Polémica

'Stranger Things' la ha liado con una de sus referencias a videojuegos y los jugadores no dan crédito

La referencia de la serie de Netflix al videojuego Ghosts 'n Goblins ha cometido un error imperdonable para muchos, generando una gran polémica

'Stranger Things' la ha liado con una de sus referencias a videojuegos y los jugadores no dan crédito
'Stranger Things' la ha liado con una de sus referencias a videojuegos y los jugadores no dan créditoNetflix

La quinta temporada de Stranger Things ha vuelto a apostar por la nostalgia ochentera, pero uno de sus escasos guiños a los videojuegos retro ha generado la polémica entre los aficionados más exigentes, concretamente en su referencia al videojuego Ghosts 'n Goblins. En una escena destinada a evocar la era de las consolas domésticas, la imagen mostrada en pantalla no corresponde a la versión para NES que el montaje pretende representar, sino a la variante de arcade del mismo título. El fallo se hace más evidente por los elementos del entorno, con un cartucho desconectado y la ambientación de salón, que contradicen la apariencia de cabina recreativa que aparece en pantalla.

Para buena parte de la comunidad retro, la equivocación pasa de ser un simple error de continuidad a una falta de rigor en un detalle que, hasta ahora, había sido parte esencial del encanto de la serie, demostrando que las últimas temporadas no están a la altura del legado de la producción. Stranger Things ha cimentado gran parte de su identidad en referencias cuidadas a la cultura popular de los años ochenta, y el público valora especialmente las pequeñas exactitudes, desde máquinas recreativas hasta modelos concretos de consolas y cartuchos. Cuando ese nivel de fidelidad falla en una escena tan concreta, la reacción de decepción entre los espectadores veteranos es inmediata.

La discusión que ha surgido en redes y foros no se limita a la corrección histórica del objeto mostrado, ya que también plantea dudas sobre los procesos de producción y verificación de la serie. Algunos espectadores interpretan el error como un descuido de utilería o de posproducción; otros señalan que, en producciones de gran escala, pequeños fallos pueden colarse pese a los controles habituales. En cualquier caso, la controversia subraya lo sensible que es el público con los detalles de la nostalgia: lo que para unos es una licencia creativa, para otros es una ruptura de la ilusión.

Una decepción que aumenta el desgaste de una serie como Stranger Things

Esta pequeña polémica refleja hasta qué punto Stranger Things ha construido una relación muy estrecha con una audiencia que valora la fidelidad histórica de sus referencias tanto como su trama y personajes. Un error puntual no empaña el impacto global de la temporada final, pero sí pone de manifiesto que la nostalgia funciona como un contrato implícito entre la obra y el espectador. Cuando se cuidan los detalles, se refuerza la inmersión; cuando se falla, la respuesta es inmediata. De cara a su desenlace definitivo, la serie afronta el reto de cerrar su historia manteniendo intacta esa atención al detalle que la convirtió, desde el principio, en un fenómeno cultural.

En perspectiva, este incidente no eclipsa el seguimiento masivo de la temporada final ni su capacidad para generar conversación, pero sirve como recordatorio de que la autenticidad en los guiños culturales requiere precisión. Para muchos fans, la exigencia no es por pedantería: es por respeto a una época y a una audiencia que ha confiado en la serie para revivirla con cariño y exactitud.