Hubo unos años en la Transición en los que, por falta de costumbre democrática, se entremezclaba y confundía el término «anticonstitucional» con un «inconstitucional» que semánticamente no es antagónico, ni mucho menos, pero sí diferente. Normalmente una actuación «inconstitucional» está protagonizada por una persona «anticonstitucional», es decir, por alguien que quiere cargarse la Carta Magna que en 1978 puso los...
¿Quieres leer más?
Has accedido a un contenido premium de La Razón. Suscríbete a Younews y tendrás acceso ilimitado a las mejores opiniones, análisis y otros contenidos exclusivos. Una suscripción que va más allá de las noticias, y para que lo pruebes te regalamos un mes gratis.
Has accedido a un contenido premium de La Razón. Te regalamos 10 contenidos gratis para que pruebes.
Tienes artículos disponibles
Inicia sesión si ya eres suscriptor