Antaño, toda sociedad tenía un grupo dominante y otros, numéricamente más pequeños, que operaban en desventaja respecto al primero. Eso ocurrió hasta que, en Occidente, mediante la configuración de Estados democráticos liberales, se fue logrando que el valor numérico no fuese el único principio que garantizase la protección de un colectivo, por pequeño que fuese, y que se pudieran proteger...
¿Quieres leer más?
Has accedido a un contenido premium de La Razón. Suscríbete a Younews y tendrás acceso ilimitado a las mejores opiniones, análisis y otros contenidos exclusivos. Una suscripción que va más allá de las noticias, y para que lo pruebes te regalamos un mes gratis.
Has accedido a un contenido premium de La Razón. Te regalamos 10 contenidos gratis para que pruebes.
Tienes artículos disponibles
Inicia sesión si ya eres suscriptor