Isabel Celaá ha alumbrado, con celeridad, la Ley de Educación menos respaldada de la democracia, 176 diputados. Facilita arrinconar en Cataluña al castellano, la lengua vehicular de 600 millones de hablantes, que la llaman español, sin complejos, como lo hicieron Cela, Borges, Rubén Darío o García Márquez, que escribió «El otoño del patriarca» en Barcelona. El mayor poeta vivo en...
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