Durante años, las historias de magia y fantasía han conseguido captar la atención de un gran espectro de audiencia, demostrando que tanto los jóvenes como los adultos pueden quedar atrapados por este tipo de tramas. Como ejemplos rotundos tenemos Harry Potter, que se convirtió en un fenómeno global gracias a su enfoque escolar y su construcción de un mundo lleno de hechizos; y a Juego de Tronos, que elevó el género hacia un público más maduro.

Sin embargo, hay una serie que ha conseguido alcanzar un punto medio entre ambas propuestas, aunque muchos la hayan pasado por alto. Con un tono accesible, pero sin miedo a explorar conflictos más serios, esta producción consigue combinar la aventura y la magia juvenil con una visión épica de la guerra y el destino. Ambientada en una época medieval alternativa, nos presenta una versión completamente renovada de uno de los personajes más icónicos del imaginario fantástico.

Merlin, el origen del mayor hechicero de la historia

En Merlin, viajamos hasta los años de juventud del legendario mago antes de convertirse en el sabio consejero del Rey Arturo. Lejos de ser una figura imponente y poderosa, aquí se nos presenta como un joven aprendiz que debe esconder sus habilidades mágicas en un reino donde la hechicería está prohibida. Al llegar a Camelot, Merlin se cruza con un joven y arrogante príncipe Arturo, con quien acabará forjando un vínculo destinado a cambiar el curso del reino.

La serie toma elementos clásicos de la fantasía, como dragones, profecías o reinos enfrentados, para combinarlos con una narrativa ligera, pero efectiva. A diferencia de otras producciones medievales más oscuras, Merlin apuesta por un tono más luminoso, teniendo espacio para momentos de humor, aventuras episódicas y una evolución constante de sus personajes. A pesar de ello, esto no significa que rehúya temas complejos, como sacrificios, traiciones y dilemas morales. Es más, según avanza la trama este tipo de conflictos empiezan a estar más presentes, otorgándole mucho cuerpo a la historia.

Con cinco temporadas y una historia que se enriquece progresivamente, Merlin no esta disponible en ninguna plataforma de streaming en estos momentos, pero es una habitual en los catálogos, por lo que no tardará mucho en volver. Esta serie es una excelente opción para quienes disfrutan de la magia más pura y tienen ganas de revivir un clásico desde un punto de vista diferente que muy pocas veces se hayan planteado.