracteriza por preservar su esencia rural y un ambiente familiar y tranquilo que invita a la conexión íntima con la naturaleza.

San Pancho brinda una playa de arena blanca, la hospitalidad de sus habitantes, su deliciosa gastronomía (que va desde deliciosos tacos callejeros hasta sofisticadas elaboraciones en restaurantes), su reconocida artesanía local, sus galerías de arte, sus famosos atardeceres y un sinfín de actividades. A lo que hay que añadir su exótico campo de golf inmerso en jardines, su club de polo y su espectacular club de playa Tierra Tropical Beach Club. Todo esto y mucho más ofrece San Pancho. Pero si hay algo que lo hace aún más especial para visitar es que alberga el Centro Comunitario Entreamigos, un motivador ejemplo de empoderamiento colectivo y testimonio vivo de lo unidos que están emocionalmente los habitantes de San Pancho.

Esta comunidad sin ánimo de lucro trabaja en crear oportunidades para niños y familias de San Pancho. Sus pilares son educación para todos y protección del medioambiente; la atmósfera cálida y familiar de San Pancho se respira en los espacios de este centro, donde voluntarios locales e incluso turistas de paso pueden aportar su granito de arena. El poder sumarse a los voluntarios si se desea hace que San Pancho sea un destino ideal para los viajeros solidarios.

Algo a destacar también en este pueblecito nayarita son sus bonitos hoteles boutique integrados en la naturaleza, como el Maraica San Pancho. Sofisticado y ecoamigable a partes iguales, a dos minutos a pie de la playa y con actividades que van desde sesiones de yoga hasta clases de surf. Tiene una piscina al aire libre en medio de su exuberante vegetación y un restaurante con propuestas saludables y exquisitas. Lo cierto es que alojarse en hoteles con una filosofía ecoturística como el Maraica San Pancho es, en sí mismo, una de las bonitas experiencias que hacen que visitar San Pancho sea extraordinario.

Sayulita, vibrante y de olas perfectas

A tan solo 15 minutos en coche, se encuentra este otro pueblito ineludible en la Riviera Nayarit, Sayulita. Acogedor, divertido, muy cool y meca internacional del surf. Así se presenta, como un lugar de ensueño para hippies, familias o sofisticados viajeros. Sayulita da la bienvenida a todos con sus calles y plazas repletas de color y vida.

Cuentan los lugareños que Sayulita fue creada por los dioses de las olas con el objetivo de que fuera un «trocito de tierra donde las olas fueran perfectas». Sea cierto o no, en este pueblecito existe algo divino que flota en su atmósfera y mima al viajero.

Es conocido por muchos como «la buena onda del Pacífico» y fue catalogado «Pueblo Mágico», título otorgado por la Secretaría de turismo de México a aquellas localidades que «a través del tiempo y ante la modernidad, han conservado su valor y herencia histórica cultural». Y es que Sayulita ha sabido mezclar armónicamente su arquitectura tradicional de casitas de colores, así como sus tradiciones y leyendas, con la llegada del turismo. Se ha convertido en un destino referente en México con encantadores hoteles boutique (uno de ellos es el Sayulinda Hotel, ubicado en el centro y realmente con personalidad propia), coquetos restaurantes, animados bares y, entre otras cosas, música y espectáculos en la calle.

Islas Marietas, un pedazo primigenio del planeta

Por otro lado, alejándose de la costa en dirección al océano, se hallan unas islas de aguas prístinas y paisajes sin huella alguna del ser humano. Es un Área Natural Protegida y Reserva de la Biosfera de la Unesco. Son las Islas Marietas. Naturaleza en estado puro. Volcánicas y abrumadoramente bellas. Visitarlas es una aventura ecoturística transformadora. Es adentrarse en la belleza y diversidad de la Tierra. Y en su incontenible fuerza.

Actualmente, el acceso a las islas es limitado para protegerlas de una excesiva explotación turística. Solo pueden ser visitadas por 116 personas al día y nunca pueden exceder más de 15 de forma simultánea. El tiempo de estancia permitido es de unos 15 minutos. Y la única manera de llegar es nadando, ya que las lanchas solo pueden acercarse hasta las boyas.

Su icono es la famosa Playa Escondida o Playa del Amor. Incontables imágenes de ella circulan por las redes sociales, pero no le hacen justicia. Esta playa «clandestina» es aún más bonita cuando se está en ella. Mención especial merece la rica vida marina que habita en las aguas de Islas Marietas e invita a hacer snorkel (algo que ofrecen los tours que llevan a ellas) y las caprichosas formas geométricas de su paisaje rocoso. Visitar estas islas sobrecoge el alma, no en vano es un pedazo primigenio de nuestro planeta. Deja sin palabras.

San Pancho, con su ambiente sereno y calmado; Sayulita, surfera, vibrante y llena de vida; e Islas Marietas, una de las joyas más preciadas del Pacifico. Tres obligados de Nayarit. Tres lugares muy distintos, pero perfectos en su combinación para una escapada a la paradisíaca Riviera Nayarit.