Polémica
Ubisoft canceló un nuevo juego de Assassin's Creed para evitar conflictos políticos con Estados Unidos
Según informan varios reportes, la empresa francesa habría prescindido de uno de sus nuevos títulos de la saga Assassin's Creed que se desarrollaba tras la Guerra Civil estadounidense
Según se ha podido saber en las últimas horas, Ubisoft canceló el desarrollo de un nuevo juego de Assassin’s Creed el pasado verano, entre otras razones, por lo que la compañía consideró que el clima político en Estados Unidos era demasiado sensible para el contexto que se planteaba. Al parecer, el juego se ambientaba tras la Guerra Civil americana, durante el periodo de la Reconstrucción (1860-70s) y el principal motivo de la polémica hubiera sido el protagonista de la aventura.
El personaje principal habría sido un hombre negro, ex-esclavo del sur de EE.UU., que se traslada hacia el oeste para empezar una nueva vida, pero luego es reclutado por los Assassins y regresa al Sur para luchar por la justicia, incluyendo enfrentamientos con el surgimiento del Ku Klux Klan. Varios empleados actuales y antiguos de Ubisoft, que hablaron anónimamente con los medios, afirmaron que el proyecto fue detenido por dos causas principales: primero, la reacción negativa (o el riesgo de reacción negativa) en línea tras el anuncio de Yasuke, otro personaje negro históricamente inspirado en Assassin’s Creed Shadows; y segundo, la preocupación de Ubisoft por las posibles reacciones en un momento político particularmente divisivo en EE.UU.
Ubisoft quiere evitar conflictos con sus próximos videojuegos
Una fuente desconocida sostiene que la dirección de Ubisoft estaría orientándose cada vez más hacia evitar riesgos creativos, manteniendo lo que ella denomina el “status quo político”, sin tomar posiciones fuertes ni generar controversia. Por lo tanto, cualquier videojuego que pueda generar una polémica que afecte a la imagen de la compañía será estudiado de manera interna y, si es necesario, cancelado como ha ocurrido con esta entrega de Assassin's Creed.
La cancelación de este proyecto refleja un dilema creciente dentro de la industria del videojuego que radica en el equilibrio entre la libertad creativa y el miedo a la controversia. En una saga como Assassin’s Creed, acostumbrada a explorar conflictos históricos y temáticas sensibles, la decisión de Ubisoft podría interpretarse como un intento de proteger su imagen en un contexto sociopolítico polarizado. Sin embargo, también plantea interrogantes sobre hasta qué punto las grandes editoras están dispuestas a asumir riesgos narrativos. En última instancia, la ausencia de este juego deja un vacío potencial en la representación de una etapa clave de la historia estadounidense.