Elecciones catalanas

La Cataluña del «seny» y del diálogo

La Razón
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Cataluña vive una situación complicada. Ese famoso «espíritu de la transición» debería haber asumido la condición de una España plurinacional. Sin embargo, no ha sido exactamente así. La constante utilización de Cataluña como arma electoral, la distorsión interesada de la situación catalana, la impugnación del Estatuto de 2006 después de su aprobación por las Cortes y refrendado por la sociedad catalana, todo ello ha repercutido en una enorme tensión que no es buena ni para Cataluña ni para el resto de España. En este desencuentro, se echa en falta tanto la capacidad de diálogo como la existencia de estadistas que, en lugar de enrocarse y pensar en réditos electorales, actúen con visión de estado y en pro del interés general.

Unió es un partido nacionalista catalán y no rupturista. Entendemos que la realidad nacional de Cataluña debería ser reconocida en la Constitución. Y consideramos que aún es posible una España que convenza desde el respeto. Deberíamos recuperar ese «espíritu» que hizo posible la convivencia tras la etapa más negra de nuestra historia, y creemos que ello sería posible, por ejemplo, con una disposición adicional en la Constitución que reconociese el carácter de nación de Cataluña, garantizase su pleno autogobierno en cuestiones culturales y arbitrase un sistema de financiación justo, que podría ser parecido al concierto.

El acuerdo, sin embargo, no depende nunca de una sola parte sino de ambas. Sea como sea, Unió siempre será perseverante en el diálogo y, cómo no, contraria a actuaciones unilaterales y que no se asienten en la más estricta democracia. Defenderemos en toda circunstancia el derecho de Cataluña a decidir su propio futuro, pero siempre de una manera dialogada, legal y pactada. También desearíamos hallar en España esa misma voluntad de entendimiento. Urge y apremia esa visión de estado que permita resolver un problema acuciante y que no desaparecerá por sí solo. El resultado, sin duda, garantizaría ese brillante futuro compartido al que todos tenemos derecho y que no debería frustrarse por la intransigencia de nadie. Unió ejemplifica esa mano tendida y franca, y es obvio que una gran parte de la sociedad catalana también desea progresar por este camino.

Mientras tanto, también hay mucho trabajo que hacer en otros ámbitos. La Cataluña que deseo no resulta sólo de su capacidad de autogobierno o de las posibles competencias de sus instituciones. Nos preocupa enormemente la cohesión social de nuestro territorio y trabajaremos hasta la extenuación para que la superación de la crisis se perciba en todos los hogares. Nadie debe sentirse excluido y toda persona debe ver reconocida su inalienable dignidad humana. Ése es también nuestro compromiso, que se extiende hacia la libertad, la justicia, la transparencia y, entre otros muchos ámbitos, hacia la protección a las familias, la libertad de enseñanza, de ideario y de elección de centro docente.

Cataluña vive unos momentos transcendentales. Algunos entendemos que es posible deshacer entuertos y restañar heridas si entre todos aplicamos buena voluntad, sentido común y diálogo. Está en nuestra mano. Y en la de todos ustedes. Por este motivo estamos convencidos de queUnió va ser más eficaz en las urnas que altisonante en las encuestas.

*Candidato de Unió a la presidencia de la Generalitat de Cataluña