Destinos
El sol que necesita está en el destino Costa de Almería
►Almería ofrece más de 250 kilómetros de costa, patrimonio, cultura, naturaleza en estado puro y una gastronomía sublime
Disfrutar, desconectar, respirar aire puro, escuchar el susurro del mar, observar las estrellas, sentir la naturaleza en estado puro, descubrir tesoros bajo el mar, liberar endorfinas… Todas estas actividades tienen algo en común: Almería. «El sol que necesito» es el eslogan de la nueva campaña de promoción turística de Costa de Almería impulsada por la Diputación Provincial para difundir la excelencia del destino almeriense. Y es que son muchas las bondades que convierten a este rincón de nuestra geografía en un destino indispensable en cualquier época del año, pero sobre todo durante el verano.
Tierra de contrastes
La provincia almeriense se ha convertido, por méritos propios, en un auténtico paraíso al sur de España. Una tierra de contrastes que destaca por ofrecer, en apenas una hora, pasar de playas vírgenes a las cumbres más altas; del único desierto de Europa, el de Tabernas, a espesos y verdes bosques de montaña todo ello al amparo del cielo más limpio del continente. Sin lugar a dudas, no hay mejor lugar para volver a reencontrarse con las ansiadas vacaciones. Por ello, este verano si quiere disfrutar, Costa de Almería es su destino.
La diversidad es, sin duda, el talismán que ha convertido Costa de Almería en el mejor refugio para intrépidos viajeros, en pista de entrenamiento al aire libre para deportistas de todo el mundo, en el destino ideal para sumergirse en busca de los tesoros submarinos y en un territorio único que conquista a turistas del mundo entero.
Pero disfrutar de la playa en Almería, no es sólo cosa del verano. Las cálidas temperaturas de sus aguas, con una temperatura media de 17 grados, hacen que sean muchos los viajeros que guarden en su agenda largas jornadas de vacaciones para disfrutar en la tierra que permite experimentar las cuatro estaciones en un solo día y en la que paz y sosiego bañan el litoral del destino en el que el sol se queda a vivir allí cada temporada.
Perderse en las calas del Cabo de Gata o la tostada arena del levante almeriense, hacer submarinismo en sus privilegiados fondos marinos, practicar cualquiera de las modalidades que unen el viento con la espuma de mar, dibujar en cada ruta senderista la magia de la geografía almeriense, llevar la adrenalina al límite en las sinuosas e imposibles curvas de las carreteras almerienses, descubrir el encanto que guarda la provincia bajo tierra o los paisajes lunares que permiten conquistar el único territorio desierto de toda Europa son un privilegio que reserva la provincia para los amantes de la naturaleza en estado puro.
Diversidad única
Si de algo puede presumir la provincia es de contar con una diversidad única en el continente europeo. No es para menos, pues en un mismo territorio se funden más de 250 kilómetros de costa, 40 espacios protegidos, dos parques naturales y uno nacional, dos reservas de la biosfera y un pacto con el cosmos al completo que permite disfrutar del firmamento más limpio y puro del continente europeo unido a las más de 3.500 horas de sol que lucen sobre el horizonte almeriense al año.
A esa larga lista de bondades hay que sumar una gastronomía sorprende con la excelencia de los productos de una tierra que cultiva salud en la huerta de Europa y las propuestas de las empresas que conforman la marca gourmet de Diputación, «Sabores Almería», sin olvidar la gran aportación culinaria almeriense con las célebres y originales tapas.
Rutas tierra adentro
A la hora de hablar de algunos de los espacios naturales con los que agasaja al viajero la provincia de Almería, el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar es una parada obligatoria. Su proximidad al mar, la riqueza en especies de aves y flora, así como el paisaje que puede contemplarse durante el trayecto, recortado entre el Mediterráneo, el cielo y la montaña, lo convierten en unas rutas únicas e irrepetibles. El terreno a pisar entremezcla la aridez con el negro volcánico, un espectáculo natural de magnífica belleza en el que destacan las rutas que discurren paralelas a la costa en las que el caminante puede disfrutar de acantilados, cortadas y calas increíbles o de montañas de perfil arenoso.
Entre los senderos que destacan de esta zona, cabe señalar el que va de Aguamarga a las Negras que cuenta con una distancia de 14 kilómetros y el de San José-Genoveses-Mónsul de 15 kilómetros. Probablemente este segundo sea más recomendable para aquellos que, armados con su cámara fotográfica, quieran llevarse un recuerdo inolvidable de esta tierra. Además, podrán reconocer el perfil de zonas que seguramente vieron en la gran pantalla, en películas inolvidables.
Por todo ello, parece evidente que Costa de Almería es un destino en el que sus más de 300 días de sol al año lo colocan a la cabeza de los refugios turísticos preferidos por los enamorados de la naturaleza y del turismo activo, un enclave donde el visitante siempre logra encontrar el sol que necesita en cualquier época del año.
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