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Decenas de ayuntamientos se declaran insumisos y no retiran la «estelada»

Manresa es una de las ciudades de mayor tamaño que lidera la insumisión al acuerdo tomado por la Junta Electoral. Este ayuntamiento de la provincia de Barcelona está controlado por CiU.
Manresa es una de las ciudades de mayor tamaño que lidera la insumisión al acuerdo tomado por la Junta Electoral. Este ayuntamiento de la provincia de Barcelona está controlado por CiU.larazonfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@731b78c5

La Junta Electoral ordenó retirar las banderas independentistas de los espacios públicos en la campaña. La ANC pide desobedecer.

El proceso soberanista ha perdido fuerza, según aseguran numerosas encuestas. Que se haya desinflado, sin embargo, no significa que sus símbolos hayan desaparecido del mapa visual de Cataluña, particularmente en los municipios pequeños y medianos. La Junta Electoral Central (JEC) acordó el pasado jueves que los ayuntamientos debían retirar las banderas independentistas («esteladas») de los edificios públicos y de los locales electorales durante la campaña electoral, atendiendo de esta manera una solicitud de Societat Civil Cataluña. Cinco días después de aquella orden, decenas de ayuntamientos prosiguen su rebelión.

Si bien es cierto que hay municipios como Vic (Barcelona) que han optado por descolgar la enseña soberanista de la fachada consistorial y que incluso la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI) –presidida por el propio alcalde de Vic, Josep Maria Vila d’Abadal– ha recomendado a sus socios retirar la «estelada», hay otros ayuntamientos que continúan resistiéndose. Es el caso de Berga (Barcelona), Manresa (Barcelona), Celrà (Gerona), Torroella de Montgrí (Gerona), Sant Julià de Ramis (Gerona), Bordils (Gerona), Navàs (Barcelona) y Les Borges (Lérida), entre otros. Todos ellos se han mostrado en sintonía con la Asamblea Nacional Catalana (ANC), que llamó a la desobediencia.

Lo cierto es que la decisión de la Junta Electoral no deja lugar a dudas. «Durante los periodos electorales los poderes públicos están obligados a mantener estrictamente la neutralidad política y, por tanto, deben abstenerse de colocar en edificios públicos y locales electorales símbolos que puedan considerarse partidistas», dice el acuerdo de la JEC.

La campaña de la ANC

Varios ayuntamientos han optado por seguir la instrucción de retirar «esteladas» de los locales electorales. No así de otros espacios públicos como las rotondas de calles y carreteras, que continúan repletas de banderas independentistas. De hecho, la ANC ha aprovechado el veto de la Junta Electoral para emprender campañas por varios municipios de Cataluña que consisten en repartir «esteladas» entre los vecinos y en desplegar una de ellas de tamaño gigantesco.

Quien también está azuzando la rebelión es la fundación Reeixida (antigua Comisión del Centenario de la Estelada), que ha propuesto a los ayuntamientos catalanes que icen la bandera negra en su balcón. La misma fundación ya impulsó la izada de la bandera negra en los consistorios el 11 de septiembre pasado –Diada de Cataluña– y 35 poblaciones se adhirieron.

Ante esta situación de semirrebelión, la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, ha anunciado que los concejales de su partido realizarán los requerimientos oportunos para que los alcaldes soberanistas descuelguen las banderas independentistas. «Trasladaremos esta petición formal a todos aquellos colegios y centros públicos que tengan “esteladas” colgadas en los lugares oficiales pagados con impuestos de todos los catalanes», dijo.

En cambio, Convergència aconseja a sus alcaldes que mantengan las banderas esteladas hasta que se resuelva el recurso que el partido nacionalista ha presentado ante la JEC.

De la variada casuística que existe en los municipios de Cataluña, hay un Ayuntamiento que llama particularmente la atención, el de Sant Vicenç dels Horts (Barcelona), donde el alcalde es Oriol Junqueras, el presidente de ERC. En Sant Vicenç no hay «estelada» alguna en la fachada consistorial. «No lo hemos planteado por varias razones. La primera de todos es que la “estelada” no es la bandera de Cataluña y representa una opción ideológica que yo comparto, que es la independentista, pero que no es la institu- cional», dijo Junqueras.

Según Sociedad Civil Catalana, al menos 323 municipios catala-nes estaban afectados por el acuerdo de la Junta Electoral. Después de un trabajo conjunto con voluntarios, la entidad contraria a la independencia ha acreditado 429 banderas independentistas en dependencias públicas de Cataluña, de las cuales 93 están ubicadas en espacios institucionales. (Estos datos, hay que decir, son anteriores a la resolución de la JEC). No obstante, Sociedad Civil interpreta que el acuerdo de la Junta Electoral también afecta a todas aquellas «esteladas» ubicadas en todo tipo de espacios públicos, y no únicamente en dependencias institucionales como sedes consistoriales.

Sin Mossos

El incumplimiento de este acuerdo de la Junta Electoral podría desencadenar la intervención de las policías locales si así lo acaban exigiendo las instancias judiciales y en última instancia los Mossos d’Esquadra. No obstante, el conseller de Interior, Ramon Espadaler (Unió), expresó su confianza en que los alcaldes cumplan con la resolución de la Junta Electoral y afirmó la pasada semana que no ordenará a los Mossos d’Esquadra retirar las banderas independentistas porque está convencido de que «no se llegará a ese extremo».

Desde Societat Civil Catalana se deplora el llamamiento a la desobediencia de sectores soberanistas. «Nos sorprende y lamentamos que determinadas formaciones antepongan su ideología a ser demócratas. No pasarían los test de democracia avanzada», lamentó el secretario de la junta de SCC, José Domingo.