Imposible imaginar un ministro de industria alemán que ataque los coches por contaminantes o un ministro francés de agricultura que pida la erradicación del vino para evitar el alcoholismo. Aquí, en apenas una semana, el ministro de Sanidad ha cargado contra las rebajas, el de Consumo ha despreciado el turismo y el vicepresidente Iglesias ha lamentado la empresa taurina.
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Periodista, ha desarrollado su carrera en varios diarios nacionales. Actualmente, dirige, los sábados y domingos en la COPE, el programa “Dos días contigo”.
Buenos días,
A su pregunta de si Pedro Sánchez se da cuenta de que su gobierno lleva a España a su hundimiento, debo expresarle que, como conocedora del carácter humano y, particularmente, del de Sánchez, llevo más de un año advirtiendo sobre lo qué podíamos esperar de ese sujeto a través de comentarios en las columnas de Don Alfonso Ussía en younews de la Razón. Lo que ha ocurrido en esta crisis sanitaria no ha hecho sino confirmar lo que yo venía expresando desde hace más de un año. A modo de resumen, le diré: ¿Qué se puede esperar de un mero buscador de estatus, poder y prestigio, vacuo amoral mentiroso y vanidoso? Ni está capacitado intelectualmente ni comprende nada. Sólo puede manejar consensos. Es, además de despiadadamente competitivo, vengativo y manipulador. Desempeña el papel social de «el mejor » y se lo inventa. No está conectado con la realidad porque es precisamente el mecanismo de defensa de su tipología de carácter: la identificación con los roles que desempeña. Roles vinculados a cualidades magníficas de su persona con las que se identifica para proteger su pequeñez, con la que no contacta bajo ningún concepto. El contacto con la realidad es ínfimo, lo que lleva a pensar en un trastorno de la personalidad narcisista, trastorno asociado junto a otros a su tipología de carácter cuando el sujeto no goza de buena salud. Un tipo frío y calculador, un camaleón multifacético simultáneo. Todas sus poses están estudiadas al milímetro porque para él lo esencial es la imagen.
Parece evidente, como usted indica, que es un gobierno de incapaces. Copio su primer párrafo: «Imposible imaginar un ministro de industria alemán que ataque los coches por contaminantes o un ministro francés de agricultura que pida la erradicación del vino para evitar el alcoholismo. Aquí, en apenas una semana, el ministro de Sanidad ha cargado contra las rebajas, el de Consumo ha despreciado el turismo y el vicepresidente Iglesias ha lamentado la empresa taurina».
¿A qué se dedica el ministro de sanidad? No sólo no sabe nada de sanidad, tampoco de economía ni de resolver problemas. Este confinamiento, tal y como está en estos momentos, no tiene ni pies ni cabeza: ¿Hay alguien en este gobierno que esté haciendo algún estudio eficaz para salir del hoyo en el que nos encontramos? Creo que no sinceramente porque les viene grande.
Es un gobierno meramente propagandístico, que utiliza la mentira, el sectarismo y la división y que tiene la desfachatez de patrimonializar la moral. Este es el pack completo.
¿No podrían salir ya las personas sanas o inmunes del confinamiento al mismo tiempo que se toman las medidas apropiadas para proteger a la población de riesgo?
Ya lo anticipó Shakespeare en su obra «El Rey Lear»: «Es un mal de este mundo que los locos guíen a los ciegos».
Un abrazo a mis estimados amigos de la Resistencia Activa.
Bravísimo Doña Catalina. El gran Shakespeare, un genio absoluto nos brinda una frase que se ajusta como anillo al dedo a la situación actual. Saludos.
Un abrazo doña Leonor.