Nuevo récord mundial en Fortnite: un usuario una baja estando a más de 1 kilómetro de distancia de la pantalla

La manera en la que ha crecido el sector de la creación de contenido ha permitido que los usuarios que viven de él vean como tienen un abanico de oportunidades cada vez más amplio. Ya se ha visto a algunos streamers como IlloJuan patrocinar juegos (asegurando que “cobra una pasta por ello”) o a otros como Ibai colaborar con artistas, como su vídeo de bromas telefónicas con Eladio Carrión.

Si a esto le sumamos que ciertos creadores de contenido también son jugadores profesionales de eSports, el resultado es cosas tan locas como el Récord Guiness de Fortnite que ha logrado MrSavage.

Después de competir muchos años en este título, el noruego se ha aliado con Red Bull para conseguir la baja más lejana de la historia del juego, pero no dentro de él, sino con respecto a la distancia a la pantalla en la que estaba jugando la partida.

Así se consigue una eliminación a más de 1 kilómetro de la pantalla

Aunque el objetivo era batir este récord superando los 1.000 metros, fueron varias las distancias en las que el jugador se puso a prueba. Primero, fueron 30 centímetros los que le separaron del monitor, una lejanía más que asumible y que no le costó mucho superar.

Después se colocó la pantalla a 3 metros del usuario, y tampoco le resultó demasiado complicado. Sin embargo, a 15 metros sin ninguna ayuda visual sí que empezó a ponerse difícil la hazaña, aunque MrSavage terminó completando este desafío.

El siguiente salto fue el más considerable hasta el momento, aumentado la distancia a 500 metros y necesitando para ello una especie de prismático, que si bien ayudó al jugador a ver más de cerca no ofrecía la imagen más nítida. Después de 9 intentos y 45 minutos, consiguió la eliminación correspondiente y pasó al último nivel.

La distancia exacta al monitor sería de 1.161,31 metros esta vez, y la pantalla no podía ser de más de 32 pulgadas ni utilizar un zoom mayor que x100. Con estas reglas, MrSavage se lanzó al desafío, que le llevó muchos más intentos y mucho más tiempo que todos los anteriores juntos.

En el intento número 45, cuando ya llevaba 8 horas de prueba, consiguió eliminar a un enemigo esperándole detrás de una puerta con una escopeta. La baja provocó la euforia de todo el equipo que le acompañaba, que celebró con él la entrega del certificado de Récord Guiness que, probablemente, mantenga durante mucho tiempo.