Elecciones catalanas

Una ley electoral soberanista

El experto. La norma catalana divide la comunidad en cuatro circunscripciones en lugar de sólo en una. Barcelona, la provincia menos nacionalista, aporta en proporción menos diputados que Gerona o Lérida

La Razón
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El Parlament de Cataluña es el más desproporcionado de todas las regiones de España: cuenta con 135 escaños y en tamaño supone el 38,6% del Congreso de los Diputados, cuando la población de Cataluña sólo representa el 16,7% del total de España.

La Ley electoral catalana no contempla una única circunscripción, sino que divide la comunidad en cuatro circunscripciones, una por provincia.

La provincia de Barcelona, que cuenta con el 74,7% de la población regional, sólo tiene 85 escaños, que representan el 63% de los escaños. Es la provincia menos nacionalista y es la menos representada en el parlamento regional.

La segunda provincia más poblada es Tarragona, pero con tan sólo el 10,2% de habitantes de Cataluña. Sin embargo, sus representantes son 18, que representan el 13,3% del Parlament. Es la que guarda una proporción más justa entre habitantes y escaños.

Pero lo más escandaloso lo encontramos en la distribución de escaños en las dos circunscripciones con mayor peso rural, menos desarrolladas y por lo tanto las mas nacionalistas, y a la vez las menos pobladas: Gerona cuenta con el 9,3% del censo pero con el 12,6% de los escaños, al asignársele deliberadamente 17, y es especialmente llamativo el caso de Lérida, que contando sólo con el 5,8% del censo se le atribuye el 11,1% de los diputados, concretamente 15.

Si cogemos los resultados de las últimas elecciones autonómicas catalanas de noviembre de 2012, observamos que CIU y ERC sumaron el 44,4% del voto en toda la comunidad autónoma, pero en la provincia de Barcelona sólo llegaron al 40,8% del voto válido. En cambio, en las sobrerepresentadas provincias de Gerona y Lérida la suma de los independentistas fue del 60,7 y del 60,5%, respectivamente. Estas dos provincias, que representan el 15,11% del censo de Cataluña, aportaron el 32,3% de los diputados de CIU y ERC.

Obviamente, el número de escaños independentistas en el actual Parlamento sería menor: la suma CiU y ERC no tendría 71, sino 59/60 escaños, al tiempo que los escaños de los partidos constitucionalistas hubiese crecido en prácticamente la misma proporción que descenderían los nacionalistas.

En la circunscripción de Barcelona, los nacionalistas obtienen tradicionalmente resultados peores que en el cómputo general de la comunidad autónoma, de ahí el interés de reducir la representatividad de la provincia más poblada. De este modo, la provincia mas «desafecta» con el proyecto «nacional» y con mayor concentración de voto a partidos constitucionalistas es castigada de la forma siguiente: para obtener un escaño en la provincia de Barcelona se requieren muchos más votos que en el resto de las circunscripciones ya que hay un escaño por cada 48.000 censados. En esta provincia los partidos constitucionalistas obtuvieron en 2012 el 79,5% del total de sus votos en la región, mientras Gerona sólo les proporciona el 6,3% y Lérida, el 4,1%, mientras que CIU y ERC registraron en Gerona el 13% y en Lérida, el 7,7% del total de sus votantes en la comunidad autónoma.

Mientras que en las despobladas Lérida y Gerona hay un escaño por cada 21.000 y 29.000 habitantes, respectivamente. En Tarragona hay un escaño por cada 31.000 censados.

Pero no terminan aquí la manipulación electoral. Hay otro detalle importante que llama la atención cuando queremos conocer el Parlament de Cataluña: su desproporcionada magnitud, es el más numeroso de España, pues cuenta con 135 diputados, o lo que es lo mismo un escaño por cada 56.000 habitantes, cuando el segundo en número de parlamentarios es la Asamblea de Andalucía con 109 diputados en una región mucho más poblada que Cataluña, con cerca de nueve millones de habitantes y con un ratio de un escaño por cada 78.000 habitantes. Pero resulta aún más escandaloso si lo comparamos con el Congreso de los Diputados, en donde la media es de 130.000 españoles por escaño.

Por ejemplo Bélgica, país europeo con once millones de habitantes, casi cuatro más que la comunidad autónoma de Cataluña, cuenta con un Parlamento de tan sólo 150 diputados, únicamente 15 más que el Parlament.