Duelo, porque la ley nace muerta, y la muerte no genera vida ni proyectos de vivir y de futuro y esperanza para sobrevivir y avanzar, progresar, como cabría pedir y exigir, reclamar y esperar de una nueva legislación educativa, o de una legislación para una reforma educativa; nace muerta porque no ha habido diálogo, sino exclusión y rechazo, y así...
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