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El hilarante vídeo de una abuela que se comió por error los pasteles de marihuana de su nieto

El nieto grabó la escena y la compartió en un blog de vídeos, donde ha sido visto por más de 300.000 personas

Imagen de la abuela en el momento en el que trata, con gran dificultad, de dejar el vaso de agua en el reposabrazos
Imagen de la abuela en el momento en el que trata, con gran dificultad, de dejar el vaso de agua en el reposabrazoslarazon

Una abuela está triunfando en internet gracias a un "viaje"inesperado. La mujer encontró en casa unos pasteles que había elaborado su nieto y decidió probarlos. El problema es que estaban hechos con marihuana.

Una abuela está triunfando en internet gracias a un "viaje"inesperado. La mujer encontró en casa unos pasteles que había elaborado su nieto y decidió probarlos. El problema es que los brownies estaban hechos con marihuana, lo que provocó un hilarante vídeo que el nieto no dudó en compartir en el blog de vídeos WolrdStarHipHop con el título: "Mi abuela se comió mi pastel de marihuana y yo estoy llorando de la risa", donde acumula más de 300.000 visionados.

No es una escena de la película británica "El jardín de la alegría", ni está protagonizada por una viuda que tras quedar viuda decide convertir su invernadero en una plantación de marihuana, pero la escena es tan divertida como la cinta de Nigel Cole.

En este caso, se puede ver cómo la señora está sentada en un sofá de cuero y que sufre las consecuencias tras la ingestión de la droga. Se tapa los ojos por el "subidón"y trata de mantener la compostura, pero la mujer es incapar de hacerlo, lo que le provoca cierta inseguridad pero mucha diversión. Comienza a hablar balbuceando para indicar que se siente estúpida, mientras intenta alcanzar un vaso de agua. Cuando trata de alcanzarlo ve que no puede y se arranca a mover la mano y a hacer sonidos con la boca como si estuviera cantando y se ríe de la situación. En un segundo intento, sujeta el vaso con una mano y se ayuda con la otra para cogerlo mientras sigue con sus ruidos y sonrisas. Cuando consigue su objetivo, se recuesta sobre el sillón si parar de hacer ruidos y gestos con la cara. Tras dar un gran sorbo de agua, la saborea, baila con el vaso levantado y trata de tararear una canción mientras se recuesta sobre el brazo del sillón para dejar el agua con seguridad y no tirarla. Orgullosa de lo conseguido, da una palmada y chasquea los dedos.

En el vídeo no aclara cuanto duró la situación, pero lo que está claro es que la mujer disfrutó del "viaje"inesperado casi tanto como su nieto al ver su comportamiento.