3I/ATLAS

Un científico desmiente todo lo que se ha dicho del 3I/ATLAS: asegura que ni son alienígenas ni ha cambiado de color

El cometa 3I/ATLAS, el tercer visitante interestelar detectado en nuestro sistema solar y el más rápido jamás registrado, no ha cambiado de color ni es tecnología alienígena, según aclaran los astrónomos

Un científico desmiente todo lo que se ha dicho del 3I/ATLAS: asegura que ni son alienígenas ni ha cambiado de color
El cometa 3I/ATLAS, ha generado titulares y teorías, pero los astrónomos insisten en que su brillo y coloración son fenómenos naturales propios de estos visitantes interestelaresdifoosion

Durante semanas, el cometa 3I/ATLAS ha sido protagonista de titulares que parecían sacados de una película de ciencia ficción. Se habló de un visitante interestelar que cambiaba de color misteriosamente y hasta se insinuó que podía ser “tecnología alienígena”.

Client Challenge

Esto dio lugar a una gran cantidad de teorías disparatadas: que si nos iban a invadir, que si era un mensaje enviado por una civilización mucho más avanzada.

La realidad, sin embargo, es bastante menos espectacular y mucho más lógica. El astrónomo Qicheng Zhang, del Observatorio Lowell en Arizona, salió a poner orden: “No tenemos ninguna evidencia de que la coma de gas esté cambiando de color”, explicó. Lo que se vio fue simplemente un aumento de brillo al acercarse al Sol, algo tan normal en los cometas como que una hoguera brille más cuando se le añade más leña

Un fenómeno natural, no un misterio extraterrestre

.

Este elemento espacial, descubierto en julio, es el tercer objeto conocido que llega desde el espacio profundo a nuestro sistema solar. Y lo hace a toda velocidad: más de 209.000 km/h, lo que lo convierte en el cometa más rápido jamás registrado.

Para hacerse una idea, es como si un avión diera la vuelta al planeta en solo dos minutos. Su paso cercano al Sol, el 30 de octubre, permitió a varias naves espaciales recoger datos inéditos de esta roca helada.

Al principio parecía rojizo, pero los análisis posteriores demostraron que su coma de gas es en realidad más azul que el propio Sol. Algo que no tiene nada que ver con extraterrestres: simplemente se trata de cómo los gases se iluminan y dispersan la luz cuando el cometa se acerca a la estrella, igual que una lámpara cambia de tono según el tipo de bombilla que uses.

Zhang, además, se mostró crítico con quienes alimentan la desinformación. Señaló al astrónomo Avi Loeb, de Harvard, que ha defendido la hipótesis de una “tecnología alienígena”. Para Zhang, lo preocupante no son los rumores o bulos que circulan por las redes sociales, sino que personas con formación científica difundan interpretaciones incoherentes sin leer por completo los datos disponibles.

Y es que, en realidad, el supuesto “cambio de color” ya se había notado en septiembre, cuando unos astrónomos aficionados fotografiaron al cometa con una coma azul verdosa. Nada fuera de lo común: los cometas suelen sorprender con variaciones de brillo y tonalidad, pero siempre dentro de las leyes de la física. El próximo gran momento llegará el 19 de diciembre, cuando pase a unos 269 millones de kilómetros de la Tierra.

“Las anomalías de este cometa son simplemente cosas extrañas que hacen los cometas”, concluye Zhang. Y quizá ahí esté lo más fascinante: no necesitamos extraterrestres para maravillarnos con el espectáculo que ofrece el universo, igual que no hace falta magia para quedarse embobado mirando un cielo estrellado en una noche clara.