Fue en aquella época en que ZP comenzó subvertir el sistema y casi media España lo aplaudía a rabiar y otra casi media no movía un dedo por frenarlo. En medio de una conversación, mi padre sentenció: «Yo nací con una república, viví con una dictadura, he visto el regreso de una monarquía y me temo que moriré con otra...
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Escritor, historiador, activista y director de medios de comunicación, en la actualidad es director del programa “La Voz” emitido desde Estados Unidos con una audiencia de más de dos millones y medio de personas. Miembro de la Academia española de la lengua de Estados Unidos, es doctor en Historia – premio extraordinario de fin de carrera – Derecho, Filosofía y Teología. Ha recibido numerosos premios tanto por su trabajo como historiador como por su labor humanitaria y periodística.
Desde un principio, desde el nacimiento de Podemos, la Moción de Censura sobre Rajoy después y su triunfo, claramente, sin disimulos ni tapujos, el objetivo ha sido la ruptura y desmantelamiento de la Constitución del 78 y cuanto supone.
Esto viene arrastrando desde los preparativos de los atentados del 11-M y la llegada de ZP.
Es increíble la desidia, actual, de la sociedad española y de las distintas instituciones constitucionalistas, conservadoras, alejadas de esta izquierda radical de corte bolivariano que se ha instalado en España.
Todo cuanto se está haciendo desde el Gobierno y los distintos poderes añadidos está encaminado a la destrucción de España. Rompe su unidad e identidad. Desde la Educación a la gestión de la Pandemia-, tanto en su vertiente sanitaria como en la gravísima, negativa, repercusión económica que está teniendo en todo el territorio nacional, sin contar con el desprestigio que España como tal sufre a nivel internacional e incluso ante nosotros mismos,- los efectos son catastróficos.
Aunque muchos no los quieran ver hasta que, directamente, les afecte a ellos; entonces lo verán , padecerán, se rasgarán las vestiduras y pondrán el grito en ese «Cielo» en el que no creen.
Espero y creo que su padre no tendrá razón, lo espero por el bien de España. Sin el freno que supone nuestra Monarquía Constitucional esto seria lo mas parecido que pueda imaginarse a una casa de putas de arrabal porteño. No me cabe la menor duda.
Buenos días.