Valencia

Detenido un concejal de IU por la muerte de su mujer en Valencia

La fallecida fue hallada en la bañera tras el incendio de su casa

La fallecida, Dolores Moya, y su esposo, el concejal de IU Marcos Cabo. A la izquierda, el domicilio que compartían en la localidad valenciana de Serra
La fallecida, Dolores Moya, y su esposo, el concejal de IU Marcos Cabo. A la izquierda, el domicilio que compartían en la localidad valenciana de Serralarazon

La Guardia Civil detuvo anoche a Marcos Cabo Galera, concejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de la localidad valenciana de Serra, como presunto autor del asesinato de su mujer, Dolores Moya González, en un incendio provocado en su domicilio en el número 25 de la calle La Era, el 29 de julio. La víctima no había presentado ninguna denuncia por violencia doméstica contra su pareja.

Tras el incendio, los Bomberos encontraron a la mujer del ahora detenido, ex concejala en el mismo municipio, muerta en el interior de la bañera de su domicilio y vestida. Al parecer, la muerte le sobrevino por inhalación de humo, y desde el principio se barajó la posibilidad de un incendio intencionado de la vivienda cerrada a cal y canto, ya que el fuego, que se inició en el comedor, se propagó muy deprisa en medio de un fuerte olor a gasolina. Como consecuencia del fuego, también resultaron heridas otras dos personas por inhalación de humo, según informó a través de su cuenta de Twitter el servicio de emergencias 112 de la Comunidad Valenciana.

Los primeros indicios apuntaban a que Dolores Moya, de 41 años y madre de cuatro hijos, se habría suicidado. De hecho, su entorno sabía que sufría de depresión y que la relación con su marido, un policía local en excedencia, no atravesaba por su mejor momento. No obstante, después de que la Guardia Civil le tomara ayer declaración a su marido, que acudió a la Comisaría de Policía del pueblo al no poder acceder a su domicilio, éste fue detenido. Algunas circunstancias sobre lo ocurrido no quedaban muy claras y un equipo de Criminalística de la Guardia Civil se trasladó poco después al lugar para llevar a cabo una completa inspección ocular de la vivienda. Y es que los Bomberos que acudieron a apagar el fuego detectaron un fuerte olor a gasolina en la vivienda, cuyas persianas estaban bajadas.