Viajes

París en primavera, ¡la escapada perfecta!

Durante la estación de las flores, el París más romántico invita a perderse entre sus monumentos, calles y jardines

Sacre Coeur, Paris
Visitar el Sacré Coeur en primavera tiene un encanto muy especialDreamstime

Con la inminente llegada de la primavera, romper la rutina y la monotonía del día a día se vuelve casi irresistible, y no cabe duda de que la «Ciudad de la Luz» siempre logra superar con creces cualquier expectativa, y es que, como decía Audrey Hepburn: «París es siempre una buena idea».

Sí, la llegada de la estación de las flores hace aún más tentadora la idea de conocer París o, si ya se ha estado, de volver a sumergirse en la arrolladora magia y el seductor glamur que desprenden sus calles, de disfrutar de sus hermosos jardines en su máximo esplendor y, por qué no, de tener la oportunidad de degustar los mejores macarons de la emblemática pastelería Pierre Hermé si en anteriores ocasiones no pudo deleitarse con este clásico francés.

Además, estos meses hay diferentes citas culturales que enriquecen la experiencia. En esta agenda destacan dos exposiciones: la de Guillaume Bresson en el imponente Castillo de Versalles hasta el 25 de mayo y la de L'art est dans la rue en el Museo de Orsay, que comenzará el próximo martes 18 de marzo y durará hasta el 6 de julio. Si se es amante de la fotografía, el festival Circulation(s) en Le Centquatre, del 5 de abril al 1 de junio, resulta imperdible, mientras que los amantes de la moda disfrutarán de Las flores de Yves Saint Laurent en el museo homónimo.

Y un apunte para aquellos que aprovechen las vacaciones de Semana Santa: comercios como la Maison Caffet invitan a degustar una selección gourmet de huevos de chocolate de Pascua que pondrán un inolvidable toque dulce al viaje.

Descubriendo París a través de sus barrios

Subir a la Torre Eiffel, recorrer con detenimiento el Museo del Louvre y sobrecogerse por la atmósfera mística de Notre Dame —reabierta el pasado 7 de diciembre de 2024 tras el incendio que conmocionó a medio mundo— son tres de las experiencias más especiales que la capital francesa ofrece a quienes la visitan. Pero París es mucho más que sus monumentos emblemáticos. Por ejemplo, la visita al barrio de Montmartre, el más encantador y parisino de los barrios. Situado en una colina al norte de París, este pintoresco enclave ha sido cuna de artistas y epicentro del ambiente bohemio parisino. El museo Dalí París, la majestuosa Basílica del Sacré Cœur y por supuesto el mítico cabaré Moulin Rouge son sus imprescindibles.

Si se habla de barrios emblemáticos, no puede faltar el de Le Marais. La bonita Plaza de los Vosgos es ideal para pasear tranquilamente y comenzar a explorar este barrio, conocido por ser LGBT-friendly y por ser hogar de la Casa de Víctor Hugo y el Museo Picasso en París. Si aquí la cultura está presente, también lo está la gastronomía; en el mercado de comida cubierto más antiguo de todo París, el Marché Couvert des Enfants Rouges, hay opciones para todos los gustos: desde comida india o japonesa hasta italiana o francesa.

Para quienes buscan una experiencia más romántica, el Canal Saint-Martin es una opción ideal. Muy conocido por Amélie, es realmente un lugar mágico. Hacer un pícnic a orillas del río, ver las obras de arte callejero en las calles de l’Ourcq y Germaine Tailleferre o explorar las tiendas vintage es una forma diferente de vivir París.

El café les deu -magots, Saint Germain des pres, Paris
El café les deu -magots, Saint Germain des pres, ParisDreamstime

Por su parte, Saint-Germain-des-Prés es el barrio perfecto para sumergirse en el espíritu intelectual y artístico de París. Además de sus galerías y tiendas de antigüedades, en primavera resulta ideal tomarse un descanso en la terraza de alguna de sus cafeterías, algunas tan emblemáticas como la de Les Deux Magots o el Café de Flore, donde Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir tenían mesa fija. No muy lejos de allí, el Jardín de Luxemburgo ofrece un respiro verde en medio de la ciudad, y es que en una escapada primaveral la visita a los espacios verdes de la ciudad es algo que se vuelve irresistible. Además del Jardín de Luxemburgo, otros rincones verdes como el elegante Parque Monceau o el Jardín de las Tullerías ofrecen espacios perfectos para disfrutar del París más primaveral.

Entre el cielo y el mar: excursión al Monte Saint-Michel

Una experiencia única más allá de la capital es una excursión al Monte Saint-Michel. Resulta una opción inigualable y aunque la distancia es de cuatro horas en tren, lo cierto es que merece la pena el viaje.

Situado en Normandía, el Monte Saint-Michel, con su impresionante abadía que parece sacada de un cuento de hadas, es uno de los lugares más fotografiados de Francia y una joya del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Aquí, la arquitectura medieval, religiosa y militar se conjugan a la vez en un entorno sencillamente espectacular: mareas que aíslan el islote en determinados momentos del día, el verde intenso del paisaje normando que lo rodea, las callejuelas empedradas que conducen hasta la abadía y una panorámica desde lo alto que deja a la vista un escenario casi irreal.

Pero la vivencia no se queda solo en la abadía. La calle Grand Rue está repleta de tiendas y restaurantes. Es una oportunidad perfecta para probar una de las especialidades locales: la famosa tortilla soufflé de La Mère Poulard, que ha conquistado a viajeros de todo el mundo desde 1888. Asimismo, para quienes buscan una experiencia aún más especial lo ideal es quedarse hasta la puesta de sol y contemplar cómo el Monte Saint-Michel se ilumina, creando una imagen inolvidable en la memoria de quien la contempla.

Con todos estos atractivos y la promesa de vivir estas maravillosas experiencias, la pregunta es inevitable: ¿se resistirá a la tentación de descubrir (o redescubrir) París en su momento más especial? ¡Anímese y deje que la primavera lo guíe por la ciudad más romántica del mundo!