Diversión sobre ruedas

La empresa de automóviles Opel ha comenzado a comercializar, en sus nuevos vehículos, el sistema «OnStar», una red wifi propia capaz de conectar hasta siete dispositivos al mismo tiempo, con una red con mayor cobertura que la habitual en los «smartphones» debido a su potente antena. La conexión está disponible en toda Europa, sin coste adicional, y no sólo permite conexión a internet, con todo lo que ello significa: interactuar en redes sociales, entretenimiento en «streaming», búsqueda de datos e informaciones, GPS, etc, sino un sistema de emergencia que alerta a un departamento ante cualquier tipo de evento, como un choque o un accidente, para brindar asistencia. Hasta ahí, un nuevo servicio sumamente práctico. Pero se podría ir mucho más allá.

De acuerdo con los últimos datos de Opel, a nivel global, la firma ha vendido en 2015 más de 9 millones de vehículos nuevos y sólo en Europa, en el primer cuatrimestre de 2016, ha sobrepasado el récord de 300.000 coches 0 km.

Esto significa, en promedio, un público cautivo de 20 millones de personas. Con una audiencia millonaria, que se duplicará a medida que pasen los años y el sistema «OnStar» sea más habitual. En menos de cuatro años Opel tendrá la misma cantidad de público conectado que Netflix, con alrededor de 80 millones según la web Statista.

Esa cifra es demasiado tentadora como para que sea ignorada. Con esto en mente, no sería extraño que la marca, ahora parte del conglomerado GM, piense en crear su propio contenido, una mezcla de Spotify y Netflix que ofreciera documentales y programas propios y distribuya ajenos a un precio fijo y sin anuncios (Cuenta Premium de Spotify) o con publicidades para quienes no quieran pagar.

El mercado disponible para esto es enorme. Por un lado, los más pequeños, en los viajes, tendrían contenido vigilado y novedoso, siempre disponible. Los adultos podrían acceder a nuevas series originales y a programas relacionados con la marca, los vehículos y los destinos turísticos, con sugerencias personalizadas confeccionadas a partir de las búsquedas del GPS.

Todo esto se nutriría, en términos financieros, con anunciantes interesados en participar del canal exclusivo y, si se hace con calidad, la publicidad del mismo está garantizada, y al igual que sucede con Netflix, al igual que la fidelización de los clientes.

Pero ése sería sólo el primer paso. La creación de un medio de entretenimiento propio, y se podría nutrir de un catálogo de videojuegos desarrollados en exclusiva que involucrarán no sólo a los propietarios del vehículo, sino también que aprovecharán, al igual que hace Pokémon Go, el GPS, las distintas localizaciones que se recorren en un viaje y la realidad aumentada. Con la enorme ventaja de que aquí la batería duraría muchísimo más.