Viajes
Vigo, un privilegiado balcón a las islas Cíes
Esta ciudad gallega rezuma encanto por los cuatro costados, gracias a sus señoriales edificios y a la magia de su entorno natural marcado por la ría
«Vigo es mi paraíso perdido. Un poco como Ulises con Ítaca», mediante esta frase del escritor gallego Domingo Villar, queremos comenzar este artículo para hablarle de la bonita ciudad de Vigo, cuya importancia en el ámbito literario es tal que ha sido nombrada por algunos de los literatos de más renombre, como Julio Verne en «20.000 leguas de viaje submarino», y en bestsellers actuales, como el poemario «1775 calles», de Defreds, cuyo título alude al número de calles de la que es la urbe más grande de Galicia. Por ello, por los bellos paisajes con los que cuenta y por sus particulares atractivos turísticos, es un destino de viaje muy recomendable, uno que le aseguramos que le encantará.
La primera parada, como no podía ser de otra manera, es el monte O Castro, donde se asentaron entre los siglos II a. C. y III d. C. los primeros pobladores de esta ciudad gallega, algo en lo que podrá profundizar en su yacimiento musealizado y en las reconstrucciones de tres edificaciones castreñas de hace dos mil años. Pero si por algo destaca este lugar es porque desde aquí podrá ver las mejores visitas de la ría de Vigo y las islas Cíes, una imagen que se le quedará grabada en la retina, pues es tal su belleza y la tranquilidad que de ella emana que irremediablemente se convertirá en uno de sus recuerdos favoritos de su viaje a Vigo. No deje de ver tampoco los restos de la Fortaleza de O Castro, levantada en el siglo XVII para defender la ciudad de los portugueses en la Guerra de Independencia de Portugal con respecto a España; actualmente, está rodeada de unos preciosos jardines que son ideales para pasear, relajarse y disfrutar de la armonía de la naturaleza. Aquí también se encuentra uno de los monumentos más hermosos de Vigo, el Monumento a los Galeones de Rande, con las anclas de tres de las decenas de navíos que se hundieron en la ría de Vigo durante la mítica batalla de Rande.
Dejamos atrás el monte O Castro para dirigirnos al museo MARCO, el Museo de Arte Contemporáneo de Vigo, un ejemplo de cómo la urbe ha ido transformándose en una ciudad vanguardista, de servicios y con un amplia oferta cultural y museística. Su lugar de emplazamiento es sobre una antigua cárcel y palacio de justicia, que, tras una profunda rehabilitación, acoge en la actualidad diferentes exposiciones de todas las artes: moda, vídeo, arquitectura y artes plásticas. Si hablamos de museos, es imprescindible citar el pazo Quiñones de León, el cual destaca por su interesante colección de objetos arqueológicos, los cuales atestiguan la larga historia de Vigo, y por sus obras pictóricas, donde conviene recalcar que tienen la colección de pintura contemporánea gallega más completa; también sobresale por sus espléndidos jardines, un espacio para deleitarse con la belleza de la naturaleza.
Por supuesto, otra de las paradas obligatorias son sus playas, uno de los atractivos de los que más presume Vigo, ya que se caracterizan por su arena fina de color dorado y aguas cristalinas. Algunas de las más importantes son las de Samil, O Vao y la de Tombo do Gato, aunque cualquiera de ellas es ideal para pasear tranquilamente y contemplar una espectacular puesta de sol.
El Casco Vello
En cualquier ruta que se precie por esta ciudad no puede faltar una que le lleve por el Casco Vello, el cual ha experimentado un cambio radical en las últimas décadas, pasando de ser una zona deprimida y abandonada a convertirse en una de las más cotizadas y transitadas. Hay varias paradas que le recomendamos hacer: la Iglesia de Santa María, conocida por los vigueses como La Colegiata; la Pinacoteca Fernández del Riego; la Casa Galega da Cultura, que también acoge actividades artísticas y literarias; la callejuela Cesteiros y la Plaza de la Constitución, ambas con varios locales de hostelería perfectos para disfrutar de la gastronomía viguesa. Siguiendo con el tema gastronómico, no puede faltar una visita el mercado de A Pedra, donde encontrará marisquerías, pescaderías y restaurantes para degustar los mejores productos de la ría de Vigo.
Por otro lado, le invitamos a que pasee por la Porta do Sol, una plaza presidida por la escultura del Sireno, obra del escultor gallego Francisco Leiro y símbolo del Vigo moderno. La mencionada plaza sirve para conectar la zona nueva —El Ensanche, fruto del crecimiento de la ciudad— y el tradicional centro histórico de Vigo; a pocos metros está el Teatro García Barbón y la Casa de Correos y Telégrafos de Vigo, en la Plaza de Compostela.
Quedarían muchas otras cosas que destacar de Vigo, por ejemplo, las diferentes esculturas que adornan sus calles, como la de Julio Verne, en su puerto, o la de Dinoseto, junto a la Plaza de Princesa, también el Museo del Mar y el barrio de Bouzas, pero en estas últimas líneas queremos invitarle a hacer una excursión a uno de los lugares más paradisiacos de España y que consideramos que puede ser el broche de oro en una escapada a Vigo: las islas Cíes. Pertenecientes al Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas, cuentan con bellísimos arenales y las playas más paradisíacas que pueda imaginar.
Es posible que antes de leer este artículo, Vigo no estuviera en su lista de viajes, pero confiamos en que, tras leer todo lo que ofrece, se escape unos días a esta maravillosa ciudad gallega, porque le aseguramos que Vigo, repleta de zonas verdes, monumentos y rincones con encanto, le seducirá.
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