Hace décadas que llegué a la conclusión de que la mayoría de los males históricos de España derivan del fanatismo empeñado en no ver la realidad. Expulsar a los judíos en 1492 era una bajeza y una estupidez y ni siquiera reyes tan sagaces como Isabel y Fernando supieron sobrenadar por encima del sectarismo. Agarrarse a la revolución científica nacida...
¿Quieres leer más?
Has accedido a un contenido premium de La Razón. Suscríbete a Younews y tendrás acceso ilimitado a las mejores opiniones, análisis y otros contenidos exclusivos. Una suscripción que va más allá de las noticias, y para que lo pruebes te regalamos un mes gratis.
Has accedido a un contenido premium de La Razón. Te regalamos 10 contenidos gratis para que pruebes.
Tienes artículos disponibles
Inicia sesión si ya eres suscriptor
Escritor, historiador, activista y director de medios de comunicación, en la actualidad es director del programa “La Voz” emitido desde Estados Unidos con una audiencia de más de dos millones y medio de personas. Miembro de la Academia española de la lengua de Estados Unidos, es doctor en Historia – premio extraordinario de fin de carrera – Derecho, Filosofía y Teología. Ha recibido numerosos premios tanto por su trabajo como historiador como por su labor humanitaria y periodística.
D. César, usted, como siempre, aprovecha para llevar el agua a su molino, esto es, criticar al catolicismo y poner a caldo la historia de España. Si usted conociera un poco esta última, sabría por qué la expulsión de los judíos no fue una bajeza ni una estupidez y por qué Felipe II hizo lo que hizo. Para usted, todo lo que hacen los católicos es malo y todo lo que hacen los protestantes es bueno. ¿Sabe usted la opinión que tenía de los judíos su amigo Lutero? Y claro, otra vez dale que te pego con el «dogmatismo», el «fanatismo», el «sectarismo»… Como si en sus queridos Estados Unidos (admirables en algunas cosas) no se hubiesen matado negros, no se hubiese masacrado y exterminado a los indios, no se hubieran hecho cazas protestantes de brujas, no se hubiera asesinado a presidentes de gobierno… Usted no pierde la menor oportunidad de hablar mal de España. Por favor, don César, hágame caso: quédese para siempre en Estados Unidos, hágase ciudadano estadounidense (si no lo es ya) y deje ya de vomitar su mierda contra España. Cuanto antes lo haga, mejor para España y para los españoles. No le necesitamos aquí.