Granada
Seda: el lujo silencioso
Un homenaje a la historia y patrimonio cultural Granada, dentro del sector 5 estrellas gran lujo
Si bien es un hecho que, cada vez más, al viajar procuramos encontrar destinos que nos brinden la sensación reconfortante de hogar, en Seda no se da el caso. Según su director, la atención dispensada a los visitantes se asemeja al trato que otorgaríamos al más distinguido de nuestros invitados a casa. Y solo bastan unas horas en este lugar para comprobar que la explicación de Ignacio Cabello, el director, no puede resultar más acertada.
Aquí conocemos el significado del lujo silencioso, sin necesidad del impacto de marca pero cuyos detalles se perciben desde la atención tan personalizada, la dedicación a la gastronomía, con una cocina honesta, de proximidad, y el producto andaluz como protagonista, el cual orquesta su cocinero Rubén Castro. “Estamos volcados con el cliente. Nuestro parking dispone de cargadores eléctricos y también somos fieles a la hora del té”, cuenta Ignacio, con el fin de revivir esos momentos de pausa y encuentro.
Un lugar con historia
El Seda Club Hotel, en la plaza Trinidad del corazón de Granada, rinde homenaje a la histórica conexión de la ciudad con la Ruta de la Seda entre China y el Mediterráneo Oriental. Su inspiración viene de la época en que Granada era el principal productor mundial de seda en el siglo XV, por lo que el hotel se ubica cerca de la centenaria Alcaicería, el epicentro de la producción y venta de seda en España. El lujo de la seda granadina atrajo la atención de Maharajás indios y llevó a una delegación china en el siglo XVI en busca del arte secreto de su fabricación. La influencia británica también dejó su huella en 1492, cuando arqueros ingleses liderados por Lord Scale apoyaron a los Reyes Católicos durante la Toma de Granada. Algunas voces hablan de la unicidad de la seda como consecuencia de la calidad de las aguas que regaban las moreras; y otras responden a la pericia de los árabes en sus capacidades a la hora de tejerla.
Su estética, indudablemente exclusiva y elegante, recuerda a los antiguos britrish clubs, con maderas y metales nobles, mármoles, prominentes alfombras, sedas, terciopelos y tapices. Y para los amantes del arte contemporáneo, dispone de una colección privada de la familia Jiménez Cordón, Hidden Art Collection, con obras de galardonados artistas en la Bienal de Venecia que han expuesto en el MoMA de Nueva York. “Es lo que tiene haber trabajado con el neoyorkino David Rockwell e ir sin presupuesto cerrado”, explica el director. A la vista está que Seda no pretende ser un proyecto empresarial, sino ser el mejor hotel de la plaza y seguir celebrando que ya son el número uno en TripAdvisor. “Nuestro perfil de cliente es un huésped tranquilo. Han venido celebridades de Hollywood con sus familias. Nos caracterizamos por la recomendación del boca a boca y nos interesa especialmente el cliente repetidor, que es la garantía del éxito”, detalla Cabello.
El cuidado de los detalles
Las dimensiones abarcan desde la habitación Deluxe con 26 m², hasta la majestuosa Alcoba Real de 75 m², entregadas meticulosamente equipadas. Ofrecen colchones de última generación, ropa de cama de algodón egipcio de 500 hilos, una carta de almohadas con seis opciones, productos de L'Occitane, kimonos orientales y una variedad de comodidades adicionales. Algunas habitaciones incluyen balcón con vistas a la plaza de la Trinidad, mientras que otras disponen de terrazas privadas con acceso al patio central, un espacio mágico para disfrutar de las noches estrelladas de Granada, “que recuerdan al perfume de jazmín y azahar”, apelan desde el hotel. Destacan sus elegantes lámparas y espejos, así como el alicatado de los baños, que rinde homenaje a los mosaicos de azulejos vidriados de la Alhambra. También está siempre presente el respeto a los productores locales, a la materia de proximidad y a la artesanía y cuidado en cada plato. Cómo olvidar el yogur casero del desayuno cuyo origen llega de la Alpujarra.
Y lo que uno no olvida es el trato. El conjunto de trabajadores cumple el objetivo del que hablábamos al principio: considerar como el mejor al huésped siendo el mejor anfitrión. Su personal se entrega por completo en que la estancia sea toda una experiencia, ofreciendo visitas guiadas a la emblemática ciudad, acompañándote a conocer las auténticas cuevas del Sacromonte –como la tan mítica del Rocío–, u organizando un día de esquí en Sierra Nevada. Si esto no es estar mejor que en casa, como se dice en la mencionada ciudad: “apaga y vámonos”.
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