Sin prisa pero sin pausa, como decía Arias Navarro en su tímido impulso de apertura con la Ley de Asociaciones Políticas –llámose entonces «espítiru del 12 de febrero» en 1974– un lema que se queda muy corto en comparación con el paso acelerado de PSanchismo, Podemos, ERC y Bildu para hacerse con el control absoluto del Estado, como corresponde a...
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