Lo que no hay que perderse de Mikonos

Viajar y hacer fotografías son dos cosas que, indudablemente, suelen ir íntimamente unidas, por ello hoy le presentamos un destino de viaje muy especial con unas bonitas palabras de la renombrada fotógrafa griega Lizy Manola: «Mikonos tiene paisajes mágicos y una energía especial proveniente del mar, los vientos y la tierra que no se encuentra en otros lugares». Su emotiva descripción invita a los viajeros a explorar y sumergirse en la fascinante Mikonos, una cautivadora isla perteneciente al archipiélago de las Cícladas que, con su inconfundible encanto, ha cautivado el corazón de turistas de todo el mundo.

Bañada por las aguas del mar Egeo, Mikonos se caracteriza por sus pintorescas calles, hermosas playas y una animada vida nocturna, todo ello entrelazado en perfecta armonía, creando un ambiente único que seduce al visitante. Empezaremos nuestro recorrido por el que es el corazón de la isla: Chora, la encantadora capital.

Sus estrechas y sinuosas calles le envolverán en una atmósfera única y mágica, así como sus tiendas boutique, galerías de arte, bares animados y restaurantes en los que probar la rica gastronomía griega. La arquitectura tradicional encalada está presente en cada rincón, destacando las iglesias de un blanco impoluto con cúpulas azules que se alzan majestuosamente sobre el paisaje.

Uno de los lugares más icónicos de Chora, aparte de su puerto antiguo, es el barrio de Alefkandra, conocido como «La Pequeña Venecia». Aquí, las casas, de colores vivos y alegres, se arremolinan en la orilla del mar, como si anhelaran fundirse con el horizonte turquesa de las aguas. No dude en visitar el Museo Arqueológico, la Casa de Lena y, muy especialmente, los molinos de viento, que desde el siglo XVI se han convertido en un símbolo inseparable de la identidad de Mikonos, le obsequiarán con unas vistas panorámicas inolvidables. En Alefkandra los latidos del corazón se funden en una mágica sinfonía con la brisa suave que acaricia los rostros de los viajeros, enamorados de su irresistible belleza.

Como no podía ser de otra manera, la isla de Mikonos cuenta con playas que invitan al disfrute y a sumergirse de lleno en este territorio. Un regalo para todo amante del sol, el mar y la serenidad. Desde la tranquila y relajante Agios Sostis Beach, pasando por Psarou Beach, ideal para los que se dejan seducir por el estilo, el glamour y el lujo, hasta la vibrante y animada Paradise Beach, donde la fiesta nunca termina y la energía contagiosa se apodera de todos lo sentidos.

Cualquiera de estas playas le regalarán momentos tanto de diversión como de tranquilidad, incitándole a perderse en sus idílicos y únicos paisajes. Déjese llevar por la brisa del mar y permita que la magia de las playas de Mykonos le envuelva en un abrazo eterno.

Le animamos también a recorrer otros puntos de la isla. Por ejemplo, otra localidad que bien merece la pena conocer es Ano Mera. Lejos del bullicio y el ajetreo de las zonas turísticas más concurridas del territorio insular, su atracción más interesante es, sin ninguna duda, el Monasterio de Panagia Tourliani. Observará que si su exterior, con una espectacular fachada blanca y un campanario que se eleva majestuoso, ya impresiona, su interior no deja indiferente a nadie, dominado por mármol y madera tallados, frescos bizantinos y un púlpito dorado. Cualquier viajero que se acerca a Mikonos, acude a Ana Mero para contemplar esta joya arquitectónica.

Explorando las islas vecinas

Para terminar, y en una invitación a que aproveche al máximo su viaje a este pedacito de paraíso en la Tierra, le proponemos algunas excursiones en los alrededores más cercanos de Mikonos.

Le sugerimos, en primer lugar, que se embarque en un barquito hacia la isla de Delos, muy cerca de nuestro punto de partida. En ella podrá explorar interesantísimas ruinas antiguas en forma de templos, estatuas y teatros. Al lado, encontrará la isla Rhenia, también deshabitada; aquí disfrutará de playas vírgenes y aguas cristalinas. Podrá nadar, bucear y relajarse en un entorno tranquilo y único.

Si sus vacaciones en este paraíso griego se alargan y quiere conocer aún más de este fascinante archipiélago, le recomendamos que conozca la isla de Tinos, una de las más desconocidas de las Cícladas para el viajero común, pero un auténtico edén griego; en ella sobresale el santuario de Nuestra Señora de Tinos, el lugar de peregrinación más famoso del helenismo.

No deje de visitar tampoco la isla de Naxos, la más grande de las Cícladas. Ofrece hermosas playas, paisajes montañosos y encantadores pueblos donde reside su verdadera alma. En otra ocasión seguro que tendremos la ocasión de contarle más sobre todo el encanto que desprende esta otra maravillosa isla de las Cícladas.

Mikonos es, por todo lo que le hemos contado, mucho más que un destino turístico. Es un lugar donde la historia, la belleza natural y la hospitalidad se aúnan en armonía, creando una experiencia inolvidable capaz de cautivar a todo viajero. Descubra la magia de Mykonos y déjese seducir por su irresistible atractivo, aquí, en pleno mar Egeo, encontrará un refugio idílico para sus próximas vacaciones.