Pacientes

Los adolescentes con psoriasis cuentan con un nuevo aliado

La nueva indicación de una molécula para este grupo de pacientes, tradicionalmente infratratados, permite mejorar su calidad de vida gracias a su elevada eficacia, su perfil de seguridad y su comodidad de administración con una inyeccción cada 12 semanas

Los adolescentes con psoriasis cuentan con un nuevo aliado
Los adolescentes con psoriasis cuentan con un nuevo aliadolarazon

La nueva indicación de una molécula para este grupo de pacientes, tradicionalmente infratratados, permite mejorar su calidad de vida gracias a su elevada eficacia, su perfil de seguridad y su comodidad de administración con una inyeccción cada 12 semanas

Aunque la psoriasis es una enfermedad crónica relacionada generalmente con la edad adulta, tiende a surgir un paso antes de ella, durante la adolescencia, y también se puede ver su existencia en niños, afectando concretamente a entre el 0,5 y el 2 por ciento de estas poblaciones. Por lo que es una buena noticia para los profesionales que se disponga para estos pacientes con placas de moderada a grave de nuevas opciones terapéuticas seguras, de efectos secundarios leves y que facilitan la adherencia. Como es el caso de «ustekinumab» (Stelara), que Janssen ha lanzado en España después de que en julio la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) aprobara su uso en pacientes mayores de 12 años, cuya enfermedad no esté bien controlada por otros tratamientos sistémicos o fototerapia. Se trata del mismo anticuerpo monoclonal antiinterleucina (IL)-12/23, que se viene usando para adultos desde el año 2009, con el objetivo de incrementar la oferta de terapias biológicas para un problema de salud, el de los adolescentes con psoriasis, que hasta la fecha tenía un abordaje infratratado.

Los adolescentes dan mucha importancia a su aspecto físico. En esta etapa de la pubertad en la que existen tantos cambios fisiológicos, su salud mental se ve constantemente amenazada. Cualquier alteración puede generarle baja autoestima, inseguridad, sentimientos de inferioridad o vergüenza, o dificultades para entablar relaciones sociales. Según Antonio Torrelo Fernández, jefe de sección de Dermatología del Hospital Niño Jesús de Madrid, «el padecimiento de una enfermedad visible y a menudo desagradable para los demás conduce a la estigmatización y rechazo, miedo al contagio (aunque la psoriasis no es una enfermedad contagiosa) y distorsiones en las relaciones personales». Estos efectos emocionales condicionan una merma muy importante en la calidad de vida de los pacientes.

Esta enfermedad, que en un 20 por ciento de los casos debuta en la infancia –en torno a los 10 años–, tiene una estigmatización por lo que una inyección cada 12 semanas hace que el seguimiento del tratamiento sea asumible para el paciente. El dolor y el miedo a las agujas es la norma en estos pacientes, por lo que «con este tratamiento se consigue que el adolescente se olvide de su enfermedad, al ser más cómodo y menos molesto, lo que también permite evitar el absentismo escolar», indica Raúl de Lucas, jefe de sección de Dermatología Pediátrica del Hospital Universitario La Paz de Madrid. Él mismo asegura que este fármaco «es rápido y seguro en niños y adolescentes» y añade que «es el biológico que más adherencia al tratamiento permite».

Mejor adherencia

Por este motivo, el cumplimiento terapéutico con este fármaco en los ensayos clínicos, según este experto, está siendo del cien por cien. «El hecho de que el paciente acuda a revisión a la consulta y sea tratado en esa misma visita hace que la adherencia sea del cien por cien y, además, con ello garantizamos la conservación óptima del tratamiento sin transporte al domicilio, etc.», apunta de Lucas. Además, su elevada eficacia, junto con su perfil de seguridad, y su comodidad de administración permiten a estos pacientes adolescentes tener la seguridad de que reciben un tratamiento con el que poder mantener la enfermedad controlada y olvidar los inconvenientes de las medicaciones clásicas. «Disponemos de experiencia en este fármaco en adultos, además de los datos de los ensayos clínicos publicados en adolescentes –apunta de Lucas–. Asimismo, su perfil de eficacia ha sido elevado, alcanzando datos de blanqueamiento de las lesiones de psoriasis en cortos periodos de tiempo».

«Ustekinumab» es un medicamento que ya se venía empleando «por uso compasivo», según indica Antonio Torrelo, jefe de Dermatología del Hospital Niño Jesús de Madrid. «Se aleja de los inmunosupresores clásicos y de sus efectos secundarios», añade, al tiempo que permite mejorar la dolencia del paciente cuando mediante los biológicos y la fototerapia ya no se logran avances clínicos.