Viajes
Primavera natural «a la asturiana»
El Principado de Asturias estrena el mes de abril con dos fiestas declaradas de Interés Turístico: la del Bollo y la de los Huevos Pintos
«Oviedo es una ciudad deliciosa, exótica, bella, limpia, agradable, tranquila y peatonalizada; es como si no perteneciera a este mundo, como si no existiera... Oviedo es como un cuento de hadas», así describe Woody Allen la maravillosa capital de Asturias, una comunidad en la que no falta absolutamente nada: pueblecitos marineros con un encanto singular, unos bellos paisajes plasmados en montañas y parques naturales, playas de ensueño y una excelente gastronomía. Por todo ello se caracteriza el Principado de Asturias, sin embargo, en este artículo vamos a centrarnos en su flamante capital, aquella que enamoró al famoso cineasta.
Antes de entrar a describir los principales atractivos con los que cuenta Oviedo, queremos destacar que, tanto la ciudad como sus bonitos pueblos ya están preparados para recibir la Semana Santa, por lo que estas primeras semanas de abril son ideales para viajar hasta aquí y vivir la inminente Semana Santa con unas mini vacaciones. Aparte de, por supuesto, la de Oviedo, le recomendamos disfrutar la de Villanueva de Oscos, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional, ya que en este municipio realizan una auténtica representación teatral en la que se involucran todos los vecinos, con su Vía Crucis podríamos decir que la Semana Santa cobra vida.
Las mencionadas celebraciones, envueltas en procesiones, ofrendas y demás rituales religiosos, pueden vivirse emotivamente se sea o no creyente, puesto que no es necesario serlo para querer embriagarse de la atmósfera tan especial que envuelve las localidades asturianas durante estas fechas, pero para quienes no les apetece disfrutar de estas experiencias, en abril también se celebran dos fiestas de Interés Turístico alejadas de la espiritualidad y lo religioso: la del Bollo, celebrada el domingo y el lunes de Pascua, con desfile de carrozas y grupos folclóricos y una comida de confraternización en las calles del precioso casco antiguo de Avilés, y la de los Huevos Pintos, una de las fiestas más populares y coloristas de Asturias; tiene siglos de historia y se celebra en La Pola Siero, cuyo centro se llena de puestos engalanados para la ocasión, en los que hay gastronomía, música, danzas y, por supuesto, las joyas de la fiesta: huevos pintados a mano con pequeñas obras de arte que retratan figuras y escenas típicas. Es una oportunidad única para conocer estas poblaciones en sus días más animados.
Oviedo, el corazón asturiano
Como ha visto, Asturias recibe abril y la Semana Santa de una manera muy especial y diferente, tanto sus bucólicos y bellos pueblecitos como sus ciudades y su capital, en la cual nos centraremos a partir de ahora para enseñarle sus «imprescindibles». Empezaremos nuestra ruta por su casco antiguo, compuesto por una red de encantadoras y antiguas calles empedradas. Aquí se encuentra la Plaza de Alfonso II, presidida por la Catedral de San Salvador, de estilo gótico y en la que destaca su majestuosa torre, le recomendamos, siempre que no le pueda el vértigo, que suba a ella, es una experiencia única. Desde lo alto de la torre tendrá unas impresionantes vistas panorámicas de la ciudad y podrá escuchar los toques de las campanas, especialmente la Wamba, la campana en activo más antigua de Europa.
Tras esa visita, le proponemos que acuda al Museo de Bellas Artes de Asturias, muy cerca de la mencionada Catedral. Aquí, en el gran museo de Oviedo, disfrutará de una amplia colección de obras de arte clásico y contemporáneo, incluso algunas de El Greco, Goya, Dalí, Miró y Picasso, junto a objetos y obras de artistas asturianos con siglos de antigüedad.
Por otro lado, si es usted amante de la historia, especialmente de la prehistoria, le gustará visitar el Museo Arqueológico de Asturias, en el antiguo claustro del convento de San Vicente de la ciudad de Oviedo. Continuando con el tema artístico, cabe destacar que en las calles de Oviedo hay una cantidad muy importante de estatuas que le llamarán la atención, algunas de ellas son la de La Regenta, en la Plaza de Alfonso II; la de Woody Allen, en la calle Milicias Nacionales; y, entre otras muchas, la de Mafalda, en el Parque San Francisco.
La esencia asturiana de Oviedo se plasma, por supuesto, en sus bellos parques urbanos y en los increíbles espacios naturales que la rodean. Uno de los más conocidos es el Parque de Invierno, situado en la zona sur de la ciudad, es un espacio ideal para pasear y contagiarse de la paz que emerge de la belleza de sus paisajes. De imprescindible visita también es el Parque Purificación Tomás, que se localiza en una finca al oeste del Monte Naranco, en el cual se encuentra la Iglesia de Santa María del Naranco y la de San Miguel de Lillo, ambas reconocidas por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Tampoco deje de visitar el Campo de San Francisco, en pleno centro de la ciudad.
En definitiva, la ciudad que con tanta maestría Leopoldo Alas Clarín ocultó bajo el nombre de Vetusta en «La Regenta», regala a los viajeros una experiencia en la que prima la tranquilidad de la naturaleza y del encanto de su bonito casco antiguo, sin olvidar, por supuesto, su deliciosa gastronomía, de hecho, a finales de mayo se celebra en Oviedo la Feria de la Ascensión, uno de los muchos eventos, la mayoría de ellos organizados en diferentes pueblos, con los que el Principado de Asturias celebra su cultura gastronómica, además de reivindicarse como destino turístico gastronómico. Como ve, Oviedo, y en general Asturias, es una magnífica opción de viaje para esta primavera, aunque lo cierto es que, se visite en la época que sea, esta es una tierra de la que es imposible no enamorarse.
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