El desafío independentista

Junqueras asumirá el control si detienen o inhabilitan a Puigdemont

Un alto cargo de la Generalitat asegura que seguirán pase lo que pase: «Nunca renunciar»

Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, presidente y vicepresidente de la Generalitat de Cataluña
Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, presidente y vicepresidente de la Generalitat de Cataluñalarazon

Un alto cargo de la Generalitat asegura que seguirán pase lo que pase: «Nunca renunciar».

La respuesta a una posible detención de Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat, por parte de un juez tiene respuesta contundente desde el mundo soberanista: «Nunca renunciar», apuntó a LA RAZÓN un alto cargo del Gobierno catalán. Tanto en ERC como en el PDeCAT piensan que «es una situación que no contemplamos», porque el Gobierno español sabe que «es una línea roja que no se puede traspasar». Para los soberanistas «la victoria solo llegará si el 1 de octubre hay urnas y están llenas de votos», por lo que seguirán «trabajando y trabajando», con el objetivo del «1 de octubre por encima de todo». En estas horas ha arreciado la tensión porque «el Estado ha perdido los papeles» y sólo hay una forma de derrotarlo, «convertir el 1-O en una verdadera moción de censura a Rajoy», un argumento en el que se refugian los seguidores de Ada Colau para dar apoyo al referéndum y llamar a la participación.

Sobre los rumores de destitución de Puigdemont «no hay que distraerse, ni desviarse del objetivo final, porque su éxito será la victoria definitiva». Con este argumentario como pancarta, el soberanismo quiere blindar su posición, pero el debate está servido. ¿Si Puigdemont cae, quién se hará cargo de las riendas del «procés» y del Gobierno? En el PDeCAT no tienen dudas: «Si hay un presidente, hay un vicepresidente», afirman fuentes de la dirección del partido nacionalista. O sea, si cae Puigdemont, Oriol Junqueras debería asumir el timón.

En Esquerra Republicana el entusiasmo es menor. Se insiste en que esta situación no se contempla, pero si sucede «se hará todo lo que haga falta». Este debate, aunque el propio ministro de Justicia, Rafael Catalá, lo ha calificado de especulación, está caldeando el ambiente. El sector duro apuesta por la DUI –Declaración Unilateral de Independencia– el 4 de octubre. Y de hecho están moviendo piezas. Los sindicatos de estudiantes han convocado huelga general para el jueves y viernes de esta semana.

Puigdemont, en sus últimas declaraciones, ha insistido que llegará hasta el final izando la bandera de la democracia y planteando el 1-O como un plebiscito contra Rajoy en Cataluña. Junqueras, después del registro de la sede de Economía y la detención de tres de sus directos colaboradores, ha optado por un perfil bajo dejando todo el protagonismo a Puigdemont y a los líderes de la Asamblea Nacional, Jordi Sánchez, y Òmnium Cultural, Quim Cuixart, quizás porque es consciente que puede sustituir a Puigdemont en el momento menos pensado.