En un alarde de dominio de la adaptación a los nuevos tiempos, Cola-Cao ha concedido la libertad a «aquel negrito del África tropical». Lo cuenta con gracia e ingenio Gonzalo Núñez en La Razón. En lugar de dejar morir una época, lo que han hecho los eximios talentos poblicitarios de Cola-Cao ha sido mantener la melodía y cambiar la letra....
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Escrito por
Alfonso Ussía Muñoz-Seca es un periodista, columnista y escritor español. Ha colaborado con múltiples medios de comunicación, tanto prensa como radio, donde ha dado vida y voz a múltiples personajes humorísticos, como el entrenador de fútbol argentino Floro Recatadao, el doctor Gorroño o Jeremías Aguirre, revolucionario sandinista.
No hay que darle muchas vueltas, carecen de imaginación, no se les ocurre nada bueno.
En cuanto a lo de los grumos es fácil. Se echa el producto en la taza, después muy poca leche y se remueve hasta conseguir un pasta, a continuación el azúcar y otro poco más de leche, un cuarto de taza, se vuelve a remover hasta que la mezcla sea omogenea, se termina de llenar la taza, otra buena removida y ya sea en frío o caliente no queda un solo grumo. Si se le añade un chorrito de leche condensada, la leche. Receta de internado, finales de los cincuenta principio de los sesenta.
Con mis nietos sigue funcionando.
El producto muy bueno, la empresa y su trayectoria en el posfranquismo para no tomarlo, pero que le vamos hacer, es un gran producto español, aunque les pese.
Le sucede al Cola- Cao, salvando las distancias, como a García Marquez, protegido irredento de la dictadura castrista, magnífica obra de un grande como escritor e impresentable como persona; al menos a mí así me lo parece.
Espero que les sirva y de resultado; desayuno y merienda ideal, que decía la canción de aquel negrito del África tropical, como recuerda A.U..
Qué tiempos, y nos quejábamos. No sabíamos entonces la que nos iba a caer ya bien entrado el S.XXI.
Buenos días, que desayunen bien.
Buenos días Don Fernando. Veo que a usted hacer el cola-cao le lleva su tiempo, jeje. Hay otros truquitos más modernos, pero cada maestrillo tiene su librillo, así que no haré ningún comentario más al respecto. Es un producto que siempre me ha parecido muy bueno, que yo no consumo desde hace mucho y que, mis hijos, que eran consumidores habituales, ya han dejado de consumir. Me quedan restos de un paquete, que guardaba para por si acaso, pero que tendré que tirar.
Coincido con usted, cuando se nos trae a nuestra memoria un producto como éste, en el sentir: ¡Qué tiempos aquellos!!! y lo demás que usted ha expresado.
Por cierto hoy he recibido un vídeo con el homenaje que hace Jose Manuel Soto a nuestra querida España, que todos los ciudadanos biófilos sabrán apreciar.
Añado: Los resentidos no. Entre los votantes de la izquierda y de los nacionalismos se cuentan la mayor parte de los resentidos y odiadores de nuestro país. Ellos no son conscientes de su resentimiento pero es un rasgo fundamental de sus caracteres. En fin….
Es que Soto con esa gracia sevillana, y el deje que Dios le ha dado, llega hondo y dice verdades como puños.
Por cierto, en hacer la fórmula del chocolatito se tarda, solo, un momentito y sin grumitos. Mis nietos solo lo toman si yo se lo preparo así. Todo un honor
jajjjjja, ¡qué bueno! Muy divertida columna, si señor, y creativa. Todo el final, con creación de canción incluida, apoteósico y da pie a los lectores a que sigamos inventando estrofas progres dignos de los mayores demagogos e incoherentes de la izquierda española para desquitarnos a gusto. Gracias Don Alfonso por este regalo en momentos tan aciagos. Gracias.
Abrazos Resistencia Activa.
Yo es que soy más de café. Café solo. Sin leche. Sólo café. Adiós Colacao.
¡Abrazos amigos!
Se nota que es Vd. un purista, cafetero de los de verdad. Si además lo tomara sin azúcar, como los del «tinto» colombiano, para matrícula de honor. Un abrazo y a seguir disfrutando del buen café; como los toros, todo un arte.
Ja, ja, ja. Me ha pillado usted don Fernando: me echo un poquito de azúcar. Así es, un buen café y una buena corrida de toros, lo mejor. Abrazos.
La vía del humor y la ironía suele ser más efectiva que sesudas reflexiones, sobre todo si con quien se intenta razonar no es capaz de ello sea por incapacidad sea por emotividad. Felicitarle por el artículo y por las letras que vd. propone; no sé como no le contratan esos cerebritos del marketing actual.
Leí por ahí que el marketing actual es, en ocasiones (muchas o pocas no lo sé) la nueva forma de decir mentiras. Verá ahora nos venden en los anuncios que los «grumitos» es un hecho diferencial y además ecolatrista. Tomo alguna vez Cola-cao, aunque a lo mejor me cambio a otros productos parecidos en vista de su deriva y, para quitar grumitos, una vez está el polvo en la taza, un poquito de café sobre ellos hace que desaparezcan, al menos de mi café.